Y fue en aquella tarde cuando estaba agarrado de tu mano,
sentados en aquella banca donde mirábamos el arrebol.
Sentí esa sensación de nuevo y supe que no era un error.
Entonces cuando te volteaste, te vi disimuladamente.
Pensé y dije en mi mente: “Tu eres mi amor.”
Luego te abracé, te besé y acaricié tu rostro sin decirte nada,
tú estabas como impactada porque nunca te había hecho tal acto antes,
Después te mire a los ojos y te pronuncie lo siguiente:
“Tú eres mi amor, mi único y verdadero amor.
Yo sé que este amor no es efímero porque siento como late tu corazón cuando me ves,
esto nunca se acabara porque te amo, yo te amo.”
Y fue en aquella tarde cuando estaba agarrado de tu mano,
donde supe que este amor era inmarcesible.
OPINIONES Y COMENTARIOS