Como me gustan esas tardes de neblina cuando la ciudad parece estar dormida y las sabanas del cielo blanquean todo, como me gustan esas canciones pasajeras, esas que rompían la nada, como me gusta el vapor de mi aliento contra la ventana, como me gusta tomar una tasa de leche a la madrugada, el chapoteo de la lluvia en la mañana, como se oían las notas de la nana, como se elegían dulces galas, como traían a mi sus auras, como me gustaba el tenerte a mi lado con esa sonrisa amarga y desahuciada, como callaba el ruido, la calma cuanto me atraía, como acortaba, cuando perdida a tus brazos llegaba, tus textuales palabras, tu historia me lava, como me gustaba el sentirme amada.

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