¿Qué nos pasa? ¿Qué nos ha hecho cambiar? Eso cruza por mi cabeza cuando siento que nos encontramos donde no debemos estar…
Antes todo era diferente, inherente, eran grandes sonrisas una seguida de otra, sin distancia, sin detenerse; veo el sol ardiendo pero todo se encuentra frio, en el rio corren torrentes de agua pero se escucha el silencio del vacío, ni un solo suspiro, por instantes todo se ha ido… ¿dónde quedó el “Nosotros”? todo se fue al olvido.
¿Te has olvidado completamente de mí? No, no lo creo, no creo que sea algo que puedas separar fácilmente de tu cabeza pero sé que conmigo ya no quieres estar y mi pregunta sería ¿Por qué? Y esto tal vez solo tú me lo pudieras contestar.
Ahora mismo me encuentro analizando cada momento, cada bello recuerdo, cada alegría que al marcharte se fue con el viento, y al final de todo solo queda una imagen, un recuerdo.
Al principio no creí que fuera algo que pudiera estar sucediendo, fue algo tan sorpresivo, tan indeseable, un shock muy grande que aún no comprendo, ya me había hecho una vida contigo, te perdone infidelidades y deje esas imágenes en el olvido, traté de ser la mejor persona para ti, la más fuerte, la más inteligente, la más bella y atenta, la mejor mujer, quise darte lo mejor para que nunca nada te faltara conmigo, y mira la realidad, te has marchado, te has ido.
Comencé con una total negación, un bloqueo psicológico que protegía mi corazón, una carga tan fuerte que quería entender lo que pasaba, pero nada comprendía, nada lo explicaba, como era posible que alguien a quien yo me había entregado en cuerpo y alma, en tan solo segundos como un flash se marchara, pensé que esto solo era cuestión de tiempo, que volverías conmigo en cualquier momento, no daba por hecho esta catástrofe que me destrozaba, y pase algún tiempo negando que te ibas, que me dejabas.
Al abandonar la negociación con mi mente, entre dejar de amarte y aceptar no verte entro en mi pecho una dolorosa y profunda sensación, un vacío, lo que todos llaman “Depresión”, hice pública la tragedia y le mande el mensaje a mi corazón, solo instantes faltaron para que me desvaneciera, el secuestro perfecto, mi desaparición. Solo habían pasado unas semanas de no volverte a ver, ojala que me tragara la tierra para en verdad poder desaparecer, que nada de esto existiera y que jamás hubiera pasado, de morir porque sin ti, mi vida no tiene significado.
Me sentía tan débil, sin fuerzas, sin ganas de levantarme, completamente enferma y sin ganas de aliviarme; me embargaron mis sentimientos por el hecho de no verte conmigo, estaba totalmente vacía, un miedo a la soledad para olvidar lo que hemos compartido, una dura prueba de la cual no encontraba la salida, una cruel debilidad por no estar más en tu vida; el alcohol, ni la droga, ni cualquier amor insustancial me ayudo a olvidarte, nada me dio el antídoto del veneno que se infiltraba en mi sangre, quise encontrar ese despecho y dolor acostándome con muchas personas, y no me importo ser una cualquiera, una «puta zorra», estuve con muchos hombres para no volver jamás a recordarte, con tal de encontrar tu amor en otro cuerpo, en otra parte, insistí en tantas ocasiones pero jamás tuve un buen resultado, entonces me hundí más en el abismo, de nuevo había fracasado.
Mi autoestima era tan profundamente baja como el fondo del océano, tan debilitada y tan exhausta, como sumergida en un sueño, después de enfrentar un tumulto de desilusiones por cada porquería que tu partida había provocado, frente a frente combatí la desilusión, la depresión que me había matado; en la más sencilla de las situaciones, solté mi tristeza, toda la fuerza extasiante de mi llanto, viví el dolor sin evasiones, sin restricciones, sin reprimir todo el cargo; llore con toda el alma y el sentimiento deprimente quedó desahogado, era mi tristeza que se transformaba en el odio, en la ira hacia tu imagen por haberme dejado.
Los sentimientos empezaron a cuestionarse unos a otros, preguntas con respuestas del dolor que ya había culminado, el sentimiento deprimente que de mí se había apoderado, se convirtió en odio, un reprocho total de lo que había soñado; desde un punto de vista coherente, no sé porque fui tan inconsciente, enamorarme de un pobre pobre pendejo y eso lo llevas escrito en tu frente, un estúpido imbécil que a pesar de haber tenido el cielo en sus manos, no tuvo el valor suficiente para afrontar y decir «Ya no te amo».
El odio corría por mi cuerpo pero ya no me seguía dañando, era mas bien un tipo de fuerza que me seguía impulsando, de pensar que en el charco de agua puerca en el que te decidiste bañar, no lo uso ni para quitar el lodo con el que me llegaste a ensuciar, hasta ahora lo estoy viendo y eras muy poca cosa para mí como persona, eres un Don nadie, un falso, un egoísta que solo piensa en su sombra; volteo hacía abajo y veo la mediocridad de cada uno de tus pasos, y maldigo el día, el momento infame en que pude estar entre tus brazos.
Días de rabia y furia tuve en mi cabeza tu imagen sepultado, en la tumba de mi desdicha, en la lista de los más odiados, grite con todas mis fuerzas, me liberé, me escapé y saque toda la ira de mi corazón, pues de cierta forma te comprendo, no creo que haya sido tu total intención, solo fuiste un tropiezo de mi vida por el cual he madurado, una mala y profunda herida que con el tiempo se ha sanado, alimentada del pasado hasta el punto de haberme desahuciado, pero lo que importa es el presente, te superé, me he enamorado.
Si… me volví a enamorar, me pare frente al espejo y volví a sonreír, a soñar; mi alma empezó a retomar la forma tan radiante que por un tiempo había olvidado, el brillo de mis ojos ya había vuelto, me había recuperado, tome con mi mano izquierda con todas mis fuerzas cada uno de mis sueños, y con la derecha me levante explosivamente del vacío… del mismo infierno.
Volví a ser yo de nuevo, retome mi inquebrantable autoestima, mi imponente Ego, obtuve metas jamás soñadas hasta llegar al mismo cielo, estaba lista y más que preparada, con todo el armamento para comenzar de nuevo, la guerra estaba ganada.
Deje atrás la caza desesperada de buscar otras personas, de buscar afecto, de estar con cualquiera por tapar todas tus sombras, simplemente le di tiempo al tiempo, me di el espacio correcto, el momento perfecto, una hoja en blanco para escribir un nuevo cuento, el inventario donde se encontraba el material adecuado de lo que necesitaba, dejando en el pasado todo amor, todo lo que yo te amaba; busqué en mi interior la respuesta que necesitaba, recuperando la estabilidad, la conciencia de volver a ser amada, de esperar un ser correcto para que fuera mi complemento, un compañero adecuado para cultivar un amor constate… un amor eterno.
¿Qué nos pasa? ¿Qué nos ha hecho cambiar? Nada, todo está en su lugar, he encontrado al amor de mi vida y no tengo porque buscar más, simplemente mis ojos lloraron un tiempo al ver que un día lo que era mi sol dejaba de brillar, y no podía ver en el cielo las estrellas, mi más bello horizonte, mi realidad.
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