LA DEPENDENCIA DE EROS

Cuando se tiene
Tanto mundo interior,
Un jardín colgante de azahar
Que florece sin cesar,
El mundo exterior sobra.
Su participación se convierte
En una elección selectiva
Y no en una necesidad compulsiva
Que es baraja corriente en el día a día.
¡La dependencia que les genera Eros!
Pero nada menos erótico
Que su apetito de afecto forzoso.
Cuando las llanuras de su mundo interior
Son estériles los espacios de su corazón,
Que confeccionan grandes rechazos
Y los tiñen de pasión
Cuando en el fondo esconden
Un hondo sollozo.
Por la lista de fracasos
Apilada en los estantes
Y acumulan instantes de insatisfacción
Que nubla su razón y panorama interno.
Solo se desilusiona quien proyecta ilusión.
Y les enceguece ver
La discrepacia entre lo que les dicen
Y lo que quieren creer que se les dice.
Y así es más fácil cavar en las llanuras
Agujerear al descosido
Y para no perder el encanto
Matar al ave
Y guardar el canto.
Por eso a Eros no lo erotizan.
Las emanaciones defectuosas
De personas erradizas.
Y necesitan llenar ese cóncavo
E invitan a todo el mundo
Para encontrar el vacante
Que colonice sus espacios
Y agregue lo faltante
Para que parezcan
Humanos completos, obras finalizadas.
En nombre de un Dios que los desprecia.

JULIETA IALLORENZI

PATENTADO EN SADAIC Y DNDA

DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS