Un día de abril.

Me gustaría decirte que sí,
Salir a comer contigo,
Quedarnos juntos mientras
Vemos pasar la vida,
Mientras buscas en mis ojos,
Algo de inocencia,
Y yo busco en los tuyos
Todo lo contrario.

Pero no puedo,
Cariño, no debo,
Aunque muera,
Por estar recostada en tu pecho,
Y besar tu mejilla,
Solo eso,
Besar tu mejilla
Y decirte al oído
Que eres importante para mí.

A veces,
El acto más heroico de amor,
Es dejar que no pase nada.
Pero te estimo,
Pero no debo,
Pero te estimo, es verdad.

Y no es fácil decírtelo,
Porque de todos los hombres
Que conozco,
Que me quieren así sea por interés,
Tú eres el único que sabe,
Como hacerme sonreír,
Entre tanto día nublado.

Quizá la vida juega con nosotros,
Quizá nosotros jugamos con la vida,
Lo que importa,
Es que nunca pasará nada más
De lo que pasó,
Y eso duele,
Mas que cortarte con
Un puto pedazo de papel.

Te escucho reir, te veo sonreír,
Y debo apretar los dedos
Para no abrazarte desesperadamente.
Y así vamos a seguir,
Tonteando,
Porque tu eres coqueto conmigo
Y lo sabes,
Te gusta jugar con fuego.

Pero un día va a llegar
Alguien a tu vida,
Y vas a enamorarte,
Y va a ser incomodo tenerme cerca;
Por eso estoy escribiendo esto,
Para ese día,
Cuando tus ojos
Me miren con reproche,
Cuando ya no sientas
Más que dolor,
Dolor causado por mí.

Y lo lamento,
Por causar
Esa sonrisa indebida,
Por causar
Tu nerviosismo,
Pero nunca,
Te podré querer
De la misma manera.