Historia de un corazón delator.

Historia de un corazón delator.

HISTORIA

De un corazón delator…

Gabriel. E. Fernández

Historia de un corazón delator.

1- Un origen fortuito.

2-Un medrar heteróclito.

3- Epifanía e incredibilidad.

4- Redención predilecta.

5- Latidos simultáneos.

6- Gozo y plenitud.

7- Predestinado a soportar.

8- Heridas que no sangran.

9- Escrito sobre piedra.

10- Nada me puede faltar.

11- El tiempo se agota, falta poco.

12- Se acabó, maldito corazón delator.

Capítulo 1 – Un origen fortuito.

(26 de enero de 2006)

-“Era una hermosa siesta de verano, esas que más de una vez hizo que saliéramos hacer travesuras o divertirnos con nuestros amigos, aunque personalmente para mí no era así, ya que no era algo normal o habitual.

Yo no podía huirme porque siempre la puerta tenia llave y me queda dibujando con la pequeña luz que entraba por el marco de la ventana. Hasta que un día accidentalmente vi entrar otra luz por la rendija de la puerta, sentí como un cosquilleo de mucha curiosidad al oír voces de otros niños afuera, veía sus sombras cruzar por la rendija de luz, pues, me arme de valentía y como un ladrón me escabullía hacia lo que parecía se podría llamar libertad.

Y de repente me encontraba allí, afuera, acercándome lentamente hacia ellos tratando de ver si lograba sumarme a ellos, sin ni siquiera saber quiénes eran y que estaban haciendo. Pues, la sorpresa no fue muy grata que digamos, porque de a ver estado jugando a un deporte llamado futbol, en la cual al momento que me vieron me llamaron a participar, contento fui, yo era el que debía custodiar que el balón no entredos piedras custodiadas una a mi derecha y otra a mi izquierda, honestamente me sentía increíble. Terminamos muy agobiados por el inmenso calor de esos intensos veranos y uno de ellos se dirigió a su casa en busca de agua para calmar nuestra gran sed. Pero cuando volvió dijo;

-“Chicos mi papá nos dejó que vayamos a la pileta”-

Yo no tenía idea de lo que estaba hablando, pero sonaba interesante, hasta que mirándome a mi dijo;

-“Pero a vos mi papá no te conoce, le voy a preguntar si podes ir, ¿Cómo te llamas?”-

-“¡Pedro!”-

-“Bueno pedrito, espera aquí, ya volvemos”-

Tome un pedazo de ladrillo y dibujaba con el correr de la luz del sol en las sombras de la pared, mientras se escurrían lagrimas sonsas por mi mejilla…no volvió más.

Había perdido la noción del tiempo y de haber sido la primera gran experiencia de saborear la libertad, comprobé que tenía un gusto engañoso, ya sabía para la próxima.

Cuando volví a mi hogar, como la mayoría tenía miedo, pues, era un prófugo, asique al llegar, corte los porotos del árbol y fui a buscar los alfileres de mamá para armar mi ejercito de soldaditos y estar listo para la guerra, sin embargo cuando llego mamá lo único que me dijo fue;

-“Pedro no me vas querer perder los alfileres porque te pego, asique anda guárdalos, después, te compro juguetes, ahora anda a prepararte que tenemos que ir a la iglesia”-

Estaba más sorprendido porque ella no sabía de mi fugaz salida, pero deje ese idea de lado por un momento y me fui a preparar para ir a la iglesia, algo que siempre me encantaba.

Me encantaba ir a la iglesia, porque a mis papas les encantaba ir, yo los observaba admirado como ellos se preparaban de la manera más elegante posible para ir allí, y bueno, yo no podía quedarme atrás, amaba los domingos en familia asique incluso un día antes ya tenía todo preparado para ir.

Papá y mamá siempre me decían que si yo quería sentarme en la mesa con los grandes debía comportarme como tal era el comportamiento de los grandes, entonces los observaba detenidamente todo el tiempo, sus posturas, sus gestos, lo que decían, que hacían y que no hacían, y con toda esa admiración y aspiración los imitaba aunque algo costoso sinceramente, imagínense mi cara de perrito durante la celebración de la misa cuando volteaba a mirar hacia afuera y veía a los otros niños correr y revolotear, y yo seguía sentado al lado de los adultos mirando hacia al frente, a pero eso sí, cuando todos los adultos hacían fila para recibir el cartoncito blanco, yo también iba, pero mamá siempre me decía que me invitaría del suyo cuando volviéramos al asiento porque era algo para grandes, sin embargo, cuando sacaba de su boca y lo ponía en sus dedos para mí era la gloria, porque me hacía sentir participe.

Solo algunas personas se quedaban después de la celebración a comer en la casa del sacerdote, papá y mamá también se quedaban, yo seguía con la regla de que si quería quedarme en la mesa con los adultos debía comportarme como tal, asique me daban una silla y ahí nomás me quedaba. Respecto a eso siempre oí decir a esa gente algo sobre mi obediencia y eso, pero para mí, lo importante era poder sentarme en la mesa y aunque me esforzaba nunca podía entender lo que sucedía o el porqué de sus debates o carcajadas, yo solo tomaba el cuaderno mío que mamá llevaba en su bolso.

No era mucho de aludir que siempre dibujaba cruces, ya que era una de las imágenes más repetitiva que veía pero también suelo dibujar las caricaturas de la televisión.

Una vez vino el Padre Mario, le sorprendió verme sentado dibujando y voltear la cabeza y ver a los demás niños jugando afuera, le llamo tanto la curiosidad y me pregunto:

-“Pedrito querido, ¿qué te gustaría ser cuando seas grande?”-

Obvio que le dije que quería ser un Dios súperpoderoso, pero se rio de manera que parecía no poder contenerse, y me dijo;

-“Ven acompáñame a cerrar la iglesia, ya se terminó de ir la gente, como quien esperar la comida”-

Cuando estábamos en la iglesia él me alzaba para poder apagar las velas más altas del altar y mientras estaba allí le decía que desde su asiento la iglesia se veía increíble, desde su silla él lo veía todo, y mientras aun me tenía en sus brazos, mirando y señalando a la gran cruz, me contesto;

-“En la casa de Dios, todo es posible pedrito, aquí siempre serás feliz, y así como yo, él también todo lo ve desde arriba, así nos cuida y nos ama y así también tú debes amarlo mucho”-

En ese momento yo ya tenía una gran sonrisa pero también una gran duda, y le pregunte “¿y cómo uno hace feliz a Dios?”, el padre mirándome con una sonrisa me dijo;

-“Entrégale tu corazón”-

Me bajó y se fue, yo quedé perplejo mirando hacia el altar con una sonrisa.

(Contemporáneo)

-“Es increíble las vueltas de la vida ¿No, pedro?”-

Me decía mi viejo amigo, el padre Mario, mientras encendía las velas del altar. Yo estaba ahí, parado detrás de él, mirándolo desconcertado, a punto del quiebre emocional. El padre voltio la mirada al ver que yo no le conteste, se acercó, me dio un abrazo y me dijo;

-“Pedro querido, tranquilo, ¿Qué puedo hacer por vos?”-

Le pregunte si podía comer las migas de pan que caen de la mesa, y con una mano en mi espalda, sonriendo me dijo;

-“Ven, vamos a sentarnos, cuéntame cuáles son tus dolores y te diré si puedes o no comer las migas”

Era inevitable sonreír para mí al verlo y escucharlo, con sus sarcasmos y melancólica forma de ser, y si, extrañar a mi amigo, a pesar de que me llevaba varias décadas de diferencia, nos sentamos y le dije que…

Capítulo 2 – Un medrar heteróclito.

(Contemporáneo)

Han pasado muchos años de aquella tarde de verano, amigo mío, y ¿sabes qué? Aún quedan como secuelas que nunca terminaron de cerrarme. Jamás pude entender si cada cosa que me tocó vivir hasta hoy me lo merecía o fui víctima de la maldad que traenlos momentos inesperados de la vida.

-“Dime una cosa Pedro, ¿Y cómo te hace sentir hoy esos recuerdos?”-

(3 de febrero de 2006)

Mamá siempre tuvo mi atención porque tenía cosas como tijeras y papeles de colores en su bolso y yo ya estaba cansado de dibujar las paredes con los carbones que la Nona usaba para hacer fuego, encima me pegaba, así que en mis travesuras siesteras fui y me encontré con un paraíso de colores en su cartera. Su bolso estaba lleno de tizas, celestes, naranjas, blancas, verdes, etc.

Era tanta las ideas que tenía que lo único que se me ocurrió fue tomar todas e irme a la plaza de mi barrio a dibujar. Cuando llegue me puse a dibujar animales, imaginando que estaba en una selva, lleno de leones, jirafas, monos, elefantes, etc. Estaba muy eufórico, posiblemente porque no me esperaba encontrar tanta surte.

En momento mientras disfrutaba de mis dibujos que iban por toda la pared, me doy cuenta que una enorme sombra estaba detrás de mí, mi miedo de voltear era innegable, cuando me di vuelta era el anciano gigante que vivía allí en frente, yo estaba congelado del susto y tomo mi brazo muy fuerte y mientras me sacudía, me gritaba diciendo;

-“¡Niñooo malcriado! Porque no vas y rayas las paredes de tu casa, que tienes que venir a ensuciar los lugares públicos con tus vandalismos, lárgate ya o verás”-

Corrí, corrí como si mi vida dependiera de ello, y lo único que se me había ocurrido en ese momento fue meterme debajo de la cama como lo hacía mi perro cuando estaba asustado, eso lo aprendí de él. Me quede allí y me dormí en el piso, papá preocupado andaba buscándome, imagínense mi cara cuando se gacho y me encontró debajo de la cama, salí muy asustado y me dijo;

-“dame una buena razón de que hacías ahí Pedro”-

Y bueno, pues, le conté la verdad, solo me dijo que no lo volviera hacer pero salió muy enojado, después el señor ese nunca más me dijo nada a mí.

Mamá casi nunca estaba, y siempre que venía me traía juguetes y yo agarraba el destornillador de papá y los desarmaba, hasta que un día los encontró a todos desarmados, pensó que los rompía y me dio una paliza, en ese momento no entendía porque me pegaba, pero después ella un día me encontró hurgueteando su bolso, cuando yo la vi, trate de salir corriendo pero ella me grito;

-“no te voy a pegar, te compre algo para vos”-

Tenía una bolsita llena de lápices de colores, un cuaderno, plastilinas, palitos, etc. Yo la mire con una sonrisa de oreja a oreja, mamá al fin conocía a su hijo.

Tanto papá, como mamá, me preguntaban continuamente que sería cuando sea grande, la misma pregunta me hace el padre Joaquín , la gente que iba a la iglesia, los maestros de la escuela, los amigos de mis papas, yo no entendía porque tanto querían saber.

Mamá siempre me retaba preguntándome si hacia la tarea y yo siempre le mostraba mis dieces, pero no se convencía y así siempre me volvía a repetir las preguntas y yo le contestaba bien y ella me pregunto en que momento estudiaba y yo le decía quepara mí eso era fácil, yo le dije que era el único en el aula que hacia los ejercicios allí y siempre me decían que estaba bien, pues yo lo único que pensaba en porque no quería trae la tarea a la casa es porque quería ver Dragón Ball Z tranquilo. Y siempre era así, mamá siempre me dejaba desvelarme por las noches para ver televisión porque siempre tenía buenas notas, pero lo que no sabe es que calcaba los dibujos en el vidrio de la ventana y después le decía que yo dibujaba y ella me creía.

A papá solo le importaba que yo siempre tanga buenas notas y que todo los domingos esté listo para ir a la iglesia, nunca miraba mis dibujos ni me preguntaba que eran o tampoco me decía que le gustaba ni nada, yo le mostraba pero los ignoraba, sin embargo, siempre yo lo miraba admirado como hablaba de Dios, siempre lo escuchaba con mucha atención. Él siempre me decía que;

-“Cuando estemos en la iglesia y te pregunten qué quieres ser vos deciles sacerdote, porque amas a Jesucristo”-

Su sonrisa al mirarme siempre me hacía creer que lo que me decía era lo correcto y lo mejor para mí. Y yo siempre le decía que si devolviéndole la sonrisa…

Capítulo 3 – Epifanía e incredibilidad.

(Contemporáneo)

No importa, tanto, las conclusiones que se pueda tener de mi papá, a esta altura de mi vida no voy a juzgarlo, voy amarlo con todo mi corazón.

-“Me haces pensar que le hechas en parte la culpa de lo que te sucedió. ¿Me equivoco?”-

Sigo con el mismo concepto, yo no voy a juzgarlo porque él quería lo mejor, tal vez se equivocó y tal vez a esta altura somos tan contradictorio él y yo, pero tal vez él debió ser más atento de su hijo, debió ver más allá de lo que quería ver, debió ver mis dibujos.

-“¿Pero Pedro, al final quien se equivoca, el padre hacendado o el hijo prodigo?”-

(05 de marzo de 2009)

Papá estaba más emocionado que yo, cuando iba a entrar a la nueva escuela, yo sigo pensando que todo tiene un porque, sin embargo, voy aludir a decir que casualmente ese día que yo estaba por empezar la secundariaél me hablo y me dijo;

-“Pedro, hijo, aquí comienza una nueva etapa en tu vida, recuerda lo que siempre hablamos. En un pestañeo el tiempo va pasar y ya estarás terminando esto, listo para ingresar al seminario, nosotros estaremos muy orgullo de vos”-

Ese mismo día, mientras hacíamos fila para el himno conocí a la chica más linda que había visto hasta ese momento. No tenía la menoridea de quien era esa chica pero por alguna razón mi corazón latía rápido al mirarla, me pasa todo los días preguntándome que era esa sensación mientras la miraba, no pasaba un día sin buscarla con la mirada, me traía como loco.

(18 de agosto de 2009)

Estaba parado al frente del espejo, me sentía raro, muy raro.Sentía cosquilleos en mis partes y se asomaban pelos en ese lugar, la verdad me siento incomodo hablando de esto, tengo 15 años, pero en fin, eso no era lo que a mi realmente me importaba, ni siquiera me molesta decir que era el único chico de los 700 que van a la escuela que aun iba a la iglesia, los demás fueron dejando, pero yo prevalecí allí, lo que si me pone tenso es saber si Dios me dejaría besar a una chica, creo que no me haría bien ir al seminario sin antes a ver besado a una chica, me gustaría saber que se siente.

Mientras estaba parado frente al espejo, me di cuenta que era muy feo para que las chicas quieran besarme, sin embargo, le prometí a Dios que cuando una chica me ame con todo su corazón, mi corazón le pertenecerá.

(9 de diciembre 2009)

Hoy es mi cumpleaños, son las 10:00 am. Vine a la iglesia algo molesto y confundido.

Se termina el año y no pude decirle ni una sola palabra a la chica que tanto me gusta, no sé si es temor a que me rechacé o que mis padres se enteren que quiero saber que se siente besar una chica antes de irme. Me quede sentado esa mañana viendo hacia el altar algo triste, sentía como que si no hacía algo al respecto podría después no vivirlo nunca, pero no quería desobedecer. Mientras estaba sentado allí me dirigí a Dios diciéndole con lágrimas en los ojos que me perdoné, que no quería ofender a nadie, solo quiero salir del mundo que hasta ese entonces conocía y saber que tenía el mundo para ofrecerme a mí, un fiel servidor del señor.

Mientras me retiraba era inevitable esa sensación en mi corazón que Dios me decía que no lo haga, que afuera había una batalla entre el bien y el mal y que no estaba preparado y que iba a sufrir muchísimo, pero desde el corazón le respondía a Dios que me iría igual, que soy fuerte, que ganaré, pero me fui diciendo adiós sin avisar que volvería o preguntar si podía volver…

(Contemporáneo)

-“¿Fue una decisión muy valiente o muy idiota?”-

Lo sé, muy idiota, pero ¿no es que la rebeldía se hace presente cuando no hay libertad?

-“Pero Pedro ¿acaso alguien te apuntaba con un revolver?”-

Está bien padre, y dígame, ¿Cómo uno deja de ser un idiota?

-“¡No lo sé, yo no soy un idiota!”-

(23 de abril de 2012)

En una noche calurosa de verano, sucedió, la chica que tanto me gustaba me dijo rotundamente que –no- y yo planeaba hasta cosas felices.

En un silencio acechador, yo intentaba buscar una excusa para huir de mi futuro. Pasó mucho tiempo de aquella vez que me rompieron por primera vez el corazón y desde aquel día todo en mi ha cambiado.

Conocí gente nueva en las oscuridades de las calles, que me incitaban a beber alcohol para mis mal de amores, éramos tan ingenuos como mediocres, yo les seguía, ya completamente sin rumbo, esperando los malos comentarios sobre mí, aunque no fue lo que salí a buscar, no pensaba arruinarme así como lo estoy haciendo.

(15 de octubre de 2012)

Mi familia ya estaba completamente decepcionada, mis estudios eran solo puras malas calificaciones, amigos que tenían una gran concepción de mi ahora me refregaban en la cara que yo era una decepción, la parte de la sociedad que me conocía me repudiaba.

Así como todos me tenían como el ángel caído a mí poco me importaba , al menos eso trataba de mostrar, aunque la verdad, tome conciencia qué me había ido de extremo a extremo y extrañaba volver pero me sentía despechado, me sentía arruinado, al punto de que era imposible reconstruir mi imagen y me senté en una banqueta a llorar , borracho y solo, una noche después de estar con los muchachos tomando vino, jamás pensé que en ese momento, Dios mandaría alguien a mi salvación y que sería nuevamente una razón para volver a ser quien Dios quería que yo fuera…

Capítulo 4 – Redención predilecta.

(Contemporáneo)

Por favor dígame que las cosas son como pienso.

-“¿quieres que tergiversé tus conclusiones o quieres eludir la verdad, Pedro?

Es que no lo sé padre, ya no sé qué pensar, ya no tengo conclusiones que para mí sean considerablemente acertadas. Para mí ya no es cuestión de recuerdos o tachar el pasado, es que no se puede arrancar las hojas para eliminar del libro esa parte de la historia.

-“Entonces toma la conclusión que para ti sea correcto sobre la decisión de Dios y acéptalo, recuerda que al fin y al cabo, ¿fuiste tú quien aclamo a su llamado, no?”-

Si pero no así, al final el remedio fue peor que la enfermedad.

-“Yo no conozco santo que fue completamente feliz al principio con las decisiones que tomo Dios para sus vidas”-

(2 de marzo de 2013)

Aquella noche de apareció, apareció quien no debió aparecer, no tenía la menor idea de quien era. Yo levante la mirada un poco perdida por el alcohol, los ojos ardientes por haber llorado como unidiota y está allí, una chica sorprendida al verme así me dejo más sorprendido a mi cuando me dijo;

-“Hey, ¿te pasa algo? ¿Por qué lloras? … espera yo te conozco, tu eres Pedrito”-

Si antes tenía cara de idiota, en ese momento era peor, alguien que en tu vida pensaste conocer, llega y te llama por tu nombre.

En aquel momento está muy poco interesado le pregunte de donde me conocía y quien era pero también muy necesitado y lo único que me salió decirle después en ese momento es que se fuera, pero ella al verme destrozado insistentemente me dijo;

-“Me llamo Evangelina, pero me dicen Eva. Yo te conozco de la iglesia, solía verte allí antes.

Mira yo no sé qué te pasó pero si quieres mi ayuda puedes contar conmigo, aquí tienes mi número de teléfono para que me mandes mensaje cuando quieres quieras”-

Ese día ella siguió caminando porque andaba con unas amigas, que le dijeron que no vuelva acercarse a mí porque era un fracasado, sus amigas siempre me veían tirado todo borracho en la esquina con mis amigos, Eva no, ella no era del barrio por eso.

Pasó un tiempo y empezamos a mensajearnos, y en cada mensaje me preguntaba que hacia los sábados, yo le mentía que me quedaba en casa, pero era tan estúpido que en realidad no comprendía que quería verme, y así al cabo de varios meses ella me hizo una invitación a conocernos…

(22 de Julio de 2013)

Era invierno, hacía mucho frio.

Siempre hay que tener en cuenta que las excusas no existen, tal así que él quiere puede, como el que no quiere no lo hará, presté mucha atención a eso cuando fui a verla para conocernos mejor.

Eran las 20:13 p.m. ella estaba retrasada trece minutos, la estuve esperando en la plaza que acordamos, tengo que admitir que de romántico no tiene nada, los columpios y las hamacas estaban todas destruidas, grafitis en las paredes y ni los perros ladraban, parecía una escena fantasmagórica. Me puse a pensar en ese momento que parecía obvio que no vendría, puede que yo este acostumbrado pero tal vez ella era una dama para andar en lugares así, y estando a punto de retirarme, la vi llegar doblando la esquina, está muy abrigada pero no me había olvidado de su inconfundible forma de caminar, era ella.

Cuando llego ya no era lo mismo, que la primera vez, ahora yo no estoy borracho, me corte bien el pelo, me di una buena ducha y un buen perfume. Cuando ella llego y me saludo, estaba algo exaltada contándome la travesía que hizo para llegar hasta la plaza pero yo estaba atónito, mi cara de idiota al verla quitarse la capucha, y observar su cabello que era majestuoso, su labial termina justo en el borde de sus labios bien preciso, olía a mil rosas, sus ojos tenían unas curva impresionante, su manos eran de terciopelo, erala mujer más hermosa de la forma más inesperada.

El frío no podía evitar el deseo nuestro de quedarnos ahí, convertimos lo fantasmagórico en un paraíso. Yo tome su mano con la mía, mientras nos mirábamos fijamente a los ojos, juro no entender como la vida te sorprende de esta manera, cerramos los ojos y nos besamos, como dos que fueron separados en milenios y al fin volvieron a rencontrarse.

Los momentos se construyen con el deseo mutuo, por eso le había preguntado porque ella estaba allí conmigo, después de todo lo que le dijeron, esa parte no comprendía y me contesto;

-“Yo sé que no eres mala persona pedrito, solamente estas pasando por un mal momento, yo quiero estar para vos, no te conozco pero creo que eres increíble, quiero que los sábados sean de nosotros dos ¿quieres?”-

Estábamos parado en la esquina de su casa, no podía creerlo, pero era casi de manera exacta lo que necesitaba y le dije sin dudarlo que sí.

Era un nuevo comienzo, con alguien que creía en mí. Que en mí no veía un fracasado, estaba muy emocionado y al volver a casa sentía cosquilleos en el estómago y mi corazón latía fuerte, no sentía el frio, solo podía admirar las sensaciones encontradas con una sonrisa volviendo a mi casa…

Capítulo 5– Latidos simultáneos.

(Contemporáneo)

Con el tiempo pude asimilar cada segundo de todo, pero ahora es todo diferente.

-“¿Qué hiciste para que sea diferente?”-

Tome el timón de mi propio barco, a pesar de que si lo hubiera hecho antes no me habría perdido en altamar, ni tener fugas.

-“no entiendo, ¿te hundes o te hundieron?”-

Lo direcciono a tierra firme, pero no si voy a llegar.

-“tocaras fondo si no confías al ver a Jesús caminar sobre el agua”-

El viene conmigo manejando, me dio la confianza para creer en mí a pesar de que solo él sabe si llegare o no.

-“Creer, confiar, tener Fe, Dios aprieta pero no ahorca, y lo sabes o no pedro”-

(21 de septiembre de 2013)

Y cada sábado se repetía la misma historia. La esperaba en la misma plaza de siempre, a la misma hora, todos los sábados. Íbamos por una gaseosa, unos panchos, charlábamos, reíamos y nos besábamos como si todo el mundo hubiera desaparecido, tal así, como si así fuera a nosotros poco nos interesaba, solo era ella y yo, pasamos muchas noches largas así. Las críticas sobre mi persona ya eran escasas, ya no me veían en las esquinas, ella soporto los comentarios denigrantes sobre mí y vio en cada paso mis cambios.

Sin embargo, no todo era color de rosa, aquí había que cumplir la voluntad del redentor, y paso a paso volví a la iglesia con la compañía de ella, aprendí como ella a hacer oídos sordos a los malos comentarios y de a poco cada momento de mi vida retomaba colores vivos, ese renacimiento le daba un sobre valor único. Porque compilábamos, porque hasta en las señas nos entendíamos, porque cada día juntos era increíble, ya sea aunque sea para juntarnos a tomar unos mates, o íbamos a un lugar a solas y contar anécdotas de cosas absurdas, todo era un rejunte de buenos momentos que cada vez era más increíble, transformábamos de lo común a lo genial porque ella captaba cada sentir de aquel niño que no quería juguetes sino que su diferencia lo hacía mejor.

(Contemporáneo)

-“Yo creo que a veces ese es el problema Pedro, no siempre es lo que uno quiere, sino lo que Dios dice”-

¿Y porque Dios permitió que todo eso sucediera? ¿Qué? ¿Acaso le parece divertido?

-“¡No blasfemes! Si todo el mundo entendiera lo que Dios hace en cada uno entonces ¿qué sentido tendría la vida? Para todo hay un porque, pues, no lo sé, tal vez fue la forma que él eligió para saber de qué esta echo tu corazón”-

Lo veo otro día padre.

-“Pedro, oye, hermano, espera…”

(9 de diciembre de 2013)

Hoy es mi cumpleaños, un año más, nadie podía negar ya me había recuperado de aquella vez que solo hacía por andar tirado por las esquinas, me reconstruí, la gente volvió a tener esa concepción de una persona decente.

Hoy Eva me trajo un regalo que me dejo boquiabierto, trajo dos anillos tipo matrimonial, yo quede hecho una piedra mientras observaba su regalo y me dijo;

-“Mientras tengas este anillo, estaremos juntos y nadie ni nada podrá separarnos”-

Y me lo puso en mi dedo, un momento increíble, la sensación es a esta altura casi indescriptible, el amor y toda esas cosas, esa noche nos fuimos a un hotel y dejamos huella uno en el otro de forma imborrable.

Capítulo 6– Gozo y plenitud.

(Contemporáneo)

Salí a caminar, a reencontrarme en lugares donde ya no estoy, donde alguna vez sentí que todo en mi vida tenía sentido.

Muchas veces dicen que hay que aprender a soltar, pero ¿Quién te enseña? Más bien no hay maestro para eso, solo con el tiempo aprendes a ver al globo que tanto te gustaba sostenerlo en tu mano ahora te toca verlo volar alto, direccionándose anda Dios saber dónde.

Pero si lo ves como tortura entonces te torturará, yo prefiero mirar y sonreír en este paseo de los recuerdos, porque para bien o para mal, son solo eso, pequeños momentos de una historia.

(13 de mayo de 2014)

Se acercaba el cumpleaños de mi Nona querida, aquella mujer incomparable para mí. Aquella mujer que me vio nacer, creer, ser quien soy enseñarme tanto de la vida.

Pero así como la vida da para que goces de ella también quita, Nona ya no era la mujer lucida que conocíamos todos, ahora camina con pasitos cortos, ahora me toca a mí hacer lo que ella hacia conmigo, le daba de comer, la bañaba, me quedaba largas madrugadas leyéndole poemas o escritos de las noticias que aparecían en el diario mientras se dormía. A veces compartimos un vaso de vino o un puchito que ella me pide que le encienda, Nona es la persona quien todos deberíamos tener en nuestras vidas.

En su cumpleaños seguimos con la tradición que a ella le gusta, unos fuegos artificiales para la Virgen María y carnear la gallina más gorda para festejar. Eva estaba muy contenta con nosotros, Nona no podía aguantar sus comentarios cuando le decía;

-“Muchacha linda que hacer arruinándote con mi negro que no sirve para nada”-

Eva solo le sonreía mientras le cebaba unos mates.

Verla a las dos ahí era todo lo que necesitaba, era toda la razón que necesitaba para estar bien.

Cuando Nona se fue a dormir por la tarde, con Eva fuimos al cine, nos divertimos, comimos pochoclos, portábamos una gran elegancia pero más allá de eso, con mirarnos sabíamos que éramos todo lo que queríamos.

(10 de noviembre de 2014)

Durante los siguientes meses Eva me ayudaba a cuidar a Nona, no estaba enferma ni nada, pero ella misma nos decía;

-“Ya les va tocar, los años no están de adornos”-

Son los mejores días, nos divertimos mucho los tres, en lo personal me sentía en una gran plenitud.

A veces las noches se hacían largas, muy largas atendiendo a Nona y Eva se dormía en mi cama, yo me quedaba sentado allí atendiéndola a las dos, ese día mientras dormían me quede mirando el cuadro de Jesucristo que estaba en la pieza y me sentía algo confundido al mirarlo porque me preguntaba porque ahora me sentía en plenitud pero como con un cargo de conciencia, en ese momento me puse a recordar como las cosas no eran como parecían, papá no era el mismo conmigo, ya no tenía esa mirada que tanto tiempo me dedicaba, que él ni siquiera la saludaba a Eva, y ella lo sabía pero no decía nada tampoco, sabia los planes que mi familia tenía para mí porque se lo contaron en la iglesia.

Me sentía angustiado, esa misma angustia que tuve cuando le dije a Dios que me iría sin saber si volvería. Me sentí engañado por la gente que me ama y Dios de por medio, ese silencio llamador, ese silencio pre catastrófico, ya falta poco para aquello que me dijo mi papá, el fin de la secundaria se acerca pero no tenía dudas que quería quedarme con Eva pero el latido me cambiaba al mirar detenidamente el cuadro de Dios…

Capítulo 7– Predestinado a soportar.

(Contemporáneo)

Y estamos los dos allí, un hermoso domingo por la mañana tomando unos mates y viendo los partidos de la Premier Ligue como durante tantos años lo hacíamos. Él no se da una idea de cómo durante tanto tiempo lo miraba de manera incomprensible pero hoy dije basta.

Papá, hey ¿puedo preguntarte algo? Se dio vuelta y me dijo;

-“Claro, ¿Qué pasa?”-

Seguramente pensó que serían otras de esas charlar filosóficas de maestro y discípulo. Pues hoy no, y se lo dije así, entonces voltio su mirada de manera muy seria, le bajo el volumen a la tele, entonces le pregunte.

¿Tú me amas, como dices?… se quedó mirándome indignado, yo supuse algo así.

(16 de abril de 2015)

A mi alrededor todo parecía normal, pero para mí no, yo tome conciencia que lo que pensé que había terminado hace tiempo atrás aún estaba vigente. Eva sospechaba con solo mirarme a la cara que algo me pasaba y ella lo único que pensaba en no creer lo que suponía y por eso se hacia la que no pasaba nada. Entonces en la semana fui hablar con mi papá y le pregunte de manera seria porque no la saluda a Eva y no me dijo nada y le pregunte si aún estaba en pie lo del seminario, volteo seriamente, me puso contra la pared y de una manera incluso desafiante me dijo;

-“Te dije hijo, te lo dije, que tengas cuidado pero no te importo nada, hiciste lo que quisiste, ¿acaso sabes el prestigio que te tenía toda esta gente?Ella no es para vos, toda la gente te tiene como el futuro ejemplo de los jóvenes servidores de Dios y tú queriendo desperdiciar algo tan increíble por el falso amor de una mujer, ¡Por favor hijo! Date cuenta, esto ya no es personal, no desperdicies tu vida, no te diría esto si no fuera lo mejor para vos, ahora todos hablan de vos y tu futuro y vos escondiéndote con esa chica, ¡no seas estúpido! Hijo, tu naciste para esto, Dios lo quiere así, no seas una deshonra por amar una mujer…”-

Durante los siguientes días sentía la saliva con un sabor metalizado y para completar el panorama no me ayudaba aclarar.

(02 de mayo de 2015)

Tenía unas ganas de que me trague la tierra al punto que era indisimulable.

Fue uno de los días más críticos donde el panorama solo me pedía respuestas concretas, estaba acorralado. Hoy hay junta de religiosos en la iglesia y mi papá me llevo diciéndome que tenía una charla. Mi cara era como si hubiera visto algún espectro, pues allí estaban todo los que me conocían de niño, aquel famoso niño diferente, aquel prodigio ahora era adolecente. Pero qué más da decir que soy un estúpido y que mi vida es una mierda, creo que decir eso era lo correcto y como un tsunami en dirección hacia mí la pregunta del millón frente a la gente que espero tanto tiempo escucharme decir eso, sin más preámbulos uno de ellos comienza el ritual diciéndome;

-“Pedro, ¡muchacho, como has crecido! ¿Qué tal van tus estudios?

Más allá que la respuesta fue contundente y obvia, en mi interior salía un grito mudo, nadie lo oía pero yo sí, solo podía pensar en Eva mientras ellos me miraban y yo disimulaba como empezaba a resquebrajarme mientras miraba la estatua de Jesús. Y como una un disparo a quema ropa sin vendaje me preguntaron;

-“¿Qué vas hacer el próximo año? El seminario te espera aun, la gente está muy contenta con vos”-

Quería llorar y llorar muy fuerte, miles de sensaciones encontradas, miles de todo, miles por todos lados, miles de cosas en miles de direcciones, mil pesados de mí se empezaron de desparramar al decirles que era lo que tanto estuve esperando y que estaba agradecido a Dios por la vida que me dio, por la familia y por el llamado.

Me abrazaron y felicitaron, ahora cada uno de ellos volverá a sus ciudades a promulgar mi nombre como nuevo servidor de Dios, y sin más que decir, ahora sentía a mi papá como cuando era un niño.

Sentía una desesperación todo el tiempo como si estuviera solo en el océano a punto de perderme en el fondo marino, me ahogaba con cada segundo, soy un idiota pero tú no me entenderías nunca ¿Cómo se lo digo a Eva que fui yo quien mordió la manzana y que se prepare para el destierro?

¡Oh mi Dios, como me arde, no puedo ni mirarla y ella toda inocente regalándome sonrisas!

Capítulo 8– Heridas que no sangran.

(Contemporáneo)

-“¿Pedro tu estas bien de la cabeza? Como me vas a preguntar algo así, no seas estúpido”-

Vos sabes bien porque te lo pregunto le dije mientras lo miraba fijamente, no quería que interprete un desafío, quería una disculpa pero él solo me respondía;

-“Te juro hijo que si hubiera tenido una máquina del tiempo hubiera evitado todo desde un principio, sé que te hizo mucho mal y tal vez no haya disculpa que repare los daños pero has sido fuerte y aun estas aquí, de pie, luchando y quiero que sepas que te acompaño con lo que te propongas”-

Lo quede mirando pero no le conteste, él se levantó y me dio un abrazo, sabía que no era una simple herida o que no era cualquier herida, eran de esas que te desgarran pero que no sangran, la relación más extraordinaria con la persona menos pensada. ¿Papá? Mientras estés aquí yo puedo seguir se lo decía con esas lagrimas que corrían sobre mi mejilla al caer sobre sus hombros.

(15 de Septiembre de 2015)

Casi es primavera, pero lo último que puedo sentir es el abrazador clima o el aroma floreal, el canto de los pájaros y toda esa porquería. No jugábamos al gato y al ratón, Eva sabía y era cierto, yo pensé que se hacia la desconcertada pero el panorama era peor de lo que yo pensaba, habíamos pasado estos meses de manera crítica, la calidez ahora era solo un tímido calorcito tieso.

Me la pasaba las noche enteras bebiendo café a lado de la cama de Nona durante el invierno.

(Contemporáneo)

No es cualquier lunes, hoy me levante con ganas de verte pero no de visitarte.

(21 de noviembre de 2015)

Estábamos con Eva en una fiesta por la primavera que habían organizado unos amigos. Como siempre en estos casos los bailes desopilantes y el alcohol no podía faltar, cuando fui a buscar a Eva esta guapísima, esos arreglos que se hacia ella eran únicos y la verdad que me encantan pero no dejaba de ser una terrible mierda todo. ¿Te imaginas encontrar oro en el fondo del océano y dejarlo en la playa? Bueno tan estúpido como cierto.

Esa noche no estaba decidido a romper el hielo, quise disfrutar la noche a pleno con ella pero fue imposible, con la mirada me decía que deje de perder tiempo y que le rompa el maldito corazón de una vez, que lo estaba esperando, esa mirada que dice ¡dispara de una maldita vez! Pero yo no era cobarde y a la vez sí, es que no podía hacerlo pero tenía que hacerlo, maldita sea mi suerte.

No fue una linda noche para nosotros, solo mostramos indiferencia, pero ella me mostraba una mirada como de odio pero más por tristeza que otra cosa. Cuando volvíamos empezó todo el quilombo, le dije que paremos un momento que tenía algo para decirle, le vi hacer el suspiro más largo antes visto, sin vueltas, sin tartamudeos, sin piedad le dije que me iría que ya estaba casi todo arreglado, debo reconocer que esperaba tal vez un poco más de lloriqueo que de otra cosa pero se sacó de foco y me tiro con uno de sus sandalias y empezó a gritarme diciendo;

-“¿Piensas que soy estúpida Pedro? ¿Piensas que no sabía nada y vos aquí teniéndome como una pelotuda aguantándote mientras vos haces lo que quieras? Pero vete y vete bien a la mierda”-

Me quede parado mirándola como el gran idiota que me sentía pero sus desarraigados gritos eran incontenibles;

-“¿Pero que estas esperando?¿Un besito de despedida? “-

Eva, por favor, tranquilízate, no tiene que terminar así, te acompaño hasta tu casa, después me voy.

-“¡Largateeee, ahoraaaaa!”-

Se alejaba mirándome con lágrimas y se marchó sola, moría por sentir que eso era inevitable, porque deseaba seguirla y abrazarla pero estaba maniatado ante la circunstancias, ya no volvería a ser una más lo mismo, sino me hubiera amado no me hubiera gritado con tanto odio y aun así ya no éramos simultáneos, me quede parado viendo cómo se alejaba, sintiendo como se me habría una herida que no sangra.

Soy un gusano…

Capítulo 9– Escritos sobre piedra.

(Contemporáneo)

En los días más que sobran en este mundo suelo dedicármelos a mí, es más, considero que son muy necesarios.

Hoy me fui a la plaza general de mi bella ciudad y solo me acosté a observar las nubes cruzar, ¿feliz o triste?No, nada eso, evitaba quedarme dormido, mientras escuchaba a mi maldito corazón latir en paz con un ruido escalofriantemente silencioso.

Perdón, estoy en pausa, ya no todo es tan interesante como antes y entenderán que es algo comprensible después de todo.

El punto crítico aquí es ¿Cuánto soportas ser tú? Para mi es difícil ser yo.

(01 de diciembre de 2015)

Mientras bebía mi asqueroso café, sentado en mi horrible silla, viendo las malditas noticias, soportando los infernales rayos de sol de este maldito verano, se me acerca a mi otra de esas situaciones paradójicas de mierda. Porque estaba podrido y me puse a pensar que no debería ser así pero no le tenía miedo a Dios, sabía que tenía que tomar una bocanada de aire y abrir mi corazón con una sonrisas honestas hacia él pero estaba en duelo, es como que festejaran tu cumpleaños el día que del velorio de un familiar cercano, ¿Qué carajo hacemos? ¿Sonreímos o lloramos?

(31 de diciembre de 2015)

¿Para qué mentir verdad? Si podemos comer torta también en un velorio, asique de a ratos estaba muy feliz porque por razones misteriosas mucha gente era feliz con y por mí y eso era al demasiado increíble.

Pero hoy no es excepción, son las 18:00 p.m. de este encantador ultimo día del año y como en todos lados, la gente yendo y viniendo haciendo sus compras capitalistas corruptivas de mierda tradicional. ¿ y qué? A mí no me pagan por reír cuando tengo ganas de llorar, pero esta bueno esta sensación de bipolaridad desopilante después de todo.

Son las 21:00 todos están como locos preparando comida para comer 15 minutos en familia y en el momento que decido dejar mis boludes de lado, Eva me manda un mensaje diciendo que quería verme. Me agarro una bronca, ¡he, no puede ser!, que tan miserable tengo que sentirme, entonces le pregunte quería hacer y me dijo;

-“Ven a la esquina a las 23:50 p.m. no preguntes nada”-

¿Pero que acaso está loca esta mujer? Quería que vaya 10 minutos antes en pleno año nuevo, no pregunten nada, ya se imaginan cual fue la respuesta.

Y allí estábamos los dos abrazándonos y besándonos como si fuéramos dos presos que huyeron de los polos y que se encontraron en el ecuador. Fue genial y fue lo peor.

Cuando nos saludamos en la madrugada para despedirnos después de recibir el año nuevo en una noche de amor salvaje y prófugo no dijimos ni una sola palabra, no era necesario más que un adiós y bastaba, si todo estaba más que claro.

(Contemporáneo)

Te dije que lo haría, por ti, por mí, por nosotros. Che por cierto ¿Qué aspecto tienes allí? Así cuando vaya pueda reconocerte.

(18 de enero de 2016)

Hoy volvimos hacer lo mismo con Eva. Ya ni para que, ni porque, la despedida más larga jamás conocida. No nos queríamos soltar.

Tengo esa sensación de ser un pedazo de sorete que lo barnizaron con oro y aunque la pinta hace al sumario, no deja de ser su esencia en sí misma, ni los convictos más buscados por la interpol deben sentirse así de culpables. Tengo que viajar esta semana a conocer el seminario y nos quedaremos un par de días allí. Creo que si le dieras un billete de un millón de dólares a mis padres no se sentirán más emocionados que esto y la gente, ni hablar y yo soy el amuleto de la suerte.

Cuando volví me enteré que solo me quedaban dos días más antes de irme, suponemos el proceso de despedía y no, necesito más, mucho más, por lo menos el tiempo que demora un roble en envejecer.

Mi lengua iba y venía sobre mis dientes, mi ceja subía y bajaba, hacia sobar mi nariz, movía rápido la mirada, miles de millones de gestos, la inquietud como persa en arena romana.

Me dijeron que iban hacer una celebración de despedida por mi partida hacia allá y tenía constante visitas de gente saludándome pero solo sonaba una bocina…Eva.

Ese día de la celebración estaba impactado por la cantidad de gente que se encontraba en la iglesia, esa misma iglesia que me vio creer, que me vio ser, que me fui y volví como el hijo prodigo. Hoy el día se hace interminable cuando de repente a casi 30 metros de distancia Eva estaba parada en un rincón, me miraba de una manera tan fría y dolorosa, era insoportable, sobre el final dije palabras alusivas al pueblo que era lo mejor que me había pasado en la vida y cuando todo término la vi salir antes, yo salí por la parte de atrás ycorrí con todas mis fuerzas y me pare en la entrada, pude ver hacia mi izquierda como se alejaba, en ese momento la desconsolación me comió, corría lava por mis venas y la gente que se acercaba a felicitarme con aplausos, abrazos y sonrisas.

¿Qué era todo esto? No tenía que ser así.

Así ¡NO! no era un trazo profético, pero estabaescrito sobre piedra. Eva por favor no te vayas.

Eva…

(21 de noviembre de 2015)

Son las 17:00 p.m.

Soy el perro más que porque no le pegaron mucho, poco entiende. Le mande mensaje a Eva a mi amada Evangelina diciéndole que viajaba a las 05:00 a.m. mañana pero no me contesto.

Alrededor de las 10:00 me contesta diciéndome que iba a venir a la plaza tipo 23:30 a despedirme. Esta vez ya no había tiempo para seguir amándonos y hay que tener un corazón duro, cuando ella llego me vio sentado y se sentó a lado mío y durante toda la noche lo único que hacíamos era mirar el piso con una cara de desconsolación.

Son las 4:30 y me tenía que ir, le aviso eso y abre su bolso y saca una carta y me dice;

-“toma ábrela cuando estés allá”-

Le agradecí recibiéndole con un gestito de mirada y una inclinación de la cabeza pero ella en su forma menos gestual posible mirando el suelo me dice;

-“¿sabes lo que estás haciendo?”-

La mire a los ojos diciéndole que no, entonces se levantó y me dijo;

-“que tengas buen viaje Pedro, cuídate y se feliz”-

Vino la combi a recogerme y mi familia me acompaña hasta allá. Me senté en el fondo y abrí el sobre, era un collage de fotos nuestras.

No cabe palabras donde el sentir es explicito, esta echo, me voy sobre la carrera mirando el paisaje con la cabeza contra el vidrio y el corazón astillado.

Capítulo 10– Nada me puede faltar.

(Contemporáneo)

Estoy haciendo los trámites para adoptar a “Ñery” lo quiero mucho pero no sé si estoy dispuesto a pagar lo que Cris me pide, esa mujer está loca. Ya volverá la temporada de frio y no puedo sacarme de la cabeza lo que ese pulgoso aguanta, pero no puedo abandonarlo ahí, él estuvo aun que casualmente pero estuvo y lo quiero muchísimo.

Entre otros temas, hoy por la tarde estábamos merendando con mamá me pregunto;

-“¿para cuándo una novia hijo?”-

Y me causo mucha gracia, le dije que no esperaba llegar tan lejos, tal vez si pienso en el amor de una buena mujer pero no de una futura esposa, me miro sorprendida y si, eh pensado seriamente en una nena, miro sonriendo y me dijo.

-“Me gusta mucho la iniciativa, sería algo muy bueno para ti”-

(25 de mayo de 2016)

Han pasado varios meses aquí en el seminario, debo reconocer que mis hermanos son geniales, el lugar tiene el aspecto con el cual esperaba encontrarme, aprendo mucho y rápido, no puedo negar que estoy esforzándome mucho pero no sufro adaptación, siento que aquí pertenezco.

Hoy es el día patrio, con los muchachos hicimos un terrible asado en el patio aprovechando un hermoso sol como quien tomar un poco de vino y tocar un poco la guitarra. En líneas generales la pasamos muy bien, todos cumplimos nuestros deberes y tratar de vivir el día a día.

De vez en cuando una broma no cae mal entre nosotros como la de hacer coros mientras nos bañamos o claves morse para decir cosas inadecuadas en público, hemos fomentado la hermandad como tiene que ser y nos cuidamos.

(Contemporáneo)

Nona, traje los cohetes que me pediste para la virgencita, ya enseguida me pongo a fritar las empanadas y a abrir el vino, mientras tanto te quería preguntar ¿te gustaría que le ponga tu nombre?

(04 de agosto de 2016)

Ya no es divertido, suelo discutir a menudo con los muchachos pero no porque me lleve mal con ello, sino que suelo cruzarme en malos entendidos con el formador y aunque trato de calmarme el estar lejos de mi familia, de mis amigos y dejar la vida que antes tenía de un día para otro y hacer como si nada pasara no es fácil para nadie por mucho que uno puede esforzarse, sin embargo, a pesar de tratar constantemente de bajar los decibeles me costaba horrores.

(10 de agosto de 2016)

Tenemos psicóloga y llevo varios encuentros con ella y cada vez trato de ser más claro con mis circunstancias. Cuando le conté en gran parte lo que me tocó vivir previo de estar donde estoy me miro muy sorprendida y en una de sus sesiones fue muy contundente y me dijo;

-“Mira pedro, antes que nada debes tomártelo con más calma y si vale la redundancia pero porque te digo esto. Yo si veo ese potencial cristiano que cultivaste en tu crianza y es admirable pero no te veo seguro de estar aquí, es que te dijeron tanto que este es tu lugar que en cierta forma te quitaron la libertad de decisión y vos solo aceptaste y eso tiene sus repercusiones.

Yo no estoy aludiendo a nada, ni que sigas o que dejes, te estoy diciendo que tomes estas riendas de manera madura y decidas realizar lo que te hace bien y los que te quieran deberán aceptarlo o no pero es importante que sepas que quieres para poder sentirte bien”-

Le agradecí y me retire, me quede pensando en eso de que uno dejar que la voluntad actué sobre uno y me eh estado esforzando, cuando salí de la psicóloga me fui a la capilla y me quede mirando, algo sentía, algo que no podía describirlo pero como cuando sientes un presagio, me puse a orar deseando lo mejor.

Capítulo 11– El tiempo se agota, falta poco.

(Contemporáneo)

Recién llego de control, casualmente el colesterol no es un problema para mí, y cuando llegue me lleve la sorpresa que Ñery estaba en casa, me puse muy feliz al verlo y él también y no era para menos que para festejar asique le puse los tema de los Guns And Roses que tanto nos gusta mientras cocinaba unos achurajes, es una gran sensación verte aquí amigo mío.

No, no te equivoques, no se puede tener una concepción de familia ideal si quienes están quieren estar y así se aman.

Es un muy grato momento para mí.

(26 de agosto de 2016)

No se sentía lo mismo, me pasaba la mayor parte del tiempo con una mirada perdida como si no supiera ni quien era, se hacía notar bastante, con mi cara llena de altibajos, con un humor un poco antipático, con ganas de dormir todo el santo día. ¿Señor que quieres de mí?

Hoy el formador me llamo preguntándome que me pasaba, no quería decirle la verdad porque no quería correr el riego de entrar en problemas asique le dije que andaba con vómitos que al parecer estaba mal del estómago.

Por la tarde después de merendar, tomo el teléfono, ya que podías usarlo los fin de semanas pero no estaba de ánimos para hablar con nadie asique solo buscaba mi confort así que me recosté a escuchar música. Cuando nada parecía ser peor en el mejor momento me llega un mensaje de Eva, había quedado mudo, y bueno, pensé que no sería grave hablar con ella de todos modos estaba lejos pero el idiota siguió sus instintos y le contesto, charlamos muy superficialmente, le conté como me iba y eso, ella me conto también un poco, sentía que era el alivio que necesitaba, pero era imposible intentar hablar sin expresarnos con el corazón a mil, sin más preámbulos me dijo llorando que me extrañaba mucho y que se le era insoportable, yo no me anime a contarle que casi siempre la foto que me dio aquel día, a ella le gano la melancolía y me corto, yo quede sentado en el pasillo en un silencio que me dejaba preso el especio.

Me quede allí, solo, como el marinero que se quedó en su barco mientras este se hunde.

(27 de agosto de 2016)

Es domingo y lo curioso que estos días para nosotros son los más relajantes. El formador me dijo que debía mejor mis actitudes o que podría correr nota que no estaba cumpliendo las actitudes correspondientes y lo sabía, es que no sé, no se sentía lo mismo, estaba aturdido, no sentía nada y a la vez todo, no sé quería huir de mi cuerpo y dejar de ser yo aunque sea por un rato, estaba muy confundido.

Por la siesta le pido el teléfono de vuelta para comunicarme por un rato con mi familia que ayer no lo había hecho, me miro custodio samente, en fin, hable con papá y no quería decirle esas sensaciones que tenía, él estaba muy feliz conmigo y eso me parecía bien, pero le paso el teléfono a Nona para que hable conmigo y me empezó a surgir un calor que nadie de lo muy profundo de mi cuando me dijo;

-“¿Dónde estás Pedro? ¡Hace mucho que no te veo, no me dejes morir sola!”-

Me partió como leño por hacha, papá le quito el móvil y me dijo que estaba todo bien que no me preocupe que solo tal vez me extrañaba un poco como todos pero no era así, nadie la atendía como yo y ella lo estaba sufriendo y yo también, no hablamos más al respecto y le dije que más tarde nos caminaríamos de vuelta sin saber que sería cierto.

Fue tal vez o no un grave error pero ese domingo le conté todo al formador y le dije que me iría, me dio una buena retada pero se concientizo de mi inmadurez o porque simplemente soy un adolescente idiota o porque la psicóloga le abra dicho que yo era una pérdida de tiempo, la verdad no sé.

Tenía boleto para el martes, me fui acostar pensando en el caos que me esperaba en la puerta de mi tan golpeado corazón.

Capítulo 12– Se acabó, maldito corazón delator.

(Contemporáneo)

La producción comienza en un mes aproximadamente y me han estado preguntando qué tal llevada los nuevos materiales y bueno, le dije a Gustavo que tenga un poco de paciencia que lleva tiempo pero al menos hemos recibido buenas críticas, yo le termine diciendo que estoy dándome unas minis vacaciones, es que no conocía lo que era estar tranquilo y disfrutar y creo que me merezco un poco de descanso.

(29 de agosto de 2016)

Estaba preparando mi bolso, el autobús salía a las 19:00 y estaba muy nervioso, solo pensaba en todo lo que por repercusión me esperaba pero a la vez trataba de estar tranquilo. Justo en un momento que estaba viendo la foto de que tenía con Eva, entra José, un hermano muy querido mío y me ve y me dice;

-“Pedro, tan solo en un par de horas y siento que no te conozco, nunca te vi así, ¿tanto deseabas irte? ¿Tanto la extrañas a ella?”-

No es eso pepe, bueno tal vez sí, pero más que nada estando aquí aprendí a tener un poco más de claridad, de alguna forma siento que no ofendí a Dios, si es verdad que algunos se van a enojar como el formador pero solo trato de estar bien hermano. Y me dijo;

-“Te vamos a extrañar muchísimo hermano, me encantaría que no sea así y te quedes, pero me alegra verte bien y que busques tu bienestar”-

Gracias hermano mío, en algún momento nos volveremos a ver. Tome el bolso, salude a todos y me retire con una sensación completamente rara pero a la vez me daba calma, llegue a la terminal y subí al colectivo con muchas expectativas, aproveche y trate de descansar un poco durante el viaje.

(Contemporáneo)

Me di un saludable baño, me puse la ropa recién lavada, me cepille los dientes, tome los papeles sobre las mesa y me fui.

(30 de agosto de 2016)

No esperaba una fiesta sorpresa de bienvenida pero tampoco esperaba encontrarme con que nadie me recogería, llegue a casa y estaban todos dormidos sabiendo que yo llegaría, no debería pero lo tome como el primer palo de decepción.

Era sabido que el Obispo me pediría una charla pero tampoco sospeche que fuera tan espontanea, me dijo que hoy por la mañana temprano pasara por mí que iríamos unos días de viaje y charlaríamos, durante los siguientes días calculaba que me iba a retar también, sin embargo no fue así, al volver de ese extenuante viaje me dijo;

-“Pedro, ya te dije que para la iglesia otro cristiano es importante ante los ojos de Dios, que esto no sea motivo para que te alejes, ahora anda, date un baño que a la noche te veo en la iglesia, la gente va querer hablar con vos”-

Era el protocolo, no podía decirle que no, dicho y hecho, fui. Pero antes fui a verla a Nona pero estaba dormida entonces dije que a la vuelta y con mi familia aun no nos sentamos a charlar al respecto, lo único que mi papá a las cruzadas me dijo que vaya y que me desocupe y mamá que todo estaba bien. Fui y tuve que aguantarme algunos abucheos de alguna gente que me aplaudió hace unos meses atrás, pues los decepcione, tal vez, en ese preciso momento no me molestaba mucho, mi mente y mi corazón estaban en otro lado asique aguante los comentarios en forma de escupitajos y volví rápido a casa y me encuentro con la noticia de que Nona no estaba echando una simple siesta ese día, me empecé a tomar de la cabeza y a preguntar dónde estaba y me dijo mi mamá que la habían llevado a la clínica.

El corazón no se equivoca cuando late, sabe cuándo es alegría, cuando es tristeza, cuanto soporta y cuanto no.

Salí corriendo como tonto en dirección a la clínica pero no podía ver bien y mis piernas me temblaban mucho, en el camino me encuentro con unos amigos que me atajan y me dicen;

-“¿Pedro? ¿Cuándo llegaste? ¿Hermano pero qué carajo te pasa?”-

No podía hablar, casi que se me podía sentir de manera tangible el nudo en la garganta, me solté de ellos y seguí corriendo y ellos se quedaron sorprendidos sin entender nada.

Llegue, entre rascándome con la pared, la gente me miro asustada pensando que yo estaba en estado de emergencia y maldita sea que no podía hablar claro y me gritaba que me suelten, hasta que apareció mi papá e hizo que me soltar. Entre, papá aprovecho y salió a fumar y yo al pasar la vi allí con esos aparatos, se me cristalizaron los ojos, me temblaba el cuerpo, me tomaba de la cabeza, hacia rechinar los dientes, se me ceñía cada vez más la garganta, gota tras gota mi rostro que se empañaba de lágrimas y empecé;

Nona, por favor te lo pido, no ahora, por lo que más quieras, quédate un poco más, mamá te estoy hablando, escúchame, MAMÁ, por favor, quédate, soy yo Pedro estoy aquí, (abrió los ojos y me miro) si soy yo Nona, estoy aquí, estoy aquí.

Me sonrío y su mano dejo de apretar la mía.

Después de unos segundos mirando en shock, grite con todas mis fuerzas, papá entro e hizo algo similar, su madre se había ido. Entro el doctor y empezaron a desplazarnos hacia afuera de la habitación, yo no podía ni abrir bien los ojos, me maree, di vueltas, salí afuera, tropecé y caí, el corazón me iba a estallar, todo ya era mucho, era insoportable, estaba tirado boca abajo y el dolor parecía automático y aumentaba en cada latido, más y más, cuando de un momento a otro me sentí cuando desenchufas una consola cuando la estás jugando, me apagué.

Cuando me desperté, Dany, mi mejor amigo, estaba a lado mío, estábamos en la clínica aun, habían pasado varias horas, cuando se dio cuenta que desperté, rápido trato de calmarme con un abrazo y me dijo que ya la habían llevado al velorio, respire hondo y nos fuimos.

Algunos pocos conocidos se habían enterado que ya estaba en la ciudad de vuelta y encima que estaba en duelo, al parecer les agarro lastima y vinieron la mayoría a acompañarme, cosa que estoy agradecido, pero a pesar de ello yo estaba esperando a Eva. Me llevaron a despejarme un rato en la plaza, ya son las 03:15 a.m. y ellos siguen aquí y justo en ese momento aparece ella, me abrazo muy fuerte, tan épico como necesario pero había un silencio escalofriante por parte de todo los demás nadie decía nada y yo no estaba en condiciones de sospechas.

En un momento de calma Nicolás se sienta a lado mío y de Eva y sin importarle una mierda lo circunstancial, me dijo;

-“Hermano mío, estas llorando en el hombro equivocado”-

Apenas lo escucho, Dany se levantó y lo empujo diciéndole que era un estúpido, Nicolás le dijo que yo debía saber la verdad pero Dany le reprochaba lo de estúpido porque no era el momento. Entonces les dije muy enojado que hablen ahora, Dany trataba de abrazarme y convencerme que no era el momento cuando Nicolás grita desde el piso;

-“Díselo Eva, dile que anduviste haciendo cuando él no estuvo”-

Todos miraban en pleno silencio la escena, le dije a Dany que se callara y que deje que Eva hable, pero ella estaba muda, estábamos parados mirándonos de frente, cuando Dany se paró a lado mío y me dice que todos la habían visto hace varios días con otro chico.

Quede mirándola desconsolado, incomprendido, completamente idiotizado, Eva soltaba lagrimas mientras daba pasos hacia atrás, Dany me abrazo y me decía al oído;

-“Hermano, deja que se vaya, por lo menos por ahora, recuerda que en este momento lo importante es el duelo familiar que estás pasando”-

Como bebé chillón, se solté de Dany y empecé vueltas en círculos y volvía a sentir ese calor dentro de mí, pero ahora sentía deseo de vomitar y me faltaba mucho el aire y por un segundo pensé que me iba a morir pero volví a caer, por segunda vez.

Cuando desperté estaba en mi pieza, ya eran las 09:00 a.m. cuando salí a ver qué pasaba me dide manera increíble que los chicos aún estaban allí y que ya era hora del acompañamiento.

En el camino me sentía débil, muy devastado, no doy más, siento que casi no puedo respirar y el deseo de vomitar es constante, tal así como la furia y la tristeza. Cuando llegamos todos los familiares lloraban mirando como sellaban la abertura del nicho, yo tenía la mirada como alguien internado en rehabilitación. Cuando todo termino, se empezaron a ir y les grite que eran unos cerdos ingratos, volvían a sus casas como si nada hubiera pasado mientras que cuando yo vuelva me iba a faltar algo, lo más importante, mi viejita querida.

Nadie me dijo nada y se largaron todos, quede de rodillas al costado del nicho llorando por todo lo que me había pasado, me seria miserable, unas ganas de morirme e irme con ella.

Se acabó, lo perdí todo, maldito corazón delator.

Continuará…

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