Escribir y borrar

Escribir, borrar, escribir, rehacer.

Así vas caminando, pensando a cada rato en ella. Tratando de descifrar lo que te mata, lo que te hace flotar o caer. Por ahí vas, pensando.

De pronto, crees haberlo descifrado ¡lo lograste! empiezas a creértelo, a creértela, a crear. Fundes el metal y lo haces tuyo, haces el mejor escudo, la mejor espada: eres un guerrero. Vas a la batalla a ganar, miras al cielo y juras que no vas a perder, no vas a salir herido. Y de repente, tienes que borrar.

Sin embargo, como si no fuese suficiente: vuelves a escribir.

Esta vez eres el déspota, te da igual, no te la quieres creer y crees que puede funcionar. Ahí vas otra vez, ignorando y dejando todo atrás, escribiendo la nueva historia sin dejar que ella pueda opinar. Tomas el control, te sientes capaz, y cuando menos te lo esperas… Tienes que borrar.

Ya es la tercera vez, y sé que lo vas a volver a intentar. En esta oportunidad tienes que ser contundente: «Arriesgar para ganar».

Y te lanzas, esta vez directo a la profundidad del mar, no llevas tanque y se te olvida que cuando la ves hasta te cuesta respirar. Te sumergiste, la paciencia es el arte más fino para ganar. Llevas trescientos metros y la presión parece no abusar. Te sigues sumergiendo, al fondo está el final. Estás llegando, pero ella te supo mirar. Tonto, estás en el agua ¿Cómo vas a suspirar?

Y una vez más, tuviste que borrar.

El problema no es que borres y escribas, el problema es el afán, que al principio era magnífico, ya ni piensas en un final. Te olvidaste, pero te supiste recordar, y de las miles de aventuras que escribiste, ya no rescatas el fracasar. Por el contrario recordaste, de lo que eres capaz.

Creete, y empezarás a crear, a lo mejor no a ella, pero ¿al final que más da? Fuiste un guerrero, déspota y nadador profesional. Nadaste lo que nunca habías nadado, luchaste con tu propia voluntad, cambiaste la belleza de tu esencia, todo para «lograr». Ahora, además de todo eso, eres un escritor sin igual. Sabiendo lo que lograste…

¿Vas a escribir o volverás a borrar?

Una canción para entender, que escribir y borrar no es olvidar.