Cómo la flor que fuiste plantada en el jardín de más grato aroma. Todo en ti te adorna, eres digna de imitar. Regada con ternura, dulzura y comprensión El agua que alimenta los panales de tu corazón. Solo hay algo que no admito, y me duele contemplar. El maltrato que te acecha, como fiera sin piedad. Pies que te someten bajo la más cruenta crueldad, Manos que te desojan al tocarte con tan poca sedocidad. Pero ahora tú, levántate del mal trato sin par. Y atrévete Valente a escapar de tan dura ferocidad. Eres joya que adornas la calidez de un hogar. Eres manto que recubres la desnudez de una fría soledad. Bendita eres en todo cuanto haz sin parar. Bendita eres esposa al momento de engendrar, y como regalo de Dios. Eres digna de un buen tratar.

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