Quería dejar en claro que no estoy en busca de un compañero. Pero, si llegara a ocurrir, por esas causalidades del destino o por esos azares de la vida que llegase a mí aquel compañero que no busco, estoy dispuesta a no oponer resistencia. Si bien no preciso complicar mi existencia con pequeñas y nuevas experiencias que quizás me resulten incómodas por ser desconocidas, me comprometo a dar lo mejor de mí, aún si mi compañero no me brinda lo mejor de su persona. Sin embargo tengo la ilusión de que este compañero sea alguien que pueda formar parte de mi vida, sin descomponer lo que ya tengo pero complementando eso que me falta. Debe ser alguien con ideas fuertes y claras pero con la flexibilidad que una mente abierta requiere, un compañero que mire hacia adelante, sin estancarse en problemas invisibles.
Deseo que este escrito sea una forma de hacer un llamado a la ley de atracción que me ha funcionado en reiteradas ocasiones. Espero esta no sea la excepción.
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