En medio del fuerte temporal, donde las personas se inundan de malos pensamientos y de pesimismo barato, las gotas de agua que caen del cielo se convierten en diminutos cúmulos de vida que comienzan a aflorar a medida que aterrizan en la tierra.
Para los humanos sin alma, solo son gotas de agua, pero para los visionarios y los soñadores, cada gota representa un alma, una pequeña y diminuta porción de vida que al caer al suelo, permite que las semillas germinadas por el duro trabajo diario comiencen a germinar, para después convertirse en pequeñas plantas, que luego endurecerán sus tallos hasta convertirse en enormes árboles, y todo por una simple e insignificante gota de agua, que contiene una esencia dividida en millones.
Sin embargo, una vez que esas gotas caen desde el cielo, ¿qué pasará con esas almas? Para los humanos sin alma, no representan nada más que eso, agua. Para los visionarios y soñadores, esas almas se multiplican por miles y viven alrededor de los árboles, las plantas, los animales y algunos seres humanos con suficiente sensibilidad para percibir las energías vitales de este planeta, representadas en las millones de almas que día a día desembocan de los cielos en forma de gotas de lluvia. ¿Es que acaso el cielo está demasiado abarrotado de ángeles que ahora estos descienden a la tierra sin ser vistos? Al parecer sí, y lo hacen para crear vida de donde los humanos desconocen muchas veces el porqué, y eso es… porque no tienen alma.
Pero también esas almas pasan al mundo de los sueños. Algunas para acompañarnos y protegernos, otras para penarnos y lastimarnos y otras que no buscan ni lo uno ni lo otro, sino simplemente decirnos en absoluto y cruel silencio…qué somos animales con delirios de grandeza.
Así que cuando salgas en un día de lluvia, cual será tu primer pensamiento… ¿Vida o Muerte? ¿Bienestar o Sufrimiento? ¿Alma o Desastre Natural?
Tú decides…
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