Me vi encerrada en una habitación donde no habían puertas ni ventanas, no había forma de escapar. Ensismada en mis pensamientos oí una vocesita, era ella, la lagartija incrustada en un pequeño hueco de la pared y me decía: ¿Como a vamos a escapar de aquí? – Me quedé sorprendida mirándola y le dije: ¿Tú por donde entraste, que esta habitación está toda herméticamente cerrada? – Contestó: Me hallo en tu mente, no existo, buscas hallar en tu soledad y en tu silencio la forma de escapar, y desapareció. Fue maravilloso ese momento, comprendí que había perdido mucho tiempo de mi existencia pensando en huir de algo inexistente que vivía dentro de mí, y eran mis miedos, de morir no, de morir sola como él.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS