Enamorarme de Santiago no fue facil, seguir con lo nuestro tampoco, en toda relación siempre hay terceros y esta vez su padre era quien nos hacia la vida imposible. Tenía que dejarlo.
-No me dejes por favor – suplico – dijiste que nunca soltarías mi mano
Y era verdad nunca lo iba hacer pero esta vez su padre gano la guerra.
-Lo siento – susurre – me dolía en el alma soltar su mano pero tenia que hacerlo – asi que cogi su mano lo entrelace con el mío y poco a poco lo fui soltando.
– NO LO HAGAS!! – grito sollozando.
-Te quiero, pero lo nuestro ya no es lo mismo. Adiós Santi.
Corrí y corrí sin mirar atrás, no me detuve por más que escuchaba su voz llamándome. Quedarás en mi memoria y en mis recuerdos, quédate ahí, donde nadie te toque, donde cada vez que te busque pueda encontrarte……
OPINIONES Y COMENTARIOS