Hablemos de inmortalidad y escucha la música de tu cuerpo.
Concepto inmenso que se traduce en ardientes llamas que son tus almas.
Hablemos de inmortalidad y observemos a los polvos del atardecer mientras tú sonríes.
Intensa palabra que se la lleva el viento cuando tú hilada de canto de la naturaleza emerge.
Hablemos de inmortalidad y contemos los recuerdos de cada hoja, con la delicadeza de la naturaleza de tu instinto.
Subiré la mirada al cielo y emergerán los ríos de tus lágrimas.
Seré astronauta, seré viajera, seré aventurera de tu concepto que es mi precepto.
Hablemos de inmortalidad y mézclate en el universo donde tu cuerpo sea inmenso mientras yo te pienso, y encapullado destellar en la vastedad de la inmortalidad que es tu serenidad.
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