Un árbol con sentimiento y un conejo con aguijón

Un árbol con sentimiento y un conejo con aguijón

Scarlett Stanley

01/04/2017

Hace mucho, un joven de buen corazón, con sentimientos puros, con la lealtad de un buen perro, enamorado perdidamente de una dama de rostro inocente como él un conejo, pero con un aguijón tan punzante como el de un escorpión.

Este joven intentando enamorar a su dama, mostrándole cada parte de su corazón, la consentía cada día, comprándole hermosos aros, anillos, collares, pero sobre todo demostrándole todo el amor que él podía sentir hacia ella, con abrazos, besos.

Esta dama de ojos y mirada ingenua eh inocente, acepta los sentimientos del joven. Durante un tiempo, estuvieron juntos, ella no sabía cómo demostrar sus sentimientos, era bruta con este hombre de corazón latente, y el siempre perdonando todos sus errores.

Hasta que él se dio cuenta del aguijón de escorpión que ella poseía, ella se enamoraba de cada hombre que la cortejara, término teniendo un amante pero aun seguía con el joven de corazón aun latente por ella.

Todos los piquetes en su espalda, todos por ellas, lo dejaban cada vez sin esperanzas, ella ignorando el sufrimiento de este.

Un día ella tenía que tomar una decisión, entre el joven que le demostró el amor que sentía por ella, la consintió, la protegió y un hombre frio el cual no sabía cómo demostrar afecto alguno el cual logro enamorarla. Tomo un tiempo tomar la decisión, hasta que por fin decidió.

Este joven emocionado y nervioso a la vez, al escuchar su decisión…”lo elijo a él” el hombre frio que con solo cortejarla hizo que ella estuviera a sus pies, el corazón de este joven, ilusionado, con la esperanza de que ella permanecería a su lado…sintió como el veneno del escorpión recorría su cuerpo…y destruía cada parte…de su pobre corazón…

Ella lo dejo, yéndose con ese hombre frio…el pobre joven no soporto mas la pena…el sufrimiento…de esta cruel traición…sin darse cuenta…su cuerpo fue convirtiéndose en un pobre árbol…los cuales sus ojos eran trozos de su corazón…los cuales podrían reconstruir el de alguien más…

Ella al irse con ese hombre, olvido totalmente las experiencias con el pobre joven…muy quitada de la pena…simplemente lo olvido…

Paso el tiempo…y ella casada con ese hombre frio, encontró un árbol, con solamente dos de sus tantas hojas, al tocar su tronco, una variedad de recuerdos hermosos junto el joven que le mostro su corazón, la consintió y la protegió, pasaron ante sus ojos, una nostalgia invadió a la chica…desesperada rogaba por que el volviera…pero ya era demasiado tarde…en ese momento ella aprendió una importante lección de la vida…”una nunca sabe lo que tiene, hasta que lo pierde”

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