Los dos varones y las dos mujeres llegaron cansados a la cabaña de el padre de Martín. Dejaron sus bolsos y decidieron ir a pasear por el pequeño barrio que había por los alrededores.

Llegaron a una plaza muy verde. Ya a comienzos de verano toda la naturaleza conseguía esa combinación de colores que causaban un deseo de interminable belleza.

Lucas propone jugar a las escondidas, el aburrimiento crecía y las ideas eran escasas por lo que la idea fue aprobada por Martín, Eliana y Dafne. Martín se ofrece a contar mientras el resto se esconde.

1, 2, 3… Lucas se esconde en una iglesia abandonada y descuidado que por dentro, ademas de estar llena de telas de araña, contenía una estatua de Jesús y en una mesa una figura de la Virgen en una caja de vidrio.

4, 5, 6… Dafne corre en busca del escondite perfecto, divisa una estatua de la Virgen escondida entre las paredes de los baños públicos. Se esconde detrás y sonríe » jamas me hallara aquí» dice.

7, 8… Eliana, sin encontrar un buen escondite y sabiendo que su tiempo esta medido, se esconde detrás de un simple mural de ladrillos y espera.

9 y 10… Martín termina de contar pero en ese instante, su sonrisa se esfuma. De su bolsillo saca un cuchillo bien afilado y emprende una búsqueda asesina.

Lucas decide intentar liberarse y cundo cruza la puerta de la iglesia se enfrenta con Martín, mira el cuchillo y antes de caer hacia atrás es apuñalado en la parte izquierda de su abdomen.

Eliana sale de su escondite. Intentando librarse, se dirige por los baños y contempla como Martín, sosteniendo el cuello de Dafne, lo corta de lado a lado dejándola desangrarse frente a la Virgen. Eliana corre, tropieza y antes de poder reaccionar, él ya se encuentra sobre ella. Entierra el filo en la espalda de su última victima y lo extrae con fuerza. Al levantarse, sostiene su arma y lo pasa en forma vertical por sus venas, en cuestión de segundos cae al suelo como un árbol viejo abandonando este mundo creyendo ser un purificador.

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