En memoria de Brayan

Muchos me hablan de ti, tu nombre siempre llega en cualquier motivo de conversación, recuerdos van y vienen por parte de mis suegros, de mi esposa, de mis cuñados, ese es al parecer el sentido de la muerte, hoy uno de los tantos mensajes, porque al final recordar es el mejor remedio, desafortunadamente no puedo decir lo mismo, no tuve tiempo para compartir a tu lado, pero siempre he sentido esa necesidad de despedirme o más bien presentarme, porque llegue a la vida de tu familia un año después de tu partida, exactamente en el 2015, para mí un año maravilloso porque fue a partir de ahí que conocí a tu hermana a quien hoy tengo el privilegio de tener a mi lado, y que he acompañado en diferentes momentos emocionales incluso aquellos en los que se ha desahogado y ha derramado lágrimas, en los que ha dejado salir esa pesadumbre que le ha causado tu ausencia, y es que realmente no es fácil llenar ese vacío, porque aunque no tuve el honor de conocerte puedo percibirlo a través de las expresiones de tus familiares en especial de tu hermana y tu papá, los llantos, los sentimientos de remordimiento, la tristeza y otras tantas emociones que han dejado salir cuando tu nombre se hace presente; creo que a través de ellos y de sus relatos he podido conocer más de ti, de tus capacidades, de tu ingenio, de tu tranquilidad, de tu gusto por las gomitas, de esa gran capacidad para buscarle solución a lo que pareciera era un gran problema, de tu carisma, de tu gusto por el RAP, te destacan e incluso te han llegado a comparar conmigo en muchas ocasiones lo cual es para mí un halago, y me hace pensar que hubiera sido maravilloso aunque sea por un instante compartir un par de palabras contigo, tuve la oportunidad de verte no en el mejor escenario, desde luego no fue el más propicio, pero quise ofrecerme para reconocerte y así evitarle un trabajo duro a tus familiares, que se en ese momento cuatro años después de tu partida les dolería verte con las secuelas de estar encerrado en un ataúd.

Hoy en día surgen demasiadas incógnitas, preguntas que van y vienen, nunca acabas de comprender porque tan pronto, porque un joven con tantos sueños, aspiraciones, con tanta energía por aportar, con un camino largo por recorrer, un mundo que esperaba por él, pero después de tantos años de dolor, de ser testigo del vacío que causo tu muerte en tus familiares, hoy te puedo decir que el tiempo les ha servido para comprender que estarás en un mejor lugar, donde tu alma descansa en paz, acompañando sin duda a cada una de las personas que más querías, cuidando y protegiendo de ellas.

Ahora me despido, convencido que tu luz guía nuestras vidas, y recordando el estribillo de una canción: “no se muere quien se va, solo se muere quien se olvida”, porque tu imagen permanece latente, y perduran los mejores recuerdos de tu paso en esto que llaman tierra.