«Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando»

«Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando»

Teté Nz

10/04/2019

Hoy me cuesta entender la vida y más aún entenderla sin ti, sin ese sentido del humor que solo entre nosotros compartíamos, sin tu ánimo y tu ligereza. Me cuesta aceptar que en la vida me he preparado para todo, menos para estar sin ti, porque ahora es que me doy cuenta de lo inmortal que siempre te creí. En mi cabeza pude haberlo perdido todo, menos a la persona con la que pasaba horas platicando cuando éramos niños, con la que fui descubriendo el mundo, a la buena y a la mala, pero juntos, hombro a hombro, riendo, llorando, peleando, de todas las maneras que quien comparte mucho más que solo la misma sangre puede entender.

Tuvimos momentos terribles, dolorosos, extremos, risas interminables, logros, abrazos, cervezas innumerables, todo y más. Compartimos la vida entera. Has sido mi compañero, mi protector, mi fuerza y mi seguridad, mi verdad, mi risa y mi unión.

Te extraño cada segundo pero te he encontrado en cada gesto que aunque tuyo hoy tengo. Te extraño cuando sonrío, cuando despierto, cuando se hace inevitable la realidad de tu ausencia, porque si en alguien podía confiar era en ti, si a alguien le daba todo una vez y las que fueran necesarias era a ti, eras tú quien me llevaba a los límites de la desesperación, pero si alguien hacía todo eso mismo por mi…. También eras tú.

Me buscaste más de una vez y me encontraste cuando ni yo misma podía hacerlo. Me enseñaste a decir la verdad, a confiar en mí, a seguir, siempre seguir.

Tengo mil historias juntos y novecientas me hacen recordar al tipo amoroso, noble, de sonrisa inmensa y animo ligero que llegaba a iluminar el lugar donde se paraba, el que fuera!, siempre encantador, siempre dispuesto.

Si tuviera oportunidad solo te abrazaría más, aunque tal vez nunca sería suficiente. Te diría más veces lo orgullosa que estoy de ti, te diría lo mucho que admiro tu valentía, tu perseverancia, tu ánimo para seguir adelante y lo mucho que quisiera tener un poquito de ese carisma tuyo. Te diría GRACIAS por todas las veces que me levantaste, las que me escuchaste, las que me animaste a hablar cuando no podía hacerlo. Te escucharía con más atención…

Los dos creíamos que cuando alguien muere simplemente se acaba todo, sin cultos ni más allá. Hoy que no estás no puedo creer que sea así, quisiera escucharte, abrazarte, saber dónde estás, creer que estás aquí, escuchándome, riéndote con este caos o leyéndome como te gustaba.

Podría enojarme la vida entera o hacerme nuevas preguntas cada día… pero la realidad es que te extraño a cada instante, que me quitaron una parte de mí, de mi alma, que me harás falta cada día, pero hoy y tal vez solo por este día y el resto de los días quiero pensar en ti con la alegría con la que hablabas, con el entusiasmo de lo que hacías, con gratitud por la vida bonita… con el amor a la aviación, con el ánimo de lo nuevo, de lo bueno, con la euforia de tanta gente, encantador.

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