El Club del Siglo XXI

El Club del Siglo XXI

Ferrer

04/04/2019

Estoy sentado delante de la computadora, una cálida noche de abril en la ciudad de México me abraza. Comencé a leer a Bukowski de nuevo hace una semana, mi ídolo de la adolescencia me dio una perspectiva diferente de como venía observando la vida hacía poco tiempo. Es gracioso como un borracho ermitaño tiene el valor de contar las aventuras de su vida en un ciudad decadente llena de personajes vacíos al igual que sus botellas de vino. El vivió a mediados del siglo pasado y supongo que en este momento no somos tan diferentes. al menos en el alcoholismo. Algo que le reconozco al viejo es la capacidad de contar las cosas como un verdadero sinvergüenza y eso es lo que nos falta a todos los pseudo escritores hoy en dia, un poco de cojones para criticar el mundo, bajarnos del pedestal del joven escritor, como si fuera gran cosa, y escribir algo que nos duela en los testículos leer. Soy alcohólico un alcohólico, un alcohólico de 21 años, normalizado al igual que todas las otras situaciones en este siglo.

Piénsalo tú, joven escritor sentado en frente a tu computadora, igual que yo, sintiendo que eres el próximo Poe, Camus , o cualquier otro viejo rancio. Antes de leer a Bukowski estaba leyendo Fausto, de Goethe, lo que escribía era inevitablemente parecido al estilo romanticista de aquel hombre, sea cual sea la motivación que tengamos para escribir, lo hacemos inconscientemente parecido a nuestros héroes. Es aquí donde nos preguntamos ¿Qué pensaría Goethe o Bukowski de lo que escribo? ¿Es esta una pregunta relevante? yo opino que no, es más probablemente ellos responderían que somos una mierda. No me malinterpretes no digo que lo que escribas se una mierda pero probablemente sería lo que ellos pensarían. Sin embargo ellos no tenían que tomar un bus para pasar en él 2 horas y ser aplastados por un gerente al llegar a nuestro destino.

Entonces si somos arriados como vacas por los autores que nos marcaron ¿Que nos queda a nosotros? Pasamos años atorados esperando una inspiración que jamás llega y cuando llega, el producto no nos convence, tal vez tengas razón, tal vez, es solo mi frustración como autor fallido.

Yo creo que nos queda hacer lo que nos de la jodida gana. Hagamos una revisión por las otras artes. Hace poco vi una foto de mi actual presidente de la mano de un “Renombrado” artista de mi país cuya obra maestra fue una réplica de un supermercado popular aquí en México. Los críticos se lanzaron y dijeron que era una ejecución magnífica influida por las figuras geométricas de kandinsky, yo digo que son buenos mentirosos. ¿Quien que tenga una valida opinión puede decir que la obra de este artista es una mierda? ¿Quién puede decir que el orinal de Duchamp es una mierda? Exacto,nadie. ¿Existe la crítica aun en este mundo? ¿Quien nos critica a nosotros? Vivimos en libertinaje artístico, donde un mojón puede catalogarse arte mientras el artista se lo crea.

Les presento la distopía del siglo XXI. Donde la verdad de todos es la verdad correcta y por lo tanto la verdad no existe. Un club bastante caro , por cierto, pero mientras pagues tu membresía mensual puedes abrir la boca en pro y en contra de lo que se ocurra. Es cierto, aquella membresía se paga caro. Uno nace , crece , estudia lo que en su mente adolescente le parece correcto, para después trabajar 60 años , si es que tiene uno la suerte de vivir tanto y después morir pensando que dejamos una pequeña marca en el mundo.

Durante el proceso de vida el club nos ofrece diversas formas de calmar la poderosa sed de infinito que está implícita en el ser humano. Entonces para los 30 uno trabaja como mula y después acude al psiquiatra para ser diagnosticado con depresión, ser prescrito con antidepresivos y pensar que al final la vida mejorará, pero señores por Dios (si es que todavia es valido jurar por el) que no es así. Puedes verlo tu y puedes verlo yo. Comprueba este punto, no le creas a un borracho, sube al transporte público de tu país y cuenta las caras felices, si encuentras más de tres siéntete libre de contactarme, pues quiero mudarme a donde vivas. Supongo que ahora puedes pensar “Carajo yo nunca he ido al psiquiatra este tipo exagera.” Hijo tal vez nunca hayas ido al psiquiatra pero cuantas cervezas has tomado en tu vida, cuántos cigarrillos o cualquiera de las sustancias que uses para liberarte o inspirarte. Eres escritor carajo sino combates al mundo con tu intelecto ,eres un enclenque, si dejas que ese maldito se te escape entre los dedos por el consumo de una sustancia que te hace sentir bien debo recordarte que hasta Poe acabó loco.

Entonces este sujeto miembro de este gran club saldrá del trabajo, enojado, inferior, aplastado, tomará el bus de regreso y podrá hacer dos cosas: La primera será tomar el celular ingresar a la maravillosa red social y divertirse viendo como el gato del conocido de su conocido cagó la alfombra por tercera vez consecutiva en la semana. La segunda cosa que podra hacer sera dormir, dormir en un asiento maltratado de 30 cm recargando la cabeza sobre el hombro de otro trabajador durmiente mientras babea del cansancio. Decía Jorge Ibargüengoitia que en mi pais podria bien gestarse una revolución en el transporte público, si los mexicanos no tuviéramos la capacidad de quedarnos dormidos en cualquier parte. Ahora después de dos horas de trayecto sinsentido el bus se detiene y nuestro buen amigo llega a su barrio sucio clasemediero para recibir quejas acerca de que tan mal está la situación y el pensara; señores nunca ha estado bien la situacion aqui.

De la vida en el club hay diferentes perspectivas, por que debo decirles amigos que este resentido social al que llaman autor va en la tercer escuela más cara de México y vaya que hay gente que se divierte. Supongamos entonces una división en el club, un división de supremacía por miembros VIP. Aunque claro membresía es más cara, el pagarla no se sufre tanto como en la división normal de nuestro club. Los individuos imperantes en esta supremacía son un grupo fascinante de observar. Hay por ejemplo quienes han visitado el coliseo 5 veces, sin embargo siguen pensando en por que nadie hace conciertos allí. Viven su vida más felices que un alfa en la distopía de Huxley.

Dueños del universo decidiendo el destino del país un país que ellos no sostienen. Vivirán su vida pensando en cómo la situación del país es tan buena, pero no crean que son malos, pues en los veranos y en navidad bajan de su reino en el club a mezclarse con los miembros de divisiones más bajas llevando un granito de su maravillosa vida en la división VIP a los plebeyos miembros de la casta baja.Una vez terminado su verano llegarán y postearán en algún círculo virtual como le dieron de beber a un niño negro que estaba muriendo en huesos o cómo construyeron una casa de cartón para una familia de indigentes del país, es entonces cuando vuelven a sus tronos en la clase VIP triunfantes, como Julio César en Roma, héroes blancos sentados en su trono. Eso señores se llama despotismo ilustrado y ya lo hacía Catalina en Rusia.

¿Quienes son estos a los que los héroes blancos de la división VIP acuden cada verano?

Son aquellos que no son miembros del club, aquellos que no disfrutan de estos grandes privilegios como llenarse la panza tres veces al día o reinar en un departamento de diez por diez; Estos parias de la sociedad vistos con asco la mayor parte del año por ambas divisiones del club, viven fuera del sistema, acercándose a él solo a mendigar una parte de nuestra tan preciada membresía. Podríamos pensar en cuán miserable es su vida al no pertenecer a este maravilloso mundo del siglo XXI, como es que su opinión no importa o como es que no tienen la fortuna de ser aplastados por un gerente 5 días a la semana por 51 semanas al año y si amigo; tienes razon, pero ellos tienen algo que ni tu ni yo tenemos y es la ausencia de las cadenas que nos apresan a ti y a mi. Cuando te han quitado todo no le tienes miedo a nada, vives en una esperanza perpetua de que algo más allá de la muerte sea mejor que esta vida de carencias.

Se hace tarde, creo que dejaré aquí este escrito ridículo sobre cosas obvias que todo el mundo ve a diario y probablemente a nadie le importe. Mañana debo volver al club, para poder algun dia pagar mi propia membresía y esperar que mi opinion importe.

¿Conseguirás tu membresía joven escritor?

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