Búscame en tus sueños

Búscame en tus sueños

Tania Medina

21/03/2019

Comenzó a ejercer el insomnio, madrugada tras madrugada, acompañado de una vela casi extinta y su sombra palpitante, poseído por una especie de locura sagaz que le concedía romper las barreras del tiempo y el espacio dejo ir sus más profundos pensamientos. Creía poseer el más íntimo júbilo de permanecer despierto, atento, mientras componía imágenes, leía o escribía… viviseccionándose, volcando todos los rincones de su vida, una y otra vez. Sin saber que, cuanto más absorto e inspirado se sentía, en realidad más lejos se encontraba de sí.

Una madrugada, bajo un destello de lucidez reconoció que él no era más que la figura de un sueño, un sueño ajeno. Había ofrendado su sueño sin querer y la nostalgia que ahora lo acompañaba, era saber que había dejado sus sueños, por habitar en los de alguien más.

Se encontraba en ese extraño lugar, donde a veces nos habitan, donde nosotros ya no somos, para convertirnos en la ilusión y el sueño de alguien más, un delirio. Porque cuando uno tiene insomnio y de eso se dio cuenta muy tarde, mantiene una conexión involuntaria con quien sí cree y abraza sus quimeras.

Pronto, comenzaron los estragos, tantas noches creyendo estar despierto, pero en el insomnio no se está despierto, ni se está dormido, es un trance, donde unas veces la tranquilidad te acompaña y otras veces, las peores, la ansiedad te succiona las entrañas.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS