…Tres amores, tres pequeños dilemas…

Tres amores definen mi caminar, tres distintas formas de amar, tres son las veces que debo preparar un enunciado diferente para cada flor aquí presente, y aún así el amor que les doy no se puede comprar, pues son gestos obsesivos, una obsesión que mata y que quiebra lo que por dentro se genera; generar un algo, un nada o un todo, que a su vez no es lo que aparenta ser; pues llega a formar un amor verdadero, que posiblemente sea un fortuito pensamiento en este bello y delicado argumento.

No es amor, su definición se desarrolla como atracción; me duele pensar que he de jugar con tres delicadas rosas que poco a poco dejo marchitar. Un capullito de ellos se me ha marchar pues nuestro hablar, se convirtió netamente en una rutina poco convencional. Se que jugar con fuego es peligroso, pero puedo tal vez colocar un poco más de carbón; atreverse a jugar con paja y cerca de la gran llamarada, esta gran enmontada, se volverá mas que ceniza y pequeñas partículas de cazón, que obviamente sin cesar representarán un corazón destrozado por un tridente poco emocional.

Pero ingeniárselas es la razón, preparase con una cubeta llena de jabón, así al encenderse esta indomable fogata, serán las burbujas quienes apaguen tal quemazón, y que darán fruto a una nueva sensación, la cuál llamare la espuma ardiente del amor que brota insaciablemente, de este mi agujerito, denominado por muchos como el corazón; pero el cual describo como un párrafo vacío, el mismo que espera ser tomado en cuenta para escribir las inesperadas anécdotas que obviamente estos tres amores tienen para ofrecerme sin saber que mi amor es compartido de a pedacitos, pero no tengo valor para enfrentarlas, así que callare mi secreto hasta el último momento.