Cuesta el doble levantarse a la mañana

Buscamos cada noche el dormir con la mente tranquila,

la conciencia es una compañera asfixiante,

sabe como enredar mis pensamientos casi tanto como tú.

Con el tiempo he aprendido que no cuesta tanto caminar sin tu mano,

que mi camino sigue siendo igual de recto.

Continúo buscando esa sensación que me haga vibrar,

que despierte a mi alma de este trance en el que nunca pedí estar.

Algo que cautive mis sentidos, algo más que tu mirar.

Hay demasiada negatividad, la gente va y viene sin parar,

sin demostrar respeto, sin devolver la sonrisa.

Dime ¿Por qué cuesta el doble levantarse a la mañana?

No estás aquí, tal vez eso piensas tú, yo te digo sigues siendo mi luz.

Que es mejor compartir que competir, sirve mas dar que recibir,

Abre más el alma escuchar que admirar tus labios.

Sigo pensando como te decía, como te gustaba,

las cosas cambian aunque no estés preparado para el mañana.

Así es la vida, como un pájaro que es libre pero enjaulado,

cuando algo ya no esta es porque no debe estarlo.

Siempre creí en la magia, la encontraba en tus ojos, hoy no encuentro calma.

Se que me guía aún, no puedo evitar hablarle a las olas,

no quiero evitar contarle a las flores lo mucho que te extraño y lo bien que me hace haber volado.

Este mundo se vende al mejor postor, un engaño tras otro y sin control,

déjame decirte algo: ¡yo te enseñé un mundo mejor!

Crecer no es fácil, no hablo de madurar, sino de ver con los ojos abiertos el mundo,

resolver problemas cuando no hay solución, dar una mano amiga sin condición,

hablo de dejar volar la imaginacion.

Tal vez haya perdido tu encanto, tal vez no se puede tapar el sol con un dedo pero no dejaré de intentarlo.