¿Por qué preguntas si piensas saber la respuesta?
Que te anhelo, sí, es cierto;
que si puede que lo diga, eso me parece distinto,
me atemorizo de lo que acontezca.
–
¿Por qué preguntas lo que puede ser inexplicable?
Tantas formulaciones: «¿En qué te inspiras?»
Me llenas de conmociones, ¿Y qué hago?
Si escribo casi de cuando respiras.
–
¿Que si me atraes?
Tal vez…
–
¿Que si en ti pienso?
No lo voy a negar, es irrefutable decir que no;
Mi mente vuela y la imaginación con ella,
de pronto tu voz y tu presencia llega.
–
Tan pequeño el escrito y tan grande un olvido,
que si me he engachado puede ser posible,
que si quiero desafanarme…
No, ¡A eso es lo único que pido, no me obligues!.
-Kristel.
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