Segunda derrota

Segunda derrota

Pisaal

05/03/2019

Segunda derrota


El Miércoles 27 de abril de 1983, en “El Diario de Burgos” apareció la siguiente noticia:

«En el Pueblo de Jaramillo de Alto Buey, de 22 vecinos, ha muerto un anciano de 94 años en circunstancias extrañas. Se le conocía como “El extranjero” y no mantenía relaciones con ninguno de los vecinos quienes desconocían hasta el nombre, y que desaparecía largas temporadas de la aldea. Una tarde se oyeron ladridos de su perro seguido de aullidos, hasta que se extinguieron totalmente. El alcalde alarmado avisó a la guardia civil, quien después de varios toques a la puerta, la derribó, encontrando el cadáver en estado avanzado de putrefacción, tendido en suelo, mutilado, quizás devorado por su propio perro, quien yacía junto a él. Lo más extraño del caso es que en las paredes, había numerosas cruces gamadas y banderas rojas donde dentro de un circulo blanco aparece la esvástica, situada a la izquierda. En todas las paredes están pintados los números 14, 88 o 18.

También se ha encontrado un uniforme de la SS, un libro titulado “ Mein Kampf” (Mi lucha) y numerosos escritos con tinta en varios cuadernos apilados.

La casa ha sido precintada, al cuerpo se le va a realizar la autopsia requerida por el juez, y los cuadernos se han depositado en el Juzgado número 3 de Burgos para su estudio por especialistas, por si fuese exaltación del nazismo».

Resumen de los papeles encontrados en el Pueblo Jaramillo de Alto Buey, realizado por una fuente no identificada recogiendo las filtraciones del juzgado número 3 de Burgos y a las numerosas investigaciones realizadas por dicha fuente, quien en ocasiones ha tenido acceso a dichos documentos.

La noticia dada por el Diario del Burgos el 27 de abril del año pasado, me llamó extrañamente la atención y me dediqué a investigar sobre ese suceso y he tardado más de dos años en reunir todas las noticias, y lo que en un principio fue solo una sospecha, hoy puedo asegurarlo, si no con un 100% de certeza, muy próxima a ella. Ese hombre era “Adolf Hitller”.

En los cuadernos mencionados se lee:

«Tuve que hacerlo para que fuese creíble. Me refiero a casarme con Eva en los últimos momentos y el prepararlo todo para el suicidio de ambos. ¡Qué inocente fue ella! Se lo creyó todo. Es cierto que el matrimonio fue válido y además preparado por mí dándole fastuosidad, pero sobre todo publicidad. Me ayudó en toda la trama mi amigo y mi médico Theodor Morell. Conseguí con carantoñas y caricias endosarle el veneno en la copa, y una vez muerta, Theodor y yo arrastramos el cadáver de un soldado parecido a mí, al que le pusimos mi uniforme y le prendimos fuego. La noticia corrió como la pólvora: “Hitler ha muerto, Hitler ha muerto”. Y mientras se oían las aclamaciones de dolor, o bien de alegría, yo salía del búnker en una camilla, con la cara vendada, junto a mi amigo, hacia su clínica, donde me operó y desfiguró mi hermoso rostro».

Cuando leí esto no me lo creí, pensé que sería algún loco seguidor de este criminal que vivía una vida que no era la suya, que fantaseaba asumiendo su identidad, pero las lecturas de algunos párrafos siguientes crearon la duda razonable para seguir investigando.

En otro de los cuadernos estaba escrito:

«Fue un gran aciertoeliminar las ideas de democracia, socialismo, pacifismo.., Son ideas que hacían al pueblo alemán débil y vulnerable cuando es la mejor raza del mundo, la única totalmente pura y superior a todas. Pero lo mejor de toda mi actuación fue achacarle todos los desastres económicos, políticos, e incluso de degeneración de la raza, a ese pueblo de cobardes, que no deberían llamarse seres humanos, a esos judíos que me cargué, si no a todos, a una buena parte de ellos, así como a los gitanos, a los deficientes… Tendría que haberlos eliminado del todo porque hoy, esa raza inmunda, ha conseguido tener un estado, una tierra, un hogar, y siguen con su dios a cuestas, un dios que según cuentan es cruel … ¡Y me llaman a mi cruel!. Y no lo soy; solo soy un revolucionario puro, un servidor fiel que quiere lo mejor para su pueblo, un pueblo que debe realizar todo para su conservación de raza pura, e incluso llegar a matar, para poseer el mundo».

En los papeles que he podido revisar, he encontrado evidencias de una personalidad obsesiva, y enfermiza, y a pesar de que hay cierta ternura hacia los niños, no dudaba en atormentarlos si creía que eran enemigos.

Una de las preguntas que me hice fue el motivo de venir a vivir a España y entre sus cuadernos encontré la clave para entender su elección:

«Después de la operación para cambiarme el rostro, pensé que debía dejar Alemania y refugiarme en algún país extranjero. Pensé en mis aliados, en Italia o en España. Después de muchas horas de reflexión decidí venir a este país de gente ignorante, dominados por un general, y devastado aún por su lucha fraterna. Y acerté plenamente porque las gentes del pueblo elegido, casi una aldea con doce casas, no sabían ni donde estaba Alemania, ni que pasaba fuera de sus lindes y todas sus preocupaciones no eran otras que el cuidado de sus cosechas de cereales, el sacar los animales a pastar, el podar sus vides, el hacer el vino peleón en su bodegas… Al llegar quisieron establecer relación conmigo, pero después de varios intentos, ante mi reacción negativa y agresiva, me dejaron tranquilo, además yo solo estaba en este dichoso pueblo algunas semanas cada dos o tres meses porque debía de ocuparme de mis asuntos. Cuando estaba en él, iba con frecuencia a Madrid para ponerme en contacto con mis amigos íntimos de partido escondidos en diversos países. Usaba todos lo medios técnicos posibles con cuidado para no ser identificado, por lo que cambiaba cada vez de hotel, de ordenador, de teléfono… No podía dejar rastro de mis ocupaciones. A veces pienso que habría pasado de mi vida y de mi querida patria, si hubiese contando con tantos adelantos como hoy puedo utilizar».

Al leer esto me preocupó enormemente la frase “debía ocuparme de mis asuntos”. ¿Qué asuntos eran esos que lo tenía ocupado? No podía ser ninguna preocupación económica, pues cuando se exiló se trajo el suficiente oro para vivir tres vidas, y solo dedicaba sus días en el pueblo a pasear por sus campos dorados, o pescar en sus ríos helados grandes truchas que luego las volvía a tirar. ¿Dónde iba cuando salía de la aldea? Seguí buscando en sus escritos y me llenaron de terror lo que encontré:

«Acabo de regresar de Brasil y estoy muy contento. El doctor Christopher, discípulo deTheodor Morell, sigue con sus experimentos y ya empiezan a tener éxito. Llevamos un largo camino de muchos fracasos, como el ocurrido cuando inyectamos mi esperma en monas o implantamos los óvulos fecundados en ellas, porque abortaban a los tres meses de gestación, o bien con las primeras clonaciones realizadas con mis propias células allá por los años cincuenta y tantos. En mi último viaje ya tenía veinte niños iguales a mí, aunque la verdad es que se han perdido más de cien. Estamos intentando inundar el mundo de varios Adolf Hitller. Vivirán en diversos países y serán adiestrados en sus primeros momentos de vida. Aún son pequeños pero serán verdaderos jefes de esa revolución e implantaran en todo el mundo las verdaderas ideas. Por otra parte, cada vez he conseguido con mis discursos, charlas, mensajes subliminales a los chicos jóvenes de todos los países, formar verdaderos ejércitos de cabezas rapadas (no de camisas pardas, que hoy no se entendería) con las consignas ya vividas antes de mi supuesta muerte. El mundo volverá a sentir la primacía y el poder de mi pueblo, dominaremos a todos los pueblos».

Después de estos hallazgos, hice miles de intentos de prevenir a las autoridades civiles, militares, políticas de las conclusiones a las que había llegado, pero ninguna me creyó, y si alguna lo hizo, se ocultó la noticia porque podía crear una alarma innecesaria… Ya he dejado de intentar hacerlos públicos porque estoy vetado en todos los medios de comunicación, e incluso, el libro al que tanta horas he dedicado, ha sido secuestrado antes de salir de la imprenta. Dejaré enterrados estos papeles en Jaramillo de Alto Buey, por si dentro de un tiempo alguien los encuentran y pueden hacerlos públicos, porque todos los cuadernos depositados en el juzgado número 3 de Burgos han sido destruidos….

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Noticia de última hora del Periódico ABC, Lunes 6 de abril de 1988:

«Una extraña epidemia está afectando a la población infanto-juvenil de todo el mundo siendo el foco principal América Latina. Niños, y solo varones, comprendidos entre seis y quince años, están sufriendo la extraña enfermedad de Síndrome de Hutchinson, caracterizado por el envejecimiento acelerado,con piel tan fina como el papel y muy pálida, ojos grandes y muy prominentes, con dentadura muy dañada, sin pelo, y con aspecto de ancianos. Todos se parecen extrañamente entre sí y hasta ahora han muerto más de cien, y los restante, según investigaciones médicas tienen muy pocas posibilidades de supervivencia».

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