VUCUB CAMÉ: Una historia que contar (Parte 2)

VUCUB CAMÉ: Una historia que contar (Parte 2)

Jazzy PA

01/03/2019

PARTE 2:

Espere junto al rio impaciente por su llegada, pero en cuanto lo vi supe con certeza que pronto obtendría lo que tanto deseaba, ya estando frente a él supe que tenia muchas dudas que solo yo era capaz de responder.

  • – ¿En donde estoy? – Me pregunto el guerrero desorientado.
  • – Ahora debes estar desorientado, es algo normal, tu transición fue rápida, no tuviste oportunidad de procesarlo.
  • – ¿Qué fue rápida?
  • – Tu muerte.
  • – ¿Estoy muerto?
  • – Lo estas ¿Puedes recordar algo?
  • – No recuerdo nada.
  • – Es absolutamente normal.
  • – Pero no quiero estar muerto.
  • – Nadie quiere estarlo, pero es el ciclo natural de la vida.
  • – Si estoy muerto ¿En donde estoy?
  • – Incluso muerto debes saberlo.
  • – Estoy en Xibalbá ¿No es así?
  • – Así es, tu alma me pertenece ahora.
  • – Aun no y lo sabes.
  • – Unos minutos más, unos minutos menos ¿Cuál es la diferencia?, podemos ahorrarnos tu inminente derrota no te parece, ¿Por qué no tomas mi mano? Y acabamos con todo esto de una vez.
  • – Voy arriesgarme, luchare en tus cinco infiernos, no te daré el gusto de rendirme.
  • – Sabes que puedes quedar atrapado eternamente en Xibalbá ¿estas consiente de eso?
  • – Correré el riesgo.
  • – Si así lo prefieres.
  • – ¿Qué ganare si lo hago?, si logro pasar los cinco infiernos ¿Cuál será mi recompensa?
  • – La paz, tu alma podrá irse de Xibalbá.
  • – ¿Jamás podre ver a Quetzalli de nuevo?, ¿Y si tomas mi alma a cambio de eso?
  • – Es una regla que no puedo romper, ni siquiera por obtener tu alma, hay una razón por la que los muertos no pueden interactuar con los vivos y eso debe quedarse así.
  • – Tenia que intentarlo.
  • – Lo que tienes que intentar es pasar los cinco infiernos de Xibalbá.
  • – Te volveré a ver estoy seguro.
  • – Probablemente sea así.

Aunque eran muy pocos los que habían salido de Xibalbá, sabia reconocer a un luchador cuando lo veía, y Yohuali lo era, aun así mi deseo era que él se quedara en Xibalbá ¿Pero como?, la única manera era espiar, volví a mandar a los Tucur a la superficie, necesitaba noticias, cualquiera que estuviera a mi favor.

Entonces vi el momento exacto cuando los guerreros llegaron al pueblo con el cuerpo sin vida de Yohuali, todos sintieron una profunda pena, Quetzalli se negaba a creer que su amado yaciera muerto sobre los hombros de sus compañeros, desde su llegada los ancianos entonaron la canción para despedirlo, todos los aldeanos recibieron su cuerpo cantando y tocando los tambores en su honor, esa misma noche despedirían a su guerrero le darían fuerzas para que saliera de Xibalbá victorioso, de cierta manera era una forma de brindar su apoyo.

Quetzalli estaba histérica, no creía que Yohuali estuviera muerto sin importarle las miradas de los demás ni siquiera la de su padre, corrió entre todos los aldeanos, tratando de abrirse paso para llegar al cuerpo de su amado, cuando llego a él todo el mundo guardo silencio.

  • ¡Bájenlo!
  • ¿Pero princesa?
  • He dicho que la bajen

No tuvieron más opción que hacerlo, entonces ella se arrodillo ante su cuerpo y lo abrazo mientras lloraba destrozada por su muerte.

  • – ¿Por qué tenias que ir?, te dije que morirías, maldito seas, me has dejado sola, ahora ¿Qué voy hacer yo sin ti? – decía con desesperación, entonces golpeo su cuerpo una y otra vez, cuando por fin dejo de golpearlo, lo abrazo lo más fuerte que pudo.

El rey Tepoxtli veía horrorizado a su hija, después de todo él era causante de la muerte de Yohuali, la desdicha de la princesa era culpa suya, no pudo soportar por mucho tiempo la escena, entonces ordeno que alejaran a Quetzalli del cuerpo de Yohuali, diciendo que debían prepararlo para el “Xite” (Descanso).

Quetzalli pateo, grito, lloro y se aferro al cuerpo sin vida de su amado no dejo que los esclavos la separaran de él, su pena era lo suficientemente fuerte, para evitar que la alejaran de su amado, siguió llorando desconsolada por un buen rato, pero entonces dejo el sufrimiento por algo mucho más importante, el temor, temía por el alma de Yohuali, si todo lo que de niños les enseñaron era cierto, Yohuali aun lucharía pero ahora en algo mucho peor.

Tuvieron que cargarlos a los dos, ya que no pudieron separarlos, Quetzali seguía aferrada al cuerpo de su amado, los llevaron a el cuarto de preparación, a pesar de estar ausente y seguir llorando, escucho a un par de guerreros hablando en el pasillo.

  • – ¿Y que harán con Neucotli?
  • – Ejecutarlo por traición, por supuesto.
  • – Quiero ser yo quien lo mate – Dijo el joven gurrero, Yunuen amigo de – – Yohuali – Fui yo quien presencio la muerte de mi amigo, a manos de ese cobarde que lo mato a traición.
  • – Tendrás un llamamiento ante el rey.
  • – Te lo agradezco, puedo pasar a ver el cuerpo de mi amigo.
  • – La princesa aun esta con él, nadie a podido alejarla de su cuerpo.
  • – Entiendo esperare.
  • – De acuerdo.

Todos se alejaron menos Yunuen, quería despedirse de su amigo y esperaría el tiempo que fuera necesario para hacerlo, pero la princesa reacciono al escuchar sobre la traición.

  • – ¿Repite como fue que murió? – Dijo con voz de casi audible.
  • – ¿Cómo dice?
  • – Quiero que me digas como fue que murió, no lo había pensado hasta ahora, pero Yohuali era un buen guerrero, ¿así que dime como fue que murió?
  • – Fue traicionado por uno de sus hombres y uno de sus amigos, princesa.
  • – ¿Por quién?
  • – Por Neucotli.
  • – Imposible.
  • – Yo mismo lo vi apuñalándolo por la espalda – Estuvo apunto de caerse al escuchar esa noticia, por lo que Yunuen la sostuvo – Descuide princesa él pagara por lo que hizo.
  • – Quiero hablar con él.
  • – Esta en el K´alab (prision)
  • – Gracias.
  • – Princesa usted no puede ir ahí, no es lugar para – Pero no termino la frase.
  • – ¿Para mujeres?
  • – Si, lo siento.
  • – Pues deberías, porque soy tu princesa y si quiero ir, lo hare.

Camino antes de que el guerrero le pudiera decir algo mas, gracias a lo que escucho pudo salir de su trance, ahora se concentraría en saber él porque murió, necesitaba respuestas y las necesitaba ya, llego hasta el K´alab y exigió que lo llevaran ante Neucotli, cuando estuvo a solas con él, camino hasta estar enfrente del asesino para exigirle las palabras que deseaba oír, pero Neucotli estaba irreconocible, golpeado terriblemente de la cara y cuerpo, aun así no se compadeció del asesino.

  • – ¿Porque? – Pregunto, Neucotli solo la miro y ella volvió a repetir – Me debes esta respuesta ¿Porque?, solo dímelo.
  • – Si se lo digo, ¿podre verla antes de morir? – La princesa sabia a quien se refería, por lo que accedió.
  • – Podrás hacerlo, yo misma la traeré.
  • – ¿Tengo su palabra?, porque lo que le diré no será fácil para usted su alteza.
  • – Solo dilo, tienes mi palabra.
  • – Su padre me dijo que Yohuali planeaba casarse con Xolotzin, ya que el había rechazado que se casara con usted, como vera no pude aceptarlo, la rabia me cegó.
  • – Yohuali jamás aceptaría eso, nunca me hubiera intercambiado como oro.
  • – Me temo que si lo hizo.
  • – Creo que te engañaron, mi padre solo te utilizo para matarlo.
  • – No deje que lo que siente por él nuble su buen juicio, vea la verdad por difícil que esta sea.
  • – Me temo que no era tu amigo, de haberlo sido, sabrías que Yohuali era un hombre con principios, él al igual que todo el que te conoce sabe lo que sientes por Xolotzin, jamás la hubiera tomado como consuelo y mas sabiendo que te afectaría, ¿Sabes que hubiera hecho si mi padre rechazara su petición de casamiento conmigo?
  • – No, porque lo que me dijo su padre fue una historia diferente.
  • – Yohuali hubiera preferido robarme, matar, luchar, cualquier cosa menos traicionar y quitarle la mujer a otro guerrero, él no hubiera ocasionado el mismo dolor que le estaban provocando a él, es una pena que no lo conocieras como yo, de lo contrario jamás te hubieras atrevido a matarlo por la espalda.
  • – Lo hice por amor.
  • – Y mira como son las cosas, él hombre que amo murió por las mismas razones, mi padre solo te utilizo para quitarlo del camino y tu se lo hiciste fácil, ahora tu morirás y Xolotzin se quedara sin ti, como yo me quede sin Yohuali y todo por un simple capricho del Rey.
  • – Fui un estúpido pero por lo menos tu no vivirás con la deshonra de tu amor, en cambio Xolotzin vivirá sabiendo que fui un cobarde y traidor indigno de ser amado.
  • – Pues la triste realidad es que eres indigno, Xolotzin solo cometió el error de enamorarse de un cobarde como tu y en verdad me compadezco por ella.

Salio antes de sentir el menor remordimiento por él, su furia le ayudaba a no sentir piedad por el asesino de Yohuali, por que aunque su padre había sido el causante fue Neucotli quien ejecuto a su amado.

Cuando llego a la entrada del K´alab Xolotzin estaba en la entrada rogando para que la dejaran pasar.

  • – Piedad, solo quiero hablar con él, se que no lo hizo – “Esta tan equivocada”, pensó la princesa
  • – No tiene permitido visitas, es un traidor lo ejecutaran en unas horas – – – Dijo el guardia.
  • – Déjenla pasar – Ordeno la princesa, él guardia se hizo a un lado y la dejo pasar.
  • – Gracias princesa, muchas gracias.
  • – Es lo minimo que te mereces, despedirte de él a mi me hubiera gustado hacerlo.
  • – Se que Neucotli no lo mato, siento mucho su dolor pero.
  • – Te voy a detener antes de que sigas, Neucotli me lo confeso y también las razones que tuvo para hacerlo, lamento que seas tu quien viva con lo que hizo.
  • – Yo no se que decirle, él es un buen hombre.
  • – Si pero fue engañado, dejo que su amor por ti fuera mas importante que sus principios, no lo juzgues todos lo harán, amas a un hombre que te ama mas que a su propia vida.
  • – Le agradezco que lo diga.
  • – No fue nada.

Durante una hora que fue eterna para ella, camino por todo Bacab, necesitaba despejar su mente, su dolor quería ganar, pero la ira debía mas fuerte si quería vengar la muerte de Yohuali.

  • – Princesa, su padre la ha estado buscando por todo Bacab – Pegunto Xiba preocupado.
  • – ¿Y para quiere verme mi padre Xiba?
  • – Esta preocupado por usted por su puesto.
  • – ¿Tu le ayudaste?
  • – No comprendo princesa.
  • – ¿Por qué mi padre mando a Neucotli a matar a Yohuali?
  • – Creo que esta confundida.
  • – No lo estoy y lo sabes, si no me lo dices tu se lo voy a preguntar a él.
  • – No lo haga, su padre tiene demasiadas preocupaciones y esto solo causaría distracción.
  • – Entonces dímelo tu y prometo no mencionarle nada a él.
  • – Usted estaba en riesgo, su padre solo quería salvarla.
  • – ¿De que?
  • – De la profecía princesa.
  • – ¿Cuál profecía?
  • – La profecía de la princesa que duerme.
  • – La que dice que por amor, la princesa dormirá por la eternidad.
  • – Esa misma, creímos que alejándola de él usted se salvaría.
  • – Te has puesto a pensar ¿Qué con sus acciones hicieron lo opuesto?
  • – No, ahora es todo lo contrario, usted vive, en la profecía era al revés, ahora usted esta a salvo.
  • – La profecía dice que ella dormirá y su amor la salvara, creo que pusieron en marcha la profecía desde que decidieron que Yohuali muriera.
  • – ¿Pero princesa?
  • – Recuerda decírselo a mi padre.
  • – ¿Decirle que?
  • – Que te equivocaste al sepárame de él, lo único que lograron es que la profecía se cumpla.
  • – Creo que se equivoca.
  • – Tu otro error es que me subestimas demasiado.
  • – Se que el dolor es el que habla, esta preocupada por la batalla que Yohuali tiene que pasar, pero el pasara las pruebas y podrán reunirse algún día.
  • -¿Qué dijiste?
  • – Que algún día podrán reunirse, eso es lo que dice el Nahum -Xiba le había dado sentido a todo, ahora ella tenia una idea para reunirse con su amor.
  • – ¿Puedo revisar el Nahúm (Libro) sagrado?
  • – Por supuesto princesa.
  • Las verdaderas intenciones de Quetzalli era averiguar que ritual podía utilizar para invocarme, estaba obstinada en encontrar ese ritual en el Nahúm sagrado, para que yo fuera ante ella, a decir verdad ese tipo de rituales no significaban nada para mi, nunca me presentaba antes los humanos, ellos no eran dignos para invocarme, siempre me dije que no por cualquiera subiría a la superficie, pero pude ver las ganas que tenia para que yo me presentara frente a ella, su alma era fuerte, pura algo que muy rara vez podía encontrar en un humano, me interesaba saber que estaba dispuesta hacer por el alma de su amado. No seria fácil encontrar todo lo que necesitaba para el ritual, pero ella era lista y obstinada, deseaba fervientemente obtener lo que ella quería y yo como dios que soy estaba dispuesto hacer un trato con ella, sabia que conseguiría reunir todo lo que necesitaba, pero aun tenia algo mas importante que hacer, darle un ultimo a dios a su amado. Camino hasta el centro de Bacab todo el pueblo estaba esperando a que el cuerpo de Yohuali saliera para decirle adiós, ya estaba preparado para el Xite, lo vistieron con sus mejores ropas de guerrero y le pusieron su lanza y su arco para que pudiera luchar en Xibalbá, cosa que era absurda si me preguntan ya que él llegaría sin nada, pero los humanos eran incapaces de entenderlo, aun así era su ceremonia y todos volvieron entonar la melodía para apoyarlo en su viaje para la batalla final, ahora estaría en la piedra sagrada durante tres días, cada noche cantarían hasta que el guerrero lograra salir de Xibalbá, el tiempo corría, la princesa solo tenia tres lunas para invocarme, después de eso él seria enterrado en el templo sagrado de los guerreros y su cuerpo yacería ahí por toda la eternidad. Cuatro de sus amigos guerreros lo cargaron y depositaron su cuerpo en la piedra sagrada, las antorchas a su alrededor estaban listas, ahora debían seguir cantando hasta que la luna iluminara su cuerpo sin vida.La princesa solo se quedo unas horas, pues tenia cosas que hacer, fue a su árbol o si le llamaban ella y Yohuali, un gran árbol cerca del lago, ese era su refugio, ahí pasaban horas y horas hablando, claro cuando podían, estando en el sus ideas fluían mejor, sabia donde encontrar todos los ingredientes excepto el Pol moché y el peyote, estos eran plantas sagradas que no eran manejadas por cualquiera, solo podría obtenerlos robándolos a Xiba y estaba dispuesto hacerlo, aprovecho que él aun estaría dando las últimas palabras a Yohuali, corrió hasta llegar a los aposentos de Xiba, consiguió lo que quería con éxito y decidió invocarme.
    Recuerdo que cuando me invoco espere unos segundos para darle suspenso al asunto no es que tratara de hacerme el importante, más bien discúlpame debo corregirlo, soy muy importante, no ante cualquier humano me presentaría, ustedes no son dignos de nuestra atención, los dioses le hacemos creer que pueden llamar nuestra atención dándonos un tributo no es que no nos guste, nos gusta, por eso es que nos tomamos la amabilidad de escucharlos porque nos están dando algo y a veces ese amor que sienten hacia nosotros nos inspira a no ser tan crueles, bueno en mi caso no, en el caso de otros dioses si, en fin me volví a salir como siempre de la historia, cuando me invoco espere unos segundos antes de aparecer frente a ella, una vez que lo hice la expresión en sus ojos me hizo pensar que se desmayaría en cualquier momento, para mi sorpresa no lo hizo, era más fuerte de lo que yo imaginaba, esa fuerza que resplandecía en ella me cautivo, era hermosa sin duda pero las agallas que tuvo frente a mi, al no tambalearse me hicieron respetarla de cierta manera.- ¿No dirás nada, eres tu quien me ha invocado?- No creí que vinieras.- A decir verdad, no planeaba hacerlo, pero hay algo que me hizo venir ante ti esta noche.- ¿Y que fue eso?- Curiosidad, gracias a eso has llamado mi atención, ahora que la tienes, ¿Qué estas dispuesta hacer para no perderla?- Antes que nada quiero saber si Yohuali esta en Xibalbá.- Claro que lo esta querida, a donde más podría ir su alma, después de todo tiene las manos manchadas de sangre.- ¿Me estas diciendo que no logro pasar los cinco infiernos?- ¿En verdad quieres saberlo?- Si te invoque fue por eso, necesito saber la respuesta.- De acuerdo si eso quieres, debo decir que Yohuali era, la verdad no se como decirlo, la única manera de hacerlo es así, “Yohuali es un hombre muy fuerte, un guerrero muy audaz, pero en una de las casa tenia que superar tentaciones, miedos y en la de las tentaciones fallo, quedo atrapado, lo siento princesa pero el alma de tu guerrero me pertenece”- ¿Qué puedo hacer para que la dejes ir?- Vamos princesa eres muy lista, seguro que sabes que quiero de ti, a menos que quieras que su alma se quede atrapada en Xibalbá para siempre.- Pídeme lo que quieras y lo tendrás. – ¿Estas segura?- Lo estoy.- Muy bien, seré directo, quiero tu alma a cambio de la de él.- Entonces tómala, estoy dispuesta a dártela.- No es tan sencillo princesa, no puedo tomar tu alma así porque si, pero te puedo decir que tienes que hacer para que tenga acceso a ella, la pregunta es ¿Estas dispuesta hacer lo que yo te pida?- Me cuestionas demasiado y no me dices que quieres, mejor dime ya lo que tengo que hacer para salvar a Yohuali y lo hare – en verdad tenia agallas.- Muy bien no puedo tocar tu alma, porque es pura dentro de lo que cabe, pero podría acceder a ella si te quitas la vida, en cuanto lo hagas tu alma será mía y yo dejare ir a Yohuali.- ¿Y como se que cumplirás tu palabra?- Es algo que no sabes, pero esta en ti si quieres arriesgarte o no, ¿Tu que crees que haría él?- Lo haría sin dudarlo.- Entonces toma mi mano y tendremos un trato princesa. Quetzalli tomo mi mano sin dudarlo, mientras que yo por dentro me regocijaba, obtendría dos almas en vez de una, aunque la que realmente me importaba era la de ella, su alma valía más que cualquiera que hubiera obtenido antes. Me sentía exquisitamente poderoso, tendría las almas de la profecía en mis manos, esas almas que cualquier dios quisiera obtener.- Ahora escúchame con atención princesa, es importante, mañana cuando sea media noche y la luna ilumine todo el valle tendrás que quitarte la vida, una vez que lo hagas vendré por ti y te llevare a Xibalbá, en ese momento el alma de Yohuali será liberada, alma por alma princesa., recuerda que no tienes mucho tiempo.- Lo se, solo tengo tres días.- En realidad tienes cinco, pero para que alargar su agonía ¿No lo crees así?, en Xibalbá el tiempo es diferente, no creo que quieras hacerlo sufrir mas de lo necesario.- Supongo que tienes razón, solo tengo una pregunta mas ¿podre verlo?, aunque sea un momento antes de irme contigo.- Me temo que no, cuando su alma sea libre tu no estarás en Xibalbá, tienes que estar consiente de eso.- No importa, siempre y cuando cumplas tu palabra.- En ese caso princesa, disfruta de la ceremonia, despide el cuerpo de tu amado cuando sea la hora vendré por ti, claro siempre y cuando sigas las instrucciones que te he dejado.- Lo hare.
    CONTINUARA . . .

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