Un precioso día, en España, se estaba jugando la final de videojuegos Europea. Iba ganando nuestro equipo llamado “lolfranchute”. Cuando de repente algo se escucha aterrizar muy cerca. Los jugadores, el público, todos salieron corriendo a ver lo sucedido. A primera vista parecía una hortaliza no pude reconocer cual era, porque al instante llegó la FBI. Pude oír que decían que iban a dejar la hortaliza en el museo de Ciencias Naturales. Al instante se me vino la idea más alocada que me podría haber imaginado hacer. Sin ningún miedo fui y se lo conté a todo mi equipo. Mi equipo está formado por: Camaleón, que era el capitán; Gamusino, el mejor amigo de Camaleón; Papagayo, el más divertido; Ampeterbe, el que peor suerte tiene; y yo Thegrefg. Estos no son nuestros nombres reales. Tenemos un pacto secreto en el que no podemos revelar nuestros nombres, creo incluso que ni mi profesora de mates sabe mi nombre. Estábamos en mi casa, haciendo una reunión muy importante sobre lo sucedido y lo que les había contado. Al final quedas en lo que les había contado pero también en imprimir un plano del sitio y un equipo de investigación. La idea que les propuse consistía en robar la hortaliza y averiguar ¿Que tenía en especial?
Al día siguiente, ya estábamos esperando en la puerta del museo para saber en dónde se situaba el objeto que buscábamos. Al entrar nos encontramos con un montón de gente que venía ver lo mismo que nosotros. Terminada la visita nos escondidos en unos matorrales que habían al lado del museo. Ya eran las 9 de la noche justo media hora antes de que cerraran. Era la hora de actuar, entramos por la puerta de atrás seguimos caminando y ya estábamos solo teníamos que cogerlo sin armar escándalo, gracias a Camaleón porque se trajo un objeto que atravesaba cristales, lo cogimos y nos fuimos.
En mi casa viendo la hortaliza ocurrió algo inesperado, Papagayo hizo como si se la fuera comer cuando se le escurrió y se abrió en 2 mitades. ¡Dentro tenía un trozo de corteza de árbol! Tenía un texto el cual lo leyó Gamusino en voz alta y ponía” Campeonato de videojuegos al mejor del planeta”. Al segundo salió de la hortaliza un robot con forma de maíz, nos dijo que nos llevaría a ese lugar en un par de minutos. Se convirtió en un avión y nos fuimos. Llegamos, ¡era una isla en el que no había humanos, solo frutas y verduras vivientes! El robot nos llevó hasta donde se situaba el rey. Allí, él nos dijo que fuéramos al estadio que se veía a un par de kilómetros. Ya estábamos allí esperando a conocer a nuestros contrincantes. Cuando de repente entraron de una manera épica que me encanto. Los contrincantes se les conocen como “Los rebeles de la fruta”. Empezamos el campeonato en el que ya íbamos por la final los otros equipos se rindieron nada más ver que les ganábamos por 6. Al otro equipo se le conocen como “Los rebeles de la fruta”. Nos propusieron que si ganábamos la isla era nuestra y si ganaban les regalábamos nuestros ordenadores. Empezamos nos iban ganando ellos por un montón y se termina el partido. ¡El partido solo duró 10 minutos, como podían habernos ganado por 8 en 10 minutos! Les íbamos a dar el ordenador cuando se les cae un USB llamado” TRAMPAS”. Gracias a eso habíamos ganado. Nos dieron la isla le teníamos que poner nombre y se llamó “Una tierra para el hombre”.
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