Cobarde…
Cobarde desde el día que me dijiste que ya no valía la pena seguir, desde el día que te despediste y lo acepté; cobarde porque no acepté la derrota y me eché a la pena. ¿No me preguntes por qué? porque no sabría darte respuesta. Pero me dolió hasta lo más profundo de este universo y te digo que se creo constelaciones, agujeros negros, soles, lunas, más estrellas, deseos fugaces. ¿Y sabes que me encuentro? con un corazón arrepentido de haberme conocido, ¡que triste me he puesto! ¿a dónde iré? ¿a dónde llegaré?…
Me encuentro sola y eso, eso no es nada.
He aprendido a valorar mi soledad y a quererme más, pero por favor no quiero que vuelvas, porqué lo débil que soy y lo poco profesional que me he vuelto; sé que volvería a ti nuevamente.
Ya sé que serás un mundo nuevo, un mundo renovado; un mundo que existe; pero no está, esté mundo lleno de experiencias y nuevas historias; la nuestra ya quedo como el comienzo y encendió la intriga para el final.
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