No sabia si era emoción o dolor, tu gritabas y ellos no dejaban de hablar, yo me encontraba atónito y aturdido, con las piernas abiertas extraian de tu interior a ese calvo y rojizo ser que segundos después lloraba fuertemente, tu dejaste de gritar pero respirabas muy agitada de mis ojos desfilaron una y otra vez esas gotas de agua que no permitimos dejar salir con frecuencia, me miraste cansada, agotada pero feliz y emocionada y tomando mi mano me dijiste «te amo» yo apreté suavemente tu mano y acariciando tu cabeza le robe un beso a tu boca y le regale otro a tu frente para después susurrarte al oído «gracias eres mi vida» cargamos por primera vez ese ser, nuestra hija, a quien esperamos por largos meses que nos llenaban de emoción e ilusion pero que por fin ese día conocíamos, doy gracias a la vida por conocerte, por cruzar nuestros caminos y poner en ellos nuestra hermosa hija.
– Renne Escalante –
OPINIONES Y COMENTARIOS