En la madrugada de un martes, me es difícil conciliar el sueño, mi mente no yace en paz, el insomnio me abraza como brisa en otoño, me brinda una sonrisa nocturna, la noche esta en calma, el mundo de los vivos descansa, sin desearlo llegan recuerdos del pasado, tropiezos y desolaciones que quisiera haber evitado, mi pesadilla con ojos abiertos se hizo realidad, mirando a la nada me siento atrapada, las horas son tediosas, el silencio me abruma, solo el ruido de los autos me hacen diferenciar el estar despierta, espero que el doloroso manto de la noche me envuelva en su silencio para que mi alma se regocije en su oscuridad.

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