capítulo 7
Las dos solas en el techo
Un ligero escalofrío recorre el cuello de Sofía, presintiendo que alguien la observaba, poco a poco gira su cuello para observar alrededor, solo pudiendo ver la oscuridad, y las sábanas tendidas, iluminadas por uno de los faroles de la calle, con voz temblorosa dice -¿hay alguien allí?-, pero nada sucede.
Tratando de seguir con su tarea, pero el miedo de haber sido descubierta no le permite, vuelve a observar, haciendo a un lado las sábanas que la escondían y volviendo a preguntar esta vez con una voz más firme -¿quien esta por alli?-, nuevamente nada sucede, y a punto de tomar sus cosas y marcharse, la figura de Rocío sale de la oscuridad y hacia la Luz.
Rocío -espera, por favor, no te enojes-. Sofía -¿QUÉ ESTÁS HACIENDO AQUÍ ESCONDIDA PINCHE ESCUINCLA?- dice sofía con una voz muy fuerte. Rocio muestra sus manos abiertas, tratando de calmarla, mientras su ropa delataba la acción que ella realizaba, su pantalón casi abierto dejando ver las tela de sus bragas que se asomaba sobre este. -no por favor- le imploraba. -Te voy a acusar con tu mamá que me estabas espiando-. -no mira no lo hagas, y si no lo haces yo no diré nada a nadie que llegaste muy tarde y a escondidas viniendo de una fiesta-. -a mí no me vas a chantajear pinche chola-. – no mira, es que tu no sabes como son aquí, los rumores y los chismes se difunden muy rápido, y si mi mamá se entera, podría exigir que se vayan de aquí, en serio-. -claro que no, no lo hará-. – no si, es capaz de hacerlo, pues asi le paso a la otra pareja que vivía antes de ustedes en este cuarto-.
Sofia medito sobre lo que Rocío le había dicho, dándose cuenta que no podía permitirse esta habitación que tanto había batallado por encontrar ella y Esteban. todo eso pensaba ella, y además del conflicto que le podía haber provocado si Esteban se enteraba, todo esto mientras trataba de tapar su pecho con su saco, -está bien, pero ya vete-, – no mira, si me haces un favor yo no le diré a nadie que estabas tratando de lavar a estas horas para que nadie se diera cuenta-,-¡Qué!- con una mirada de indignación, Sofia le dice -esta bien ¿que quieres?- Rocio trata de pensar en su opciones ante tan innegable favor que se había ganado, diciéndole su deseo:
-“quiero mamartela”
OPINIONES Y COMENTARIOS