Las caricias de la muerte
Son extrañas las caricias de la muerte
Frías, silenciosas, sin vida
Inadvertidas, a veces
Pero ahí, presentes desde siempre
Quien las padece
No las quiere
Pero un buen día y mientras el acariciado duerme
La Parca muda se presenta viva
Primero corteja
Sabe que no hay prisa
Una mano la frente manosea delicadamente
Mientras la otra la guadaña alista
Se oyen canciones de cuna que arrullan
Lisonjas mil y ¡suash! a la otra orilla
El acariciado apenas si se inmuta
Los músculos y los huesos sin control se estiran
Una exhalación mortal antecede la breve lucha
Pero ya el daño está hecho
Y ahora el occiso que antes vivo
Descansa silencioso y muerto
Entonces las caricias se suspenden
Cuidadosamente el cuerpo sin vida es dejado
Ahora acompañadas las caricias,la muerte yel difunto parten
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