Perdida entre las dunas de mi desierto, cerrando los ojos al dolor que daña el alma, doblegados los hombros ante el peso de los fracasos que borran los colores de mis victorias.

Bajo cruces de madera corrompida, hallarás los sueños que un día dibujaron mi sonrisa, las rosas se marchitaron entre los silenciosos gritos de mis lágrimas, las canciones que elevaron mi espíritu, ya reposan en la oscuridad del olvido.

Negras aves rondan el entendimiento, el laberinto del caos se extiende frente a mi, doblegada al destino de un futuro incierto, oculto, oscuro y amenazante.

Persigo a la luz que se filtra entre las nubes que me ciegan la visión de las estrellas, el resplandor de esa luna que siempre fue la guía de mi camino, aquella luna que entre burlas me forzaba a seguir adelante, a luchar por levantarme, la que inspira cada resurgir de mi alma, persigo el sonido de sus risas, como si se tratase de una cuerda que me ayuda a mantenerme en pie.

Y así, heridas las alas del alma, con el ultimo aliento en los pulmones, sigo el camino hacia la tierra prometida y jamas hallada, allí donde las rosas florecen con un beso, donde el abrazo crea arco iris de esperanzas, donde las palabras no duelen y las nubes se disipan con una sonrisa…

Paqui puga

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