Sólo es un juego

Sólo es un juego

Luis Castelán

12/02/2019

<< Sólo es un juego>> dijeron, y dispusieron al azar lo que viniera.

Jugaron con sus manos y sus noches; jugaron a ver si se querían.

¿Y uno a qué juega con el corazón roto? ¿A juntar de nuevo todos los pedacitos?Algo así como un rompecabezas que se extiende desde el alma.

De querer… yo quisiera jugar, como en otrora, a encontrarte suspendida en un suspiro; con tu cabello reflejando la inmensidad del sol y sobre esa sombra a medias que derramabas en el suelo. Buscarte debajo de las jacarandas y sus fluviales pétalos lilas que dejaban caer para el estivo. Y verte ahí, bien sentada en una banca, dar un saludo a modo y, después, esconder un beso para encontrarlo tímidamente entre tus labios.

De querer, amor sin júbilo, yo quisiera volver en el juego de escondernos en mi casa de la noche; atrapados, a veces, en las sábanas y, otras, con la piel expuesta a la clara luna. Con el silencio roto por algún te quiero y el fárrago desmedido en tus caderas que se agitaban a lo largo de la cama.

¿Pero qué queda de eso sino polvo? sino el vestigio que guarda la memoria en sus liosos umbrales.

Ya los labios no reclaman su triunfo con un beso y los cuerpos ahora esconden su deseo.

Y nos quedamos así; como si nada.

Te has inventado un nuevo juego, le quisiste llamar “olvido”. Sus reglas son muy simples:

No verse.

No desearse.

No quererse.

Preferentemente hay que jugarlo en un renglón somero del tiempo. En un espacio que ofrezca cierta tregua contra nosotros; donde nunca nos haya alcanzado este amor irreprimible. ¿Qué mejor lugar hay para jugar al olvido sino en aquel momento antes de conocernos?

Cada día, ahora, es una oportunidad para olvidarte: deshacerme de todas tus risas, de ocultar cada caricia.

Eso es a lo que juego.

Ahora cuando toca el alba a la ventana y el sol arroja sus haces de luz sobre mis ojos, no pienso en arrastrar los brazos a tu cuerpo, sólo existe la intensión de desbaratarte de mi mente y execrar tu imagen en el pecho.

¿Por qué tu sonrisa inmarcesible apenas y sostiene sus palabras? ¿Por qué la boca pesa tanto para resonar nuestros anhelos? Ahora sólo queda esta letra fugitiva, ¡qué es esto sino alquimia! La forma de transmutar nuestros sentidos, la forma de desordenar nuestros amores.

¿Por qué escogería extrañarte con toda el alma o perderte con toda la vida?

¿Qué clase de juego es al que jugamos? Y por qué tuve que apostar todo mi corazón a un juego donde, por principio, sabría que perdería.

Y ahora te alejas… atisba el recuerdo perenne de aquella noche burda, donde te montabas sobre mis piernas, para después clavar tus ojos ámbar, punzantemente. Dijiste algo, yo lo repetí (¿habría sido un acuerdo? ¿O sólo era el destino que cantaba al aire?) y entonces te alejaste. Aquella alusión debería redimirnos y dejarnos indemnes. Sin embargo, hoy más que nunca me hostiga la derrota. Olvidamos que no siempre se gana. Pero que la esperanza no languidezca, que la felicidad no se marchite. No reprimamos está verdad inocua pues nosotros sólo estábamos jugando.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS