De por si era sola, y más con el genio que se mandaba nadie se le acercaba y tampoco era que le interesara la compañía de “gente vacía” según ella, siempre la vi tan ajena a las cosas de la universidad, nunca mostro interés alguno por las marchas o debates que se hacían en el auditorio y tampoco participaba en clase en los temas más fuertes de la política, en fin una vieja muy “X” ,no se niega que se vestía bien, tenía buen cuerpo y de cara se defendía, pero su actitud no era muy común que digamos.

En una ocasión no pudo ocultar su mal genio cuando Andrés un compa de la universidad que era líder de un grupo de cinema cultural lo sacaron de la facultad por tener material “terrorista”, y promover actitudes “subversivas”, ese día si la vi emputada y hasta linda si se veía, recuerdo que se acercó a los del grupo de cinema y les pregunto que si harían algo, eso me contó mi parcero Diego que estaba en ese grupo, ellos les respondieron que básicamente se plantarían en el corredor de la universidad frente a la dirección con carteles en lo que pensaban que más hacer y pues ella increíblemente se ofreció a estar en la “toma” por así llamarlo, pero por pocas horas ya que según ella tenía cosas que hacer, eso fue un jueves el viernes ya por la pura tarde la vi sentada en el pasillo con un cartel en la mano que decía: “No se es subversivo por fomentar el cine cultural, es abrir mundos y por eso no nos pueden marginar”.

Cuando ya salí de clase como eso de las 6 de la tarde ella no estaba, y salí a fumarme un cigarro con Alex.

–¿Oiga si supo del viejo Andrés?- Le pregunte-soltando el humo.

–Sí que paila socio, y lo peor es que algo raro está pasando en la universidad.

–¿Por qué lo dice?

— No se marica pero siento que eso de Andrés es una señal.

–¡Calmao!, igual ya los mamertos de aquí estarían llamando al auditorio.

–Bueno, esperemos que no. –Me dio la mano y se fue.

— Vemos pa’- Le grite.

El man me dejo pensando, porque viéndolo bien era raro que de un momento a otro agarraran a Andrés llevando más de 1 año en esa vuelta, y el man si se ponía sus maricadas de medio mamertas pero tampoco era para que lo sacaran de la facultad sin ningún tipo de aviso ni llamado de atención. Me fui para la casa tenía muchos trabajos, tenía mucha hambre y además quería entrar al baño, llegue, comí me senté en el escritorio y Ofelia me grito: “¿No va salir hoy mijo?”, y le respondí: “No madrecita, la verdad no sé”. Sonó mi celular y era Alex.

— ¡Aló!

–Qué, ¿desperté a la princesa?—Me dijo-

— Jajajaja, no marica, ¿Qué pasó?

–¿Va a venir?—Me grita- (Hay música de fondo).

— ¿A dónde marica?

–Aquí al Galán, vea que esta la vieja Diana la que gusta socio.

–¿Usted siempre a ponerlo a uno en ridículo no? , ¡Cual que me gusta no invente!

Además esa vieja nunca sale y menos con usted que es bien ordinario, jajajaja.

–Bueno maricon no me crea entonces, pero igual venga y nos tomamos unas polas.

–Espere que me acicalo ñero, y salgo para allá.

–¡Hágale aquí lo espero!, pero yo veré bien hermosa ¿no?

–Solo para ti papi.–Colgamos–.

Me fui al baño cage, me lave la cara, me puse perfume “espanta bobas”, salí pero no podía dejar de imaginar si ella estaba allí que pasaría, esa vieja era muy rara, y se me hacia bien extraño que saliera, es más, que hablara con alguien, pero con lo borracho que es Alex no dude que fuera pura mierda para hacerme ir. Me subí al bus me sentía estúpido pero las manos me sudaban – ¡Que mierda ver esa vieja en otro lado que no sea es su puesto con cara de puño!-dije en voz alta- “Yo parezco marica pensando en esa vieja”- Le subí al volumen de mi música y con cara de imbécil miraba en la ventana en lo que llegaba al Galán, llegue por fin y le marque a Alex.

–¡Aló! -gritando por la música-

–¡Ya llegue papi!

–¡No sea hijueputa Humberto!, fue decirle que aquí estaba Diana y corrió, ¿no?

–No sea bobo y salga al semáforo frente de la farmacia y me recoge.

–Jajaja ya voy parce.

Lo vi desde lejos ya se veía prendo, me acerque nos abrazamos, era mi amigo desde que tenía como 15 años, recordé que a esa edad teníamos el pelo largo porque nos creíamos metaleros, y nos pegaron los piojos. La mamá de Alex, doña Sandra todas las tardes nos espulgaba, esa señora era una experta mata piojos. Alex y yo nos fuimos caminando para el bar, tenía una puta sensación de nervios y el camino se me hacía largo además que Alex no se callaba, de seguro se le pego una canción del bar y se la paso las dos cuadras y media cantando y yo pensando si sería verdad lo de Diana, me daba maricada preguntarle a Alex porque sabía que comenzaría con cogerme de parche, en fin llegamos era un tercer piso, ya subiendo me di cuenta que deje las llaves de la casa encima de la mesa de centro y me imagina a mi mamá y su terapia al llegar a timbrar.

Ya en el bar la vi, y no podía creerlo y Alex me decía al oído — “Si ve hermano que no le decía mentiras”- Lo mire con mi geta de estúpido tratando de disimular-, levante la mano para saludar a los de la mesa, incluyendo a Diana, la malparida estaba tomando cerveza (Light), el bobo de Alex comenzó – ¡Salude socio!, no sea maleducado que yo no le enseñe así, dele beso a señorita-Lo mire con cara de odio y mis labios sutilmente le dijeron “mal-pa-ri-do” , me agache la salude , me senté, pedí ronda para Alex y para mí , le pregunte a ella que si quería, —–No fresco- me dijo con una sonrisa –Bueno- le respondí.

–Qué paila lo del viejo Andrés ¿no?-dije con voz fuerte-

–Sí, no puedo creer, que por parte de la universidad permitan ese tipo

De maricadas—Diana con cara de decepción—

–Pero es raro, de un momento a otro sacarlo así porque ¿sí?

–Sí, yo creo esto se va poner feo—dijo dándole un sorbo a su cerveza light.

-¿Tú crees?

–Si, ayer en el corredor de la u vi al rector preocupado, escuche que el lunes

Van a hacer una junta administrativa para definir algo de unas cuotas y eso

No me sonó bien.

–¡Uyy!, ojala no nos salgan con que nos van a pedir plata porque ni para las

Fotocopias tenemos, si hasta deberían darnos el almuerzo jajajaja.

Ella no se río, me sentí como imbécil porque mi comentario no fue acorde, ella tocó el tema de manera seria y yo con mis chistes maricas que siempre cagan todo, se paró al baño y me dejo con Alex el marica me miro y me dijo – Jajaja no la cage Humberto, usted que le gusta ser mamerto debería aprovechar para decir sus comentarios bien lámparas para impresionarla—con su mano en mi cabeza—cuando regreso colocaron una canción que al parecer era de sus favoritas puso cara de contenta cerró los ojos y caminando hacia la mesa y sin sonido movía sus labios por la letra de la canción, la vi tan bonita, no pude evitar también sonreírle, y le abrí espacio para que se sentara, no me había dado cuenta pero tenía un tatuaje en la nuca, como casi siempre lleva bufandas o guevonadas en el cuello no se podía ver, y con el calor que hacía en el bar no le quedo de otra que quitarse la prenda y allí vi un árbol en tinta negra muy bonito por cierto y para nada ordinario ni “guiso”.

Alex pidió salsa y ese marico sabe me gusta mucho bailar y me hacía señas que la sacara, colocaron una salsita rosa le estire la mano en señal de que bailáramos, mi cara de estúpido me delato con ella, me sonrío y puso su mano sobre la mía, bailaba muy bien, mientas Alex desde la mesa ponía su pulgar arriba y me hacía reír, solté una cargada que con la música no se escuchó pero cuando uno se ríe o llora el cuerpo se contrae y obviamente se dio cuenta, separo su cuerpo del mío para fijarse de que me reía, le mostré a Alex y en su oído le dije—El bobito esta borracho ya—aspirando su aroma, no me canso de decir lo estúpido que sentía con esa vieja, se acabó la canción , nos dirigimos a la mesa y en lo que caminaba delante de mí, le analice el culo. Llegamos a la mesa y Alex – ¿Que pedimos la otra tanda?—levantando la botella con poca cerveza dentro – ¡No marica eso de que Diana me vea tomar no es bueno!—dije eso para ella se animara y se tomara por lo menos una, la verdad y aun que sea difícil de creer no quería verla borracha y hacerle la vuelta, ellas las agarro y dijo –Bueno los acompaño con una, de igual forma ya me debo ir—me quede callado.

Me pare para ir a la barra no vi al mesero, y sentí un golpe en la cabeza, Alex para rematar se me fue detrás–¡Socio no la deje ir!—pedí las cervezas y le dije –No parce déjela si se quiere ir paila, nada que hacer –Le di una de una de las cervezas y lo empuje para la mesa. Diana tenía cara de aburrida, así que para animarla pedí más salsita, le di su cerveza y la muy lámpara me preguntó que cuanto me debía, yo solo me reí. Pensé que no se quedaría pero después de esa cerveza ella llego con otra ronda a la mesa y luego Alex, y yo obviamente no me quede atrás, y terminamos bien borrachos los tres, de por si Alex ya andaba bien prendido.

Terminamos bailando vallenato, y eso que ni a mí y por lo que me di cuenta a ella tampoco es que nos gustara tanto, pero uno borracho le da por bailar y se baila hasta el himno nacional. En una de las canciones de vallenato ella me confeso que siempre quiso hablarme, que me escuchaba en las clases y le parecía que argumentaba muy bien mis debates, eso me puso más nervioso aún, recuerdo que cuando bailaba con ella me daba la sensación de cuidarla me daban ganas de abrasarla y no soltarla, cuando caía en cuenta, solo pedía que ella no se diera cuenta, porque no solo me daba pena sí que no sería bueno para mí. Alex ya estaba muy borracho y era mi parcero así que no lo dejaría morir —Diana…Alex está muy llevado ya debo llevarlo a la casa, quieres que primero te lleve a ti ?—Le dije en lo que cargaba a al maricon del Alex–.Ella para mi sorpresa me dice mirándome y sonriendo –Vamos yo te acompaño a dejar a tu compa—mi jeta abierta y la cabeza una locura, salimos bien vueltos mierda de ese bar, con carcajadas porque Alex no podía sostenerse, tomamos un taxi, dejamos a Alex en su casa, doña Sandra salió a la ventana —¡Humbertico¡, papi gracias, mucho cuidado, para la casa juicioso—cerrando su puerta le respondí—Tranquila doña Sandra y que gracias—nos subimos al taxi.

—Ahora si Diana, ¿dime en donde te dejo?

— Yo vivo por Los Sauces, gracias Humberto.

—No hay nada que agradecer, ¿te sientes bien?

—La verdad no, pero luego se me quita.

— ¿Quieres que compremos algo, para que te sientas mejor?

— No, no, solo quiero llegar a mi casa y descansar

—Bueno ya casi llegamos, espero que no te regañen por llegar así, perdón

Fue mi culpa.

— Jajaja, ¡cálmate Humberto! además vivo sola, mis papás no viven aquí.

—Ok, jajajaja, no me sentiré mal entonces.

Mientras el taxi entraba al barrio de Diana, yo veía su cara, creo no que veía bien sin sus gafas, o estaba borracha, lo que fuera se veía linda, de perfil se veían sus largas pestañas, era bien pecosa, y como dice un tío: “Mujer pecosa, mujer sabrosa”. Llegamos para mi desgracia por ese momento, saco dinero y yo le dije que no, que yo pagaba, ella me vio y me dijo—No, yo quiero aportar—dándole el billete al taxista, sonreí, se quedó en la puerta viéndome y con voz suave –¿Qué? , ¿No te piensas bajar?—Me quede pensando si lo decía por bromear o algo así, —- ¡Oyeee!, Humberto bájate—Me baje del taxi desorientado y saber cómo actuar, me sentía un niño, abrió la reja de su casa y con la mano me invito a pasar , me sentía un idiota total, abrió la puerta de su casa, y un olor a vainilla y un calor de hogar me recibieron, encendió la luz, en su sala no había mucho tenia pocos muebles , pero eso si un jurgo de libros y cuadros raros,— Siéntate, y deja esa cara de niño nuevo—, me puse rojo y me senté , se sentó a mi lado y sin palabra alguna puso su cabeza en mi pecho , olí su cabello, realmente soy muy tímido, pero quería darle un beso en su cabeza, pero hasta para eso soy bien marica.

Subió la cabeza y me miró fijamente, tenía unos ojos tan bonitos –Me siento raro, aquí contigo, jamás pensé que me hablarías—Me interrumpió mi celular, doña Ofelia.

–¡Aló!

–¡Papi!, ¿Dónde está?

–Tranquila madrecita estoy bien, me quedo en la casa de una amiga.

–Bueno papito, ande con cuidado, mañana lo espero.

–Bueno madre, mañana nos vemos.

–Dios me lo guarde.

— ¡Chao mamita!

— ¡Chao papi!

Volví a verla estaba mirando mi chaqueta— ¿Por qué sientes raro?, sé que no soy una persona muy sociable, pero tampoco un ogro—Le tome su mano y empezamos a darnos palmaditas en lo que hablamos, se paró y coloco música, regresó al sofá, pero sin querer al parecer una de sus tetas paso por mi hombro, sentí un cosquilleo por todo el cuerpo, ella sonrío y de un solo movimiento y sin saber cómo se sentó en mis piernas viéndome, yo solo me quede sin saber nada de mí, me beso, la tome de la cintura, la abrace , y continuamos el beso, sus manos tomaron las mías, obviamente se me paro, su culo estaba encima de verga, así claro sé que ella siento eso y tan pronto lo sintió su camisa color verde militar la tiro al piso nuevamente tomo mis manos y las llevo a su espalda para que yo le quitara su brasier, me costó pero lo logre, tenía muy buenas tetas, la bese le vi a los ojos y tome su teta derecha y la bese, la succione , su cuerpo se contrajo y un pequeño gemido le escuche ,como experta me desabrocho el cinturón, y seguido por el botón , mi verga se dejó ver con su erección, ella se bajó de mis piernas y quedo de rodillas en el piso, lista para el oral , pero por más caliente que yo estuviera , no podía dejar de ver con cierta ternura sus ojos, incluso con mi verga dentro de su boca, para mí, en ese momento era hermosa, y no lo podía creer aun, mi mano izquierda acariciaba su cara, y la derecha con fuerza apretaba uno de los cojines de su sofá para evitar venirme pronto, por estar borracho pude aguantar no eyacular rápido , quise darle yo placer , así que tome su mano la pare, la tome de la cintura y le senté con delicadeza en el sofá, le desabroche su pantalón, le quite sus botas rebeldes , y le termine de desnudar y con mis ojos en los suyos me fue a su sexo. Continuamos hasta que los dos terminamos sudando y viendo al techo, una carcajada simultanea se nos salió, volteamos a vernos, yo lleve mis manos a la cabeza como señal de que para mí había pasado algo increíble, –¡Que polvaso!—reí de nuevo, a pesar de la faena poco tiempo después empezamos a tener frio, y ella se colocó mi camisa y me susurro que nos fuéramos a su cuarto a dormir, nos paramos y la cargue como estúpido romántico hasta la cama, nos arrunchamos, pronto tomamos calor y el sueño nos ganó.

En la mañana cuando abrí mis ojos un montón de cabello estaba sobre mi pecho y tapaba el rostro de la vieja “X”, que jamás pensé en culiarme, el guayabo era fuerte y tenía una miada que me dolía hasta la pelvis, pero yo bien ridículo no quería despertarla, como pude la corrí, y la muy borracha tiene el sueño bien pesado porque ni cuenta se dio, me fui y orine, Salí y en la sala busque mis pantaloncillos, ya era las nueve y doña Ofelia todos los sábados se va con mi abuela temprano y yo sin llaves y los demás dormidos y borrachos no me iban a abrir, me debía ir , me vestí, la vi dormir por 1 minuto y me acerque para en su oído darle las gracias y despedirme, ella estiro su hermosa boca para que la besara, la bese y me fui.

En el bus pase por un restaurante que tenía desayunos y el olor me llego el de caldito de costilla, y pues con ese guayabo me dieron unas ganas de tomarme un caldito o un tamalito. Pero mis recuerdos con ella me pausaron el hambre por un momento, veía desde el baile hasta cuando estuve dentro suyo, para parar mi maricada llame a doña Ofelia.

–¡Aló!

–¡Madrecita linda!…

–Quibo papi, ¿Dónde anda?

–Por aquí cerca a la casa, y con un hambre.

–Jajaja hágale papi que ya me voy para donde su abuelita,

Y sumerce sabe que su papá y su hermano están dormidos por la

Borrachera y me di cuenta que dejo sus llaves y esos no se paran.

–Si madrecita ya estoy por llegar, ¿Pero si hay desayunito Ofelia?

–Si papi, su papá quería tamal, Salí a comprar y en la cocina le deje.

–¡Uyy!, ya nos vemos madre.

–Bueno– (cortamos)–.

Llegue a la casa, mi mamá me abrió la puerta, se fue y yo directo a la cocina por mi tamalito, trague y me acosté, dormí toda la tarde, ya el lunes para clase, como raro en Bogotá un trancón bien bravo, pero ese día no me importaba ni mierda, me había comido a Diana, bueno mejor dicho ella, ella me comió a mí, como mi facultad es subiendo una loma en lo que subía paso a paso escuchaba cada vez más fuerte gritos y ya vi un tumulto de gente con muchos y carteles– ¡Agg , hijueputa precisó hoy paro!—Subí resignado, pero también listo para la causa, en primera vi al viejo Andrés, reclamando sus derechos, y con él los del grupo incluyendo a Dieguito, todos con carteles, pero había algo más, Diana tenía razón, en toda la entrada de la facultad estaba un tipo de carta dirigida a los estudiantes:

18 de Mayo del 2001.

A la comunidad escolar en general.

Con base al desarrollo institucional y como medida extraordinaria se hace de su conocimiento que a partir del próximo semestre se le vuelve de carácter obligatorio el cobro de cuota para desarrollo institucional.

La propuesta e ideas fueron sometidas a votación por la nueva administración escolar y el actual decano Víctor Gómez, quien les pide de ante mano comprensión

Los comentarios, observaciones y señalamientos a las propuestas e ideas que se emitieron sobre esta decisión, se revisaron en su momento y todas fueron registradas y consideradas totalmente hasta llegar a esta decisión

Con esto habremos de fortalecer la docencia, la investigación, la difusión y la extensión de los beneficios de la universidad así como mejorar la gestión administrativa, la infraestructura y la seguridad de nuestra casa de estudios durante los próximos años.

También se le es quiere dar aviso que de igual forma a partir del próximo semestre habrá un cambio de administración, por parte del director general de la universidad y su equipo de trabajo.

Víctor Gómez

Decano (Facultad de ciencias).

Universidad Autónoma de Colombia

Estos hijueputas nos querían decir que la universidad tendría convenios con terceros y estaría en proceso de volverse una universidad privada, Andrés y su grupo ya habían leído el aviso, pero querían que el decano de la facultad saliera, nos diera la cara y explicara semejante cagada, me acerque a dieguito – ¡No marica!, como putas no salen con esta cagada—Le dije dándole la mano –Humberto, todo lo que paso no era gratis, no quieren nada fuera de lugar, esta mierda la van a vender—Los pelaos comenzaron a gritar:–¡Salga decano!.

En esas llego Diana que de manera muy extraña saco un sartén y una cuchara de palo de su maleta y comenzó a hacer ruido como un cacerolazo, digo raro porque en que momento ella supo del mierdero que habría afuera de la facultad, ignore la situación y me dirigí a ella pero en lo que llegaba y en medio de la gente, pensaba como saludarla, como abordarla, no supe, solo llegue la tome de la cara y la bese, lo permitió y al final del beso me sonrió, –¡Tenías razón esto se puso feo!—Levantando la mano y saludando a Andrés ella me respondió–Humberto, esto no es nada, se va poner peor—Quede en silencio y pensando que exageraba, hasta ahora era un aviso, además ni siquiera sabíamos de cuanto era la tal cuota esa. Pasó toda la mañana y obviamente el decano no salió a dar ninguna explicación, solo los profes que nos invitaban a entrar a clase, y por otro lado los ultra mamertos y pesados de la facultad en la esquina invitaban a todos al auditorio a discutir los temas.

Diana desapareció, supuse al principio que al baño pero no la vi sino hasta las 4 de la tarde enfrente de la biblioteca, sentada en el pasto fumando, me vio, se puso de pie me batió los brazos para que la viera, y se me acerco corriendo,–No entraste al auditorio— (me dice agitada por la trotada) —Tú te desapareciste, no te vi—Fui un rato a escuchar y luego con el profe Alberto a dejarle un ensayo que le debía—Por alguna razón no le creí, pero igual no éramos nada o bueno no sabía nada de ella en ese momento y ni sabía que éramos.

De Alex no supe en todo el día, me despedí de Diana en ese momento y sin más me fui para la casa, le marque a Alex, no hablaba con él desde el sábado.

— ¡Uyy, por fin me llama el matador de ñoñas!

—Jajajaja, no diga eso, que me jode la conquista, jaajaj

Oiga usted se desapareció hermano, ¿Porque no vino a clase?

–No marica, no le hable porque pensé que estaba con la ruca, y no fui

Porque se me extendió el guayabo. ¿Pero qué pasó con Diana?

—No hijueputa caiga a mi rancho y le cuento todo, además algo paila de

La universidad.

–Listo, pero llego más tarde.

–Hágale lávese ese culo, y en mi casa lo veo.

–Vemos.

–Vemos.

Efectivamente el guevon llego bien tarde, como raro de él, me chiflo a la ventana, baje a abrirle yo estaba en calzones por la hora, el malparido llego a las 7, le conté todo como costumbre de nosotros, y lo de la universidad si nos puso pensativos, el saco su pipa y nos pusimos a fumar, obviamente abrí la ventana. En medio de la traba me felicitaba, nos reíamos, y nos imaginamos el mierdero en la universidad, nos dio hambre, me puse un pantalón y nos fuimos a comer lo que fuera, a Alex le encantaban las arepas rellenas y a mí las empanadas, pero con esa traba lo que nos pasara por el frente nos tragábamos, en la esquina del parque salía humo de asado y era doña Inés la señora de las arepas, la señora vendía unas arepas asadas con harta mantequilla, y tenía de carne desmechada, de pollo, mixtas, con chorizo, en fin esa geta se me hizo agua y al bobito del Alex también , pasamos la calle –¡Doña Inés! , ¿Cómo van esas arepas?, deme hay una de carne ¿Y usted de que quiere Alex?—Con la cara de marica responde—A mí, a mí deme una mixta veci- Tragamos como marranas, y era obvio con semejante traba como no, nos despedimos en la miscelánea del parque y cada quien para su casa, y listos para el día siguiente a ver que iba a pasar, y fue lo mismo: trancón, los estudiantes fuera de la facultad, los profes invitando a clase, los ultra al auditorio, y yo, yo esperando a Diana pero nada que la veía, fui a la biblioteca, a donde el profe Alberto, pero no la vi.

Diana no llego a la universidad y como yo soy bien estúpido ni el teléfono tenia, así que no tenía como contactarla, pero pues decidí calmarme porque me di cuenta que ya me estaba encarcorrando con esa vieja y eso si es paila porque sabio es el dicho ñero de: “El que se enamora pierde”, si yo ya estaba perdiendo porque de mí era para que estuviera involucrado en la tensa situación de la universidad, pero yo muy marica estaba buscando y esperando a la vieja “X”. Púes el tema de la universidad estuvo así por un largo tiempo y hablo de un mes y lo sé bien porque fue el mismo tiempo en el que no vi a Diana, en una ocasión fui a su casa a ver si la encontraba, pero solo vi su jardín vuelto mierda por basura, carteles de los que dejan los del supermercado y no sé qué más maricadas, se me hacía muy extraño y no podía hacer nada, y confieso que no podía dejar de pensarla.

[¿Y además que hjueputas podía hacer?, Que desespero tan malparido, ¿Por qué se fue?, Jajajajaja, ¿Qué me pasa?, (Mi monologo de todas las noches trabado hasta las medias)]

Me aleje hasta de Alex, es que me sentía como en un limbo, ¿desaparecer?, una de dos o algo le paso, que ojala no sea así, o yo la espante, lo último no lo creo mucho, con ese genio de Diana sé que si hubiera sido eso, sin problemas me manda a comer mierda en seco. Pero ya era hora que me olvidara del tema, fui a clase tenía examen, para el cual me medio preparé, yo subiendo la loma de la facultad, a lo lejos –¡Humberto!— (Alex tratando de alcanzarme).

–¿Parcero que es que lo que le pasa? (la respiración cortada)

–Nada marica, fresco que todo bien.

–No me diga que es por Diana, porque le doy un calvaso

–Jajajaja, no marica es que me siento cansado, me ha tocado re duro

Este mes

–¡Pille Humberto!

Vi a mi derecha el auditorio cerrado, los ultras como locos, y en la puerta un cartel:

A la comunidad universitaria:

Efectivo desde esta fecha queda prohibido el uso del auditorio “Camilo Torres” para eventos fuera del calendario escolar determinado por la nueva administración. En caso de hacer caso omiso serán sancionados con una suspensión definitiva de la casa de estudios.

Administración y rectoría.

–Hijueputa se va armar

— ¡Pues como no, muchos gonorreas!

Y bien preparados estaban porque empezaron a llegar los antimotines, sentí miedo y al tiempo los ultras empezaron a gritar mil cosas, Andrés llegó y al ver el mierdero grito: “¡Calmaos compas!”, leyó el cartel, vio los antimotines, pero los pelaos estaban encabronados, nada que hacer ,se iba a armar, la gente ya habían hecho unos carteles expresando la inconformidad del asunto y los setentaysumadre de los policías se pararon de espaldas y sin importarles un culo despegaron los carteles, eso fue el acabose, la gente le gritaba a los polochos y viceversa, era fuerte el tema, y yo pensando que Diana hace un mes exageraba, pero no, –¡Diana, Diana, Diana huejiputa , en lo único que pienso y ni esta!– , ni en los disturbios se me quita la pendejada, sonó fuerte un totazo algún malparido loco lanzo una botella y claro dio pata a los polochos para que hicieran de las suyas, pero dieron una “advertencia”, dice el que encabeza la tropa –Vean muchachos, no busquen lo que no se les ha perdido, les pido orden—(Con un tono bastante milico),Andrés se acercó al que dio el comentario – ¡Cállese cerdo! , ¿Que no se da cuenta que nos están jodiendo la universidad? , ¡Claro!, se me olvida que a gente como usted le importa un culo la poca educación de este país— (Los dos viéndose a los ojos), con el escudo lo empujo, el resto de los estudiantes se le fueron detrás, parecía una guerra troyana, y pues me importo un zapato y me une a darle duro a esas gonorreas, los escudos de esos perros abarcan todo el cuerpo y nos alcanzaba a mandar lejos.

En una de esas riñas, salió herido el pobre de Alex, no pude ver cómo, solo lo vi ya herido y bien asustado me acerque a él, y el malparido cagado de la risa en el piso — ¿¡Marica, está bien!?—Tratando ver de dónde venía la sangre – ¡Fresco parcero, un golpecito! —Su golpecito como decía él, era en la cara, muy cerca de su ojo derecho que por el impacto del golpe reventó su piel.–¿Cuál fue el hijo de la gran perra que le hizo eso marica?—Humberto, hermano, fresco, yo me metí de sapo y con la macana me dio un golpazo sin querer. Cuando me señalo quien lo golpeo, era un joven no mayor de 19 años, y por eso Alex se echó la culpa. Todo era humo por los gases, yo traté de sacar a mi parcero del mierdero pero ni veía por donde salir, cuando pude salir del mierdero con mi amigo y ya llegando a la biblioteca la vi, y no estaba sola, estaba con un poco de gente armando cosas que por lo lastimado de mis ojos gracias al gas no alcanzaba a ver que eran, no sabía qué hacer ni cómo actuar, tenía ganas de putiarla , abrasarla y no luego no hablarle, mejor dicho no sabía qué hacer, mil sensaciones tenía, ella me vio y siguió armando sus chimbadas, le importo un culo verme, la mire como un culo y me lleve a mi amigo ,y yo que me toteaba de la piedra, lo lleve a uno de los salones y dentro un poco de gente al igual que Alex heridos, lo deje en el salón y me fui, me regrese a putiar a Diana.

Cuando regrese a la biblioteca ya estaban terminando, me quede en la esquina esperando a ver si ella se daba cuenta que yo estaba allí, y en efecto sintió mi mirada y volteo a verme, luego a vio a sus acompañantes, ya terminando lo que hacían se prepararon para irse, ella le dijo a uno de ellos que en un momento los seguía, ellos se adelantaron y ella corrió conmigo, mi corazón latía fuerte, tiro en el camino lo que llevaba, fuerte me abrazó, 2 segundos pasaron en que mi cuerpo quedó inmóvil, pero no lo resistí, también la abrase, muy fuerte, y después del abrazo–¿Dónde estabas? , ¿Qué paso contigo?–Humberto, luego te cuento, ya regrese, espérame—Me soltó, me beso y corrió a alcanzar a la gente con la que estaba, pude ver en sus ojos algo de agua, me preocupe, pero me alegro verla, no pude putiarla, la piedra de mi desapareció.

Por fin, después un mes la pude ver, en medio de un mierdero, pero la vi, fui detrás con mucha cautela, para que ni ella ni sus acompañantes me vieran, y comencé a ver como se encapuchaban en lo que se acercaban al mierdero, –¿Diana en esas ?— (Yo detrás de un árbol). Llegaron al mierdero, le dieron no sé qué cosas a los demás estudiantes y se las tiraron a los polochos, no me quede atrás, me acerque, y uno de ellos me entrego una botella con un trapo de fuera, le predio candela y me grito — ¡Tíreselo compañero!—mi reacción fue hacerlo, solo se veían sus ojos, nos regresaron el golpe, otro gas. Corrimos todos y detrás ellos con agua a presión, corrí, ya no veía ni a Diana, Andrés o Diego. Después de un rato se calmó todo, pero aun no veía nada, estaba sentado en el pasto, llame a Alex, pero no me contestaba, me fui a coger el bus y sentí una mano en mi espalda, era Diana, — ¡Vámonos!—sacando la mano para que parara un taxi, nos montamos y en el taxi fue muy cariñosa, como si todo este tiempo de verdad me hubiera extrañado– ¿A dónde vamos?—Le pregunte con su boca en la mía, –Llévenos a el barrio los sauces—Le dijo al taxista y continuo besándome.

Llegamos a su casa, ella pago, no me dejo hacerlo y en lo que abría la reja y la puerta no paraba de besarme, y ni yo a ella, –Diana, Diana—(Pausándola un poco)—Diana, Alex está herido y no sé nada de el—(Paró de quitarse la ropa y besarme)— ¿Qué le paso?—Un golpe, no muy grave en la cara– ¡Llámalo!—(Le marque pero no me contestó)—Ojala este bien, más tarde paso por su casa-Dije sin resistir un segundo más sin besarla.

Me abalance sobre ella para amarla, luego pedirle una explicación, estaba más delgada, sentí sus huesos en algunas partes de su cuerpo, le quite su ropa con afán y al penetrarla la sensación de placer y amor era hasta ridícula es que hasta tuve ganas de llorar, en medio de las poses nos veíamos muy directo a los ojos, nos vinimos pronto y al tiempo, así lo hicimos hasta que ni su cuerpo ni el mío pudieron aguantar. Como la primera vez, terminamos viendo al techo, pero esta vez con mil sentimientos de por medio, y corte el silencio—Dime ¿Que te paso?—Se paró, se puso mi camisa predio un cigarrillo—Tuve que salir de Bogotá, y me quede con mis papás—Diana, no soy quien para pedirte explicaciones ni para hablarte así, pero no te creo, pero será de ti contarme o no.

Juré que se iba poner como un (titi), pero solo guardo silencio y fumo varios más, en el cuarto decidió hablar—Humberto, yo ando con la guerrilla móvil— (Salió de mí un sonido de desilusión y una risa de irónica, que la interrumpió) —Humberto, no es lo que piensas, es una buena guerrilla, además no sabes pero sus ideales son muy claros , es más ni sabes que es lo que hacen—Tranquila Diana, igual yo no soy nadie para decirte que debes hacer , pero si quiero que sepas lo preocupado que estuve por ti – (Me vio con ternura y hasta pude leer su mente) , “Humberto me entiende, no me va a joder”, Gateo en la cama para acercarse, puso su mano en mi verga, y yo en su teta pero sin dejar de vernos a los ojos—Diana, solo te pido que no desaparezcas, no sé que soy para ti, pero para mí eres importante.

Amaneció, fui con la misma ropa a la universidad, fue la misma escena, pero tenía afán de llegar para buscar a mi copa Alex. No lo encontré, como lo dije antes la misma escena del mierdero por lo del auditorio, con Diana no llegamos juntos, ella me dijo que llagaba al rato, sabía que se vería con los de su grupo guerrillero, si me daba mucho miedo pero era una mujer libre al mejor modo y sentido no podía por más peligroso que fuera detenerla, si era que lo quería no podía hacer más que cuidarla y adorarla el tiempo que la tuviera conmigo.

Cuando llegue al campus volvieron mierda las paredes de la biblioteca, las del baño, mejor dicho toda la universidad estaba rayada, y se sentía como si hubiese pasado un terremoto, y yo intentando encontrarme con Alex, Andrés, Diego y por supuesto Diana. Recorrí toda la universidad le pregunte a los nerditos del grupo de Alex y nada. En esas me hace la encerrona un man vestido de formal, y convocando a los pelaos a un “Un servicio social” fuera de Bogotá, según, para dar clases y talleres a gente desplazada víctima de la violencia, me quedo sonando la idea y también la algo del man era familiar para mí, pero hice caso omiso y seguí buscando a los míos, y me quede con el volante que él me entregó. Ya eran las 4 y nada, no encontré a ninguno, me fui para la casa de Alex ya necesitaba saber de él.

—Doña Sandra buenas tardes Alex que, ¿si esta? (gritándole a la terraza)

—SI, papi siga. –Arrojándome las llaves–.

Entre y al llegar a su cuarto pude darme cuenta que por más que el disimulara si le afectaba la herida en su cara, y es que la verdad era muy notoria, él era de esos tipos que si le importaba mucho su cara, en la época en la que éramos mechudos, él se creía artista de rock glamero, y se cuidaba mucho su cara con maricadas y mascarillas que le hacia la mamá. Yo debía darle ánimos.

–¡Papi! se ha perdido de varias cosas. Dándole un abrazo.

— Saque la yerba y me cuenta. Me dijo recostado en su sillón.

–Claro mijo lo mío es todo suyo. Saque lo que me quedaba de Crippie.

Comenzamos a fumar y yo a contarle todo lo que estaba pasando, obviamente aun no le contaría que era realmente Diana. Ya al final le mostré el volante.

— ¿Sabe que parce?, a mi si me suena irme. (Tocándose la herida).

— ¿Alex y usted de cuando acá le suena ese tipo de cosas?

—Vea Humberto póngase a pensar, el pelado que me casco, está en esa

Mierda porque nadie le inculco estudiar además de no tener plata socio.

—Pues si llave, pero si vamos marica la universidad, ¿Qué?

—Marica, no nos vamos a quedar toda la vida allá, solo unos meses y

Aplazamos semestre y ya.

—Listo marica, pero usted no sabe si eso es un engaño.

—Déjeme yo averiguo bien, y si algo yo si me voy.

Departamento del cauca 05 De Agosto 2002

Y así fue como llegue aquí, y lo peor es que no tarde mucho con Alex, el marica hizo de todo y rápido llegamos, no volví a ver a Diana, a Andrés si lo vi dos veces antes de irnos. A fin de cuentas no hicieron nada con la universidad afortunadamente y eso gracias a tanto mierdero que se armó, los pelados ganaron la batalla. Cuando llegamos aquí obviamente no era lo que pensábamos, si comenzamos con las clases para unos muchachos y teníamos un tipo casa cultural en la que dábamos talleres, pero nos comenzaron a capacitar en teorías Marxistas, Leninistas, y pues ya es muy claro el resto, aquí estoy, al cuarto mes de llegar me entere que Diana la mataron cerca al Popayán y nada más se supo aun la pienso, bueno también me entere que le man que nos endulzó el oído en la universidad era el mismo que estaba con Diana y a lo mejor también la trajo aquí o a otro campamento endulzándole en oído. Alex al principio si le dio medio duro pero ya después era un teso en teoría y hoy en día está a cargo muchas cosas aquí.

Tengo ganas de irme desde que llegue pero no creo que sea pronto, mi familia sabe que estoy bien pero quieren que regrese, y los más pronto, según ellos estoy enamorado de los niños y del servicio social que hago.

Pero está claro que no…

Fin

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