El chico de atrás.

La primera vez que lo vi, sentado al fondo de la habitación, rodeado de personas que querían conocerlo, ¿quién es él? Me preguntaba como todos, pero los días pasaron, los meses, los años y él seguía sentado al fondo de la habitación, rodeado de personas que lo conocían, sin embargo, yo no tuve esa oportunidad.

“¿Estás bien?” le pregunté, había notado que ya no lo rodeaban las mismas personas, el número de quienes lo acompañaban había disminuido de un día a otro. “Sí, lo estoy” me respondió, le creí. Esperaba que el cambio le sentara, a veces los cambios son mejor que la monotonía.

“Te amo” me dijo, nos habíamos estado conociendo, apoyándonos en los problemas, riendo en las locuras, preguntándonos en las dudas, abrazándonos en la adversidad. Era la primera vez que me lo decía en voz alta, y fue la primera vez que me sentí completa.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS