La mayor parte de lo que somos no es nada, no tiene materia, es vacío esponjoso, estructura hueca de casi nada nadeando en espontáneo zumbido de fondo, por y para nada, pero por y para nada haciéndolo. Ese es el vago origen de lo que en realidad no tiene ninguno. Suave vibración inmaterial de las cosas, justo antes de serlo. Delicuescente escalofrío metafísico de la nada. Imposible no ser en el murmullo molecular de las precosas que nos inventa, sin llegar a pronunciarse nunca del todo, insinuados en su aliento y sin querer, para siempre. Somos cuento.
Pero entonces ¿Por qué nos contamos tan mal? ( https://youtu.be/1-DsK2UjLCQ )
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