El alma se desborda entre las palabras
Sin siquiera tocarlas,
Tan inalcanzable, como ineludible
Tan silenciosa como el centro de una explosión
Tan quieta como el centro del ciclón.

Caótica paz que fluye bajo todo
Sin ser siquiera sentida,
Sin sugestionar al lector
Con una caricia en retrospectiva
Con golpes de pecho ¿O no?
Serás tú quién decida.

Tan quieto como la música
Tan definitivo como el inicio
Un tsunami puro del dinamismo
Y una razón que quiere negarlo,
Casi siempre sin saber por qué,
Argumentos que lanzo por la ventana
Regresan para encontrar mis labios,
Se estrellan contra poemas inconclusos
O mueren perdidos en mi diario.

¿Un orgasmo siempre es hacia afuera?
Al estar a punto de cortar uno de los cables
¿Hay tiempo para preguntarse sobre el color?
¿Cómo estar preparado para escuchar la explosión?

– Tres…

* ¿Tres qué?

– Dos….

* ¿P-Pero Dos, dos qué?!…

¡UNO!

.Ivelios_Tristán.

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