Literatura e inteligencia artificial

En tu primera intervención, Ramón, me preguntas sobre cómo el territorio literario puede remodelar sus fronteras. Actualmente formo parte del colectivo Artificio, desde el que venimos generando una serie de proyectos que investigan el encuentro entre arte e inteligencia artificial. Una de las primeras artes que hemos estudiado es la literatura, así que me aproximaré a tu pregunta desde esta óptica.

En tu primer diálogo dejas claro tu escepticismo en la aplicación de la inteligencia artificial en el ámbito de la creación artística y me gustaría usar estar intervención para exponerte mi opinión sobre el tema y así poder generar un debate más en profundidad.

La idea que las máquinas puedan ser creativas genera rechazo y parece provenir de las imágenes creadas por la ciencia ficción: robots antropomórficos que nos quieren reemplazar o aniquilar. Pero este tipo de entidad artificial, con una inteligencia general que emula todas las características humanas, no existe, y nadie está intentando crearla, al menos hasta la fecha. En estos momentos los campos de investigación de la inteligencia artificial son muy específicos y las tareas para las que son programadas las máquinas también, de manera que podríamos decir que estas computadoras no son muy inteligentes todavía porqué solo saben hacer una cosa muy concreta.

En el ámbito artístico, por lo que he podido comprobar, los artistas usan estas herramientas para potenciar su creatividad. Dentro del campo de la llamada literatura electrónica generativa , hay muchos perfiles y aproximaciones, desde artistas a tecnólogos, o una combinación de los dos. Son perfiles que transitan entre las ciencias de la computación y el arte y juegan con los dos lenguajes, el de la programación y el de la literatura. La manera de usar esta tecnología varia mucho: hay algunos que no quieren ceder el control sobre la creación y hay quienes precisamente buscan eso, que la máquina aprenda a crear. Este amplio abanico de posibilidades lo iré desgranando en las sucesivas intervenciones a través de una curaduría de nombres y proyectos que me parecen capitales.

Muchos de estos artistas se autodenominan exploradores del lenguaje, y lo que pretenden es crear sistemas que examinen el lenguaje con otra lógica. Sus obras no pretenden pasar por humanas, sino que quieren ser explícitamente no humanas y hacer lo que las máquinas saben hacer bien: procesar gran cantidad de datos con mucha rapidez. De manera que lo importante no es el resultado sino el proceso, y las nuevas relaciones que estas exploraciones puedan generar. En este sentido, analizar estas obras a partir de la calidad literaria creo que es limitar las posibilidades que estos experimentos nos permiten, de cara a repensar el lenguaje a través de la tecnología.

Creo que es importante ver este momento de cambio tecnológico, e implementación de la inteligencia artificial en varios campos, como una oportunidad para las profesiones creativas, y no como una amenaza. Lo trascendental es cuando se piensan estas herramientas en términos colaborativos y no como sustitutos, cuando se fusiona la creatividad computacional y la creatividad humana. Juntar las capacidades matemáticas y analíticas de una máquina con la fortaleza y el sentir del cuerpo humano, mezclar la experiencia corpórea con la velocidad de procesamiento algorítmica, me parece un terreno lleno de posibilidades que podemos explorar y, sobretodo, difundir.

Ahora mismo estamos inmersos en un proceso de evolución tecnológica quizás comparable al impacto que tuvo la imprenta en las sociedades, pero cuando uno está viviendo estos procesos es difícil verlos desde fuera. Queda demostrado que la tecnología nos afecta y nos transforma profundamente y estamos en un momento crucial para acercar estos avances y ver el alcance y las potencialidades que pueden tener, así como los retos y el mal uso que estas tecnologías pueden generar.

En los siguientes diálogos me gustaría exponer más en detalle los trabajos e investigaciones de estos exploradores del lenguaje y al mismo tiempo presentar mis propias investigaciones del lenguaje en los varios medios con los que trabajo.