Recorres el lugar, pero al final te sientas donde te dicen y ni siquiera sabes que no es que te digan dónde sentarte, es que ese lugar ya estaba predestinado para ti, porque había alguien esperando por ti y tú por esa persona maravillosa que te haría sentir única en el mundo. Pero no era sólo sentarse allí y reconocersen, era también dejar que transcurriera mucho tiempo para que un día llegara a curarte el alma.

En los ojos podemos ver realmente quienes somos y si nos enamoramos viendo tan sólo sus ojos, es porque estamos viendo en ellos a quien realmente deseamos encontrar, no sólo lo hemos buscado aquí, sino siempre, esa es la única alma que realmente amaremos, ella sabe cómo amarnos, nos conoce desde siempre.

Nos vemos, nos acercamos, fue real por unos instantes, pero no era el momento, debíamos prepararnos, necesitábamos reconocer nuestro interior primero. Y ahora que el tiempo ha pasado, nuestras miradas vuelven a cruzarse, la sensación es la misma, igual que la primera vez, como si nunca nos hubiéramos dejado de mirar, la única diferencia es que ahora nuestras almas están preparadas para mostrarse, para seguir el camino, para continuar con nuestro destino.

Llegas a iluminar, a ocupar ese espacio en mi alma que te corresponde, que siempre estuvo para ti. Mi otra mitad ahora se sienta a mi lado y se funde en mi interior.

Dýnami 11/07/2016

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS