Hasta qué punto hemos llegado, en qué hemos convertido lo más bonito que teníamos que era el amor.

En qué plano lo hemos dejado y por qué nos hemos alejado tanto del verdadero significado del amor.

Me pregunto si aún existen parejas que se aman de verdad y de ser así las admiro realmente, porque hoy en día hemos convertido el amor en vanidad, en mentiras, en celos, en egoísmo, en capricho. Y no debe ser así.

Estudiando los factores que nos han llevado a perder las bonitas costumbres que se solían tener como la caballerosidad, el abrirle la puerta a una dama que se subiera a tu coche, el bajarte hasta la puerta de su casa, tocar y esperar a que alguien, fuera quien fuese de su familia te abriera la puerta de la casa y pedir permiso de salir con dicha persona, el hacer cartas y poemas de amor a quien amabas, y no digo que sólo sea error de los hombres porque las mujeres hemos tenido mucha culpa en que ésto se haya perdido al adoptar roles que no le eran correspondidos a nuestro género, que actualmente está bien visto por la equidad de géneros, y no digo que sea algo malo, pero definitivamente es un factor que afectó poco a poco a la caballerosidad que antes había.

Y tampoco digo que los caballeros ya no existan, pero si digo que están escáceando, ya no es igual, si le preguntamos a gente mayor, cómo era el amor en sus tiempos, nos daremos cuenta de que era totalmente diferente, las mujeres como antes mencioné, no jugaban roles de emborracharse, de querer ahora ser las malas del cuento y mucho menos se veían tantos casos de mujeres buscando cualquier método para retener a un hombre e incluso de alejarlo de su pareja si es que está con alguien, y no sólo las mujeres, los hombres también.

Y me pregunto si lo hacen realmente por amor, o qué concepto de amor es el que tenemos hoy en día, no será más bien capricho, vanidad, ya que nos fijamos en cosas tan superficiales como las redes sociales de la persona que nos interesa y no podemos negar que al ver sus fotos y publicaciones en los medios de comunicación, pensamos «al verlo mis conocidos y amigos de redes sociales van a ver ésto», queremos complacer la vista de alguien más, el criterio de alguien más y lo peor es que en la mayoría de los casos, a quienes queremos satisfacer no son más que extraños para nosotros. Y vaya que he escuchado comentarios de amigas y amigos que tal vez te van a sonar familiares:

«Es que en persona es muy diferente, aquí en sus fotos se ve un poco raro» queriendo justificar a la persona que «aman» ante los demás, buscando aceptación de otros, qué es esto.

Hombres buscando que su pareja se vea increíble en las redes sociales para alimentar su ego y decirle a la sociedad «¡esto que tan cotizado es, es mío!», que basura.

Realmente las bases fundamentales del amor se han perdido, ya nadie se fija en los sentimientos de una persona, ya nadie busca conocer a fondo el corazón de alguien, todos presumen su «amor» inmenso en redes sociales, y pierden tanto tiempo haciéndolo que disfrutan menos a la pareja. Y qué me dicen de los típicos celos por redes sociales, en verdad existen muchísimas parejas que han cortado incluso por un like, ¿es enserio?, ¿tan débil se ha vuelto el amor? y cómo no, si tenemos un catálogo de personas donde constantemente le queremos dar a entender a la pareja «cuidame, porque si no me cuidas, aquí tengo un catálogo entero de personas, unas más valoradas que tú y otras menos, pero de que tengo, tengo», y en qué basamos ahora nuestras valoraciones, en cuántos likes tenga, en cuántos seguidores, porque según lo que éstas redes sociales han logrado marcar en nuestro cerebro es que conforme más seguidores tienes, más cotizado eres, más popular y entre más likes más atractivo y más personas quieren estar cerca tuyo.

Nos cuesta tanto hoy en día demostrar el amor que le tenemos a alguien, nos cuesta tanto decir «te amo», «te extraño» y ¿porqué? por simple ego, por querer siempre demostrar que nosotros somos los cotizados y que no necesitamos a nadie, que a nosotros es a quién nos deben de querer y que somos merecedores de todo.

Y es verdad, sigue pasando, siempre hay alguien que ama más. Y lamentablemente aún existen personas que saben amar de verdad, y en ocasiones tienen que toparse con éste tipo de mentalidades egoístas que no piensan más que en ellos mismos y no se dan la oportunidad de amar, ni de que los amen, porque finalmente el que sabe amar se termina cansando y pasa lo de siempre, ama incondicionalmente, lo traicionan, ¿qué hace? se «protege» a sí mismo y busca hacerse duro, busca blindar su corazón, ¿es moda, no? todo mundo lo hace. Y así poco a poco vamos acabando con el amor.

Las infidelidades por parte de hombres y mujeres aumentaron en cantidades exageradas desde que existen tantas redes sociales, incluso algunas que sólo se utilizan para conseguir «amor».

De verdad no es una crítica a las redes sociales, porque bastante a favor estoy de ellas y de la tecnología, siempre y cuando se le dé buen uso… Es más bien una crítica a nosotros mismos como personas, en qué nos hemos convertido.

Porqué renunciamos a algo tan hermoso por darle gusto a otra gente, porqué ahora llenamos el vacío del amor, con el egocentrismo de decir y de pensar que en nuestras redes sociales tenemos mucha gente más y porqué hemos llegado a la conclusión de que las personas son reemplazables, cuando no lo son.

Porqué ya no se construyen historias de amor que parecían sacadas de un cuento, porqué el amor ya no es mágico y porqué lo hemos aceptado, porqué ya nadie quiere conquistar «a la antigua», querer sin medida, sin miedos, sin reproches, sin celos, sin cobardías, vivir en un cuento eterno, despertar cada mañana a lado de quién amamos y pensar en lo afortunados que somos de tenerlo y saber que nadie más en todo el mundo, va a tener ese corazón y esos sentimientos, que poco a poco hemos dejado de valorar y que realmente son lo más importante… El corazón, la mente y alma de una persona son IRREEMPLAZABLES y el amor es saber que nuestra pareja tendrá tal vez muchos defectos, pero que no buscaremos reprocharselo ni compararlo con alguien más que no los tiene, si no amar también esos defectos, complementarse mutuamente y llegar a un punto donde el amor mismo nos brinde la confianza de saber que nuestra pareja teniendo a su alcance miles de personas más, jamás nos traicionaría y no tener que recurrir a esos métodos inútiles que prometen jamás alejar a esa persona de tu lado, construír un amor verdadero, no un amor moderno.

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