No hay luz sin oscuridad. 
Y que Dios me libre, de mis carnales pecados,
porque fui yo quien se entregó a ellos.
Pero, ¿qué es un hombre sin pecados?,
simplemente una figura inalcanzable,
con poder divino.
Así que ensucio mis manos para que las limpie,
me apago para que haya luz,
me vacío para que me llenen,
me hundo para luego poder nadar.
Porque simplemente, no hay luz sin oscuridad.
Enviar aplauso
OPINIONES Y COMENTARIOS