Era se una vez un anciano que desde su infancia quería viajar al futuro para ver la forma en cómo iba a fallecer,era un deseo poder construir una máquina del tiempo.
Había llegado la noche y el cielo estaba estrellado, de pronto una estrella fugaz por la mirada del anciano paso, en silencio se quedó y su deseo pidió.
Al siguiente día se despertó con la esperanza de poder tener su máquina para viajar en el tiempo y lo único que encontró fue su televisor encendido, se acercó a ver los noticieros, tomo el control y empezó a cambiar cada canal hasta que se encontró con una famosa propagandade ir hacia el futuro, sin dudarlo tomo el número de la compañía y marco rápidamente teniendo la sorpresa de que viajar al futuro era posible.
La llamada fue un momento de gloria para alguien que tiene sus días contados esperaba tanto aquel momento. De pronto la puerta le habían golpeado *Toc Toc*
Bajo rápidamente a recibir ese cartón, donde se encontraba su deseo.
-¿Quién es? Pregunto él.
_Señor le traigo su máquina del tiempo.
-Déjela hay por favor, ya la retiro.
Paso media hora de aquel suceso, el aún no se lo creía su corazón latía muy fuerte, sentía los deseos de un niño por abrir su nuevo regalo, lo deseaba desde pequeño y ahora es cuando el podrá cumplirlo.
Abrió la caja lentamente y sus sueños se le empezaron a romper como su corazón, era un simple juguete con un par de armazones nuevo que no servían para nada, su corazón se destrozó en mil pedazos pero los pedazos rotos fueron lo que hicieron que aquel anciano deseara más cumplir su sueño, empezó a crear su propiamaquina con esos pedazos de chatarra que tenía guardado en su garaje.
Saco su vieja motocicleta, le saco un par de piezas, destrozo también su televisor que de igual manera ya estaba viejo y por ultimo realizo el mayor acto de voluntad que cualquier persona podría obtener. Creo ondas de luz, rayos gamas, y con esas piezas viejas armo su pequeña máquina del tiempo, él no se lo podía creer estaba tan emocionado que quería partir ese mismo día, lastimosamente cayo la noche y una tormenta su casa visito, los rayos no cesaban eran tan fuertes que uno logro caer en su máquina del tiempo, lo cual algo mágico ocurrió que el anciano no lo creería.
Había llegado el día el anciano despertó un poco tarde de lo normal, se sentía enfermo, cansado su enfermedad ya estaba en su límite tal vez ese podría ser su ultimo día de vida que el destino le otorgo.
Se levantó de su vieja cama, se preparó su desayuno salió al parque a caminar, no recordaba lo que había hecho pero tuvo un presentimiento pequeño de que algo bueno fuera a pasar, de un momento a otro recordó su grandioso deseo, los pelos de punta se le hicieron cuando memorizo que su máquina del tiempo lo esperaba en casa.
Corrió como cuando un niño ve a su padre llegar del trabajo, no ceso abrió la puerta rápidamente y vio su reliquia, su más preciado deseo cumplido, sentía lagrimas caer que para un anciano eso es inmemorable, no tiene precio ver a alguien llorar aludidamente y más aun a ese anciano que tenía su deseo por realizar.
Marco una fecha del futuro, pensó que ese día el podrá dejar su alma, su corazón no dejaba de palpitar rápido de repente empezó a ver gris, se sentía fio, ya estaba pálido, su mente se llenó de recuerdos que no paraban, recuerdos tristes de su pasado, tan dolorosos tan amargos como una pesadilla, pero esa fecha había llegado, la hora de su muerte había empezado ya acostado las ondas magnéticas se empezaron abrir y el rotulador de los años giraba sin parar sin detenerse en una fecha fija, al parar la maquina se descompone, el despierta pero desconocía la fecha pero sabía que por los matices había viajado al pasado.
Se encontró en un lugar de su juventud, aquel patio de juegos donde había conocido a su primer y maravilloso amor de pronto escucha un pequeño ruido, extraño se sintió cuando se vio media siglo atrás, esa silueta, ese cuerpo, esas ganas de vivir envidio todo de el mismo, el anciano se escondió atrás de una palmera y observo como conquistaba a su primer amor, vio esa torpeza, vio a ese joven muchacho con energías buenas, y por supuesto la vio a ella de nuevo, tan hermosa tan irresistible, vio a su corazón enamorado de nuevo, el anciano no lo podía creer fueron tantos y bellos recuerdos pero todo eso quedo en el ayer.
Un túnel negro se empezó abrir pero los deseos del anciano eran grandes y pudo viajar a otra época de su vida, a esa época dorada la universidad, sorprendido estaba, vio de nuevo su facultad de filosofía, vio esos libros grandes que le hicieron pasar mucho dolor de cabeza y antes de dejar esa época pudo observar a su madre, la vio por última vez él tenía ganas de correr y abrazarla, llenarla de besos, pues era su madre quien no haría lo mismo cuando vez a tu madre, quien no lloraría junto a ella, quien no daría su propia vida por volverla a tener un segundo más.Se llenó de valor y se alejó lentamente de aquel escenario triste que había observado.
En su mente recordó aquella vez que conoció al verdadero amor de su vida, quien lo acompañaría hasta su vejez, lamentablemente ella falleció de un paro cardiaco varios años atrás, el estaba deseoso por volverla a ver, esa flor que llevaba en su cabellera, sus zapatos color lila, su vestido adornado de perlas y esa carita que simplemente la hacían fascinante, no hablemos más de ella que en melancolía caeremos.
Al recordarla tanto a ella, el anciano pudo transportarse a ese momento, el caminaba con un ramo de flores y una caja de chocolates iba tan elegante y bien perfumadoa una de sus mejores citas.
Ah ella, como no hablar de ella si fue su amor verdadero, mencionar algo tan perfecto en mi novela adornaría hasta la mas simple palabra que este mencionada, ella hacia cantar a esos pajaritos que nos rodeaban, hacia bailar a los cisnes de esos lagos cercanos, ella hacia que mi corazón latiera muy rápido, cuando la veía encontraba un ángel en ella, algo tan hermoso para un nombre tan hermoso y yo era un simple galán enamorado de ella infitamente.
Me llene de valor y salí de ese lugar.
Encontré un par de fotos en mi billetera ya estaban viejas pero ese día fue uno de mis mejores días, vaya que recuerdos que ahora son nada, solo simples hechos del pasado.
El anciano dio su última vuelta por su antigua casa, vio sus últimos recuerdos, porque al llegar a casa el partirá a un nuevo y mejor lugar, a encontrar a su amor verdadero en otro lugar, no cabe duda que él anciano sabe lo que va a suceder después, sabe que su corazón dejara de palpitar y tendrá ahora un par de minutos antes de que eso suceda.
Entro a su departamento, se encontró su vieja camisa de aquella primera cita, se la probó y se miró al espejo, no pudo observar nada, ni siquiera la camisa pero se sentía orgulloso de haber concedido su único y último deseo.
Entro en llanto vaya recuerdos, que bellos momentos los del anciano, cumplir todos su sueños, hasta incluso el deseo de cualquier ser humano “viajar al pasado y ver todo lo que amas” aunque con la mente podemos viajar, pero no estaremos físicamente.
Cuando escucho el timbre de la puerta, el sorprendido bajo abrirla rápidamente, sin dudar ni siquiera un segundo, cuando la abrió se encontró mas que sus recuerdos, era ella “su amor verdadero”
Un par de lágrimas del rostro de ambos anduvo, ella sin saber quién podrá ser este anciano, pero el corazón le decía que era más que una persona especial, mientras el sabía quién era ella, sabía que era su princesa, la miro por última vez y cobarde se echó a esconder en su habitación como cualquier niño debajo de su cama.
Ella pregunto-¿Por qué te escondes de mí?, una risa sarcástica lanzo el respondiendo_ no soy nadie más que alguien viejo y arrugado, ella de nuevo replico-¿Quién eres te me haces familiar?, el anciano más molesto le respondió_ No soy nadie, más que alguien viejo pero de lleno de muchos recuerdos, así que aléjate te puedo hacer daño.
En la mente del anciano se llenaba de pensamientos fantásticos, llenos de historias, llenos de fantasías, pero los minutos eran contados y él ya tenía que partir, pero sin antes dejar una nota en el televisor que decía “Teníamos todo para ser felices amor. Me equivoque tenía todo para ser feliz, yo nunca estuve en tus planes”.
La hora se había cumplido y el anciano empezó a desaparecer de ese lugar, agonizando se encontraba, había llegado al presente nuevamente, su vida se puso gris de nuevo, su corazón dejo de palpitar, y en su mente marco un adiós, el anciano se había marchado a encontrar a su “verdadero amor” aunque sea en una tumba.
“No necesitas viajar al futuro para conocerlo, pues se sabe que el futuro no es nada más que el resultado de lo que hacemos hoy”
Fin
OPINIONES Y COMENTARIOS