La noche auguraba un profundo silencio el chico miró las estrellas sabiendo que quizás era su último techo, su familia ya estaba cerca de encontrarlo pero el chico creía que ni si quiera lo estaban buscando no oía esos pequeños pasos acercándose solo se limitaba a escuchar con su corazón no oía los llantos de su familia pues muchas veces se había quebrado en su cuarto, el tormento que le hacía vivir su madre, los golpes y abusos de su padre, vivir siendo cuestionado del «por qué no eres como tu hermano« cansado de ser invisible para sus compañeros ya no quería ser aquel bicho raro gritando a un vacío y con una soga su sombra colgó de un árbol con una grotesca sonrisa la cuál siempre había intentado tener y la cuál tanto el mundo se esforzó en arrebatársela simplemente era otra víctima más de este prototipo en donde él estaba destinado a ser rechazado.
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