Si necesitara fotos para describir mi calle, tendría un problema inmenso. Hay quien dice que una foto dice mas que mil palabras, pero que clase de palabras dice esa foto. Sócrates dijo, al igual que Pedro, mi vecino de la habitación veintidós, que si no vas a decir nada de provecho, entonces no digas nada. Y por eso, cuando ocurrió la manifestación en contra de esa mujer asesinada , yo no saque fotos. Me senté con mi computadora a escribir en el balcón de mi casa, mirando desde arriba.
Vivo en el centro, donde los autos inundan con humo una calle llena de árboles verdes y edificios grises. Tengo una farmacia enfrente. Ahi trabaja Maria. Ella es buena. Le gusta dejar su bicicleta atada al árbol con una cadena. Nunca se la roban. Pero solo por que saben que se la robó a otra ladrona que si se lo merecía.
Esa bicicleta fue robada cuando ocurrió la manifestación. Me acuerdo bien. Escribí algo como “Que irónico el ser humano. Mientras defiende la justicia, se cree intocable por ella.” Me pareció pretencioso, pero tenía razón. María esa tarde no volvió a casa de la farmacia. Y el sol que hacía sudar a todos los allí en la manifestación me indico el por que. Una mujer saliendo a la calle con tanta gente alterada a su alrededor. Perdonen, pero es que si yo fuera mujer, jamás me acercaria al hedor de ese momento. Era tan fuerte el hedor, que se metió en mi balcón mientras escribía. Aun recuerdo tener té de Jazmín para hacerlo más ameno.
Pero esa era lo de menos. Qué va, eso era tan poco relevante como los piedrazos que se lanzaron en la calle-
Eran dos grupos y dos banderas. Jamas estuve enterado de la historia, por que a mi, sinceramente, me van mas los deportes. Pero recuerdo haber descrito la escena algo asi: “Hay carteles aclamando con letras enormes “La vida de toda mujer es pura” junto a miles de gritos de injusticia y muerte al patriarcado. Los otros carteles, unos carteles que nunca había visto en mi vida, respondian con “Si la justicia no defiende al hombre que se defiende, entonces esto no es justicia. Es un juez comprado.” . Luego me enteré gracias a que uno de mi compañeros subió la noticia, que los manifestantes se peleaban debido a que un hombre había matado a una mujer, pero este ultimo decia que lo había hecho en defensa propia.
De nuevo, me pareció pretencioso. Pero hoy que veo como ambos grupos han dejado hasta la última lata de cerveza que tenían en la calle, me da igual.
A mi que me interesa si a una mujer que no conozco muere. Si, es una tragedia, pero no voy a llorar lágrimas de consuelo y pena hacia alguien que no conozco. Lo único que me interesa a mi, es poder tener buena vista de la calle. Y la calle se estaba poniendo bastante bien.
No habían niños gritando, y tampoco habían mujerzuelas en las esquinas. Quizás los autos a la mañana hacían tráfico y ruido, una cola detrás de otra, con el semáforo que nunca se ponía en verde. Pero aquello , más que molestar la vista, tenía su gracia. Me reía de que siempre había un infeliz afuera haciendo bocinas. Las personas de mal humor son las más divertidas para reirse.
Pero claro, en toda calle, sobre todo las importantes, hay problemas. Y como siempre me dice Pedro, donde pasa la gente, pasan los problemas. Y vayan que el dia de la manifestación pasó gente. No recuerdo bien si fueron los tambores al ritmo de danza nativa o los gordos infelices viendo las tetas de las proclamadas “Libres del sistema”, pero en algún momento de todo eso, estuve a punto de cerrar la pantalla y solo observar. Desafortunadamente vivimos en una calle con Wifi, y desde que la tengo, no tengo excusa para librarme de los mensajes de mi jefe. Le había dicho que perdi la conexion olor para no tener que hablar con el, que vive frente a mi apartamento. Pero ahora, bueno, no tengo de otra. Me gritó al oído que filmara y que sacara fotos. Que si lo hacía bien, me subiría el sueldo. Yo intente sacar una foto. Vaya que si lo intente. Pero entonces el tipo me dijo que tratara de sacar una foto intentando dejar mal a los que defendían el hombre. Me dijo que tenía una entrevista con una de las líderes de la manifestación a favor de la mujer y no podía ponerse en su contra.
¿Adivinen lo que hice? Cerré la cámara y seguí escribiendo. Prefiero mil palabras escritas de mi boca que una foto muda sacada para hacer valer una opinión.
Pero bueno, quizás por eso no me gustan las fotos. Si vas a escuchar una opinion, no confíes tanto en tus ojos. Nadie, absolutamente nadie, va darte evidencia que le haga daño. Te lo puedo confirmar yo.
Si vas a criticar algo, entonces mejor trata de desmentir una palabra, no una imagen. Por que la gente se deja llevar por la imágenes, y piensan que son fieles a la realidad, cuando la realidad es, que esa imagenes son menos fieles que mil palabras escritas.
Por eso no saco fotos a mi calle, por que estoy seguro que si le saco fotos, ustedes verian que digo la verdad. Mi verdad. Y prefiero que desmientan mis palabras a que confíen en un foto mal sacada.
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