Me levanto con una energía llena de buenos propósitos o quizás
más bien, cansada de tanta carga pesada, dispuesta a quitarme
peso de encima.
No me pesan las botas del invierno pasado, guardadas en una
caja, con sus papeles dentro para que no se deformen, las cuales
solo use en una ocasión, su tacón alto me hacían imposible
caminar apenas un par de horas, así que siempre era un “por si
acaso”. No me pesan los libros de la estantería, unos devorados
una y otra vez, otros no han pasado de la décima página, pero
me los regalaron, o solo hice un gasto y “por si acaso” algún día
decido leerlos. No me pesa la ropa, de dos temporadas atrás, de
dos tallas menos, o una más, guardadas bajo una funda perfecta,
porque quizás un día las use, o las necesite. No me pesa el
vestido de la boda de mi amiga, que no me he vuelto a
poner…pero “por si acaso”. Mi pelo lo luzco corto y desenfadado,
hace años, pero…”por si acaso”, conservo diademas, gomas y
adornos.
Por si acaso, mirando dentro descubro que algo no me gusta,
adorno de falta de tiempo.
Por si acaso…me duele, no tomo esa decisión, que llevo
postergando, por si me siento vacía, acumulo rencores,
recuerdos y fantasías… ¡por si acaso!
OPINIONES Y COMENTARIOS