Tal vez algún hombre, algo…

Tal vez algún hombre, algo…

Me gusta pensar que al principio nos quisimos, como toda historia de amor que se complica en el camino de la vida; que nos fue cambiando y haciendo crecer para odiarnos

No recuerdo muy bien si en algún punto quisimos lo mismo, pero si recuerdo como no podíamos dejar que el otro fuera feliz; aveces intentábamos poner palabras dulces en nuestros labios, apoyarnos para fingir que queríamos que funcionara,pero esa ultima vez…

Usaste el mejor traje que tenías, con una camisa nueva y yo hice lo mismo, compré algo especial para ese día, yo lo hice para que o me vieras derrotada, tú lo hiciste… solo tú sabrás por qué; la cena fue buena y por un momento imaginé que podríamos llevarnos bien, como amigos, poco a poco hablamos más y más hasta que llegamos a mi casa y al abrir la puerta te abalanzaste sobre mi, me besaste como hace años que no hacías y conteste esos besos con la misma pasión que entregabas en ellos, metiste tu mano debajo de mi falda cerramos la puerta y fuimos a la cama.

Recorrías con tus manos mi cuerpo que después de todo te seguía deseando, estremeciste mi entre pierna y al término de un húmedo y largo beso te pregunté

– ¿ por que lo haces ?-me miraste a los ojos y dijiste – solo es sexo, te tengo ganas- ya no habíamos arruinado lo suficiente en ese punto, así que solo pude continuar continuar esas caricias y besarte con desistimiento.

Al ritmo que movías tu cuerpo arriba y abajo, te iba dejando en el sudor que recorría mi cuerpo, en las lágrimas que resbalan por mis mejillas, me entregue por completo de espaldas sin poder mirarte a los ojos, me ibas perdiendo en cada jadeo y tú ni siquiera lo notaste.

Al terminar tomaste tus cosas – ¿podríamos continuar de esta forma? – preguntaste sin pensarlo – podemos seguir haciéndolo sin tener que volver – agregaste mientras me envolvía en las sábanas – yo podría saciar tus ganas de estar con alguien – fue lo ultimo que dijiste, ya no tenia ,mas lagrimas que llorar por ti, te acompañe a la puerta y sabía que esperabas tu respuesta – no lo creo – y cerré la puerta frente a tu cara confundida, así había sido todo el tiempo, nunca sentimoslo mismo, nunca entendimos al otro y por fin me había dado cuenta que nunca podríamos ser otra vez…


URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS