El que copia las obras

Tú, ser malvado, que copias mis obras y las das al vulgo con tu nombre, recuerda que el cielo existe… yo te estaré mirando: en mi tumba o en la nube. Tú que le hablas al mundo mi poesía y cantas con alegría mis novelas, tu deberás ser sacrificado. Tu sacrificio hará bien al mundo. Deberás sufrir una afrenta y la humillación mundial, el olvido eterno y el castigo divino, pues no eres más que yo ni más que cualquier otro… eres peor pues tomas lo que no es tuyo y lo luces como un reloj de oro o un anillo con diamantes.

He oído en mi juventud de aquellos que tienen fama pero su fama radica en su hermosa capacidad de robar. Hermosa no es la palabra pues robar es asqueroso pero si no hubieran sido ellos, ¿quién?. Pues déjenme decirles que yo no seré robado… soy el mejor y en mi vive la luz. Soy fuerza y trataran de imitarme, copiarme y robarme. Pero yo seré nombrado y ustedes los que me han copiado temblaran en sus casas al oír sus propios nombres entre las listas de grandes ladrones, y yo estaré ahí al frente de ustedes sonriendo cada vez más.

-«Denos una prueba de su genio, señor»

-«Discúlpenme pero ya mi inspiración se ha acabado»

-«Pues creo mas bien que nunca ha tenido genio pues aquel al que usted ha robado, aquí mismo lo esta mirando»- Entonces tragó saliva y huyo corriendo y apenado.

La justicia existe pero a su debido tiempo y amigos, yo no necesito justicia, yo soy justicia, y soy el renombrado genio de todos los tiempos; aplaudan porque algún día no podrán hacerlo, y créanme que mientras van por las nubes recordarán mi nombre y se quejarán por no haberme aplaudido.

Yo soy el mejor y sere famoso; no lo olviden