PERDIENDO MI IDENTIDAD

Cuando nos conocimos era yo tan alegre, tan bromista y risueña. Me gustaba ser siempre positiva, de tal modo que nada me daba miedo, aunque hubiese problemas que resolver, la sonrisa era lo que imperaba. Era feliz, tan jovial y llena de amigos por todos lados, en la escuela, por la casa, por todos lados, mis primos y yo nos juntábamos siempre para pasar un ratos tan agradables y que decir cuando nos veíamos en el rancho y pasábamos nuestras noches tan ocurrentes, contando cuentos de terror y miles de chistes alrededor de la fogata, asando y comiendo salchichas y bombones.

Recuerdo que me gustaba bailar, sabía hacerlo bien, eso fue una de las cosas que te gustaron tanto de mi, en cada fiesta no faltaba, ahí estaba como la más divertida de las chicas de mi edad.

Un día decidí que tenía que casarme, hacer mi vida, tener mis hijos y vivir feliz mi nueva vida. Al principio todo fue novedad el que no me dejaras salir sola al mercado imaginaba que era para que no cargara sola la bolsa del mandado, después el no ir nunca sola a la escuela a dejar a los niños, pensé que era por la inseguridad y que algo podría pasarnos como siempre me lo dijiste.

Cuando había fiestas con mi familia me decías que no tenías tiempo para ir conmigo y como no podía venirme tarde yo sola con los niños pues era mejor que no fuera ya sabes, por eso de la inseguridad. Siempre había un pretexto o un problema por el cual yo no debiera salir nunca a ningún lado, el colmo fue que ni a la esquina en donde había una tienda tampoco podía ir, esto poco a poco me iba asfixiando.

Llego el momento en que no pude más y te dije todo lo que me habías cambiado ya, pero para ese entonces ya habías logrado que yo fuera la más insegura de las mujeres, quizá tenías razón y algo podría pasarme ¡parecía demasiado tarde! el salir sola a comprar pan llevaba el riesgo y no podía arriesgarme ¿para que? era mejor permanecer en casa y así estar más segura. Incluso llegué a pensar como pude siendo tan joven e inexperta andar sola tan lejos, con tantos peligros…

No, esto sencillamente no podía seguir así, algo andaba mal, ¿como es que andaba tanta gente sola en la calle y no les pasaba nada? acaso era yo quien no entendía que en mi vida nada era normal. de algo estaba segura, Estaba perdiendo mi identidad, aquella chica alegre parecía no existir más, no iba a fiestas, se habían acabado las reuniones con mi familia, salir sola ni pensarlo, el miedo se apoderaba de mi y el hecho de que algo pudiera sucederme me aterrorizaba.

Pero un día me arme de valor y salí cuando no estabas en casa, busque ayuda psicológica, en el fondo de mi ser, sabía que esto no estaba nada bien, que después de todo en mi vida de soltera yo era feliz ¡y ahora no lo era! me sentía atrapada, encerrada, prisionera…

Poco a poco me fui deshaciendo de mis miedos, todas mis las dudas iban desapareciendo, hasta que me enfrente a quien causaba todas mis angustias para decirte que esa que veías delante de ti no era la misma, que la muchacha insegura y aterrada, esa que tu habías creado, se había ido lejos y que si querías que lo nuestro funcionara, tendrías que dejarme vivir mi vida sin atormentarme, que todo lo que me habías hecho creer era, solo por celos e inseguridades de ti mismo. Pero hasta aquí habías llegado con todo esto.

No más temor, no más inestabilidad, te amo pero no voy a permitir que sigas chantajeandome con todas las cosas horribles que pueden sucederme, si es difícil allá afuera, pero tengo que volver a ser, la que un día conociste y de la cual te enamoraste, no seré una sombra en esta casa, ni en tu vida ¡tengo una vida propia por si no lo has notado y es mía! déjame vivirla como mejor me parezca, no te voy a permitir que me controles de ninguna manera, si hay amor, tendrás que ayudarme a ser quien antes fui, no estoy dispuesta a perderme en el abismo de la angustia, de la cobardía, de la incertidumbre. Sé quien soy y de quien debo cuidarme, no seré más quien dependa de ti, si me amas tendrá que ser tu quien tenga que cuidar todo lo que dices y lo que haces para no perderme!

Rouss