– ¿Qué es lo que tengo que hacer? – preguntó entonces Ian, preocupado.
Y ensimismado en su soledad, una voz le contestó:
– No puedes vivir mirando hacia atrás, recordando los errores que tanto te averguenzan. Somos humanos, algunos más tonto que otros, sí. Pero, al final de cuentas, humanos. Dejar que esos errores del pasado atormenten tu presente, creo que no hay peor manera de vivir. Sobre todo si ya encontraste una razón de ser feliz.
» ¡Olvida todo! ¡Olvida todo lo que no sea ella! ¡Olvida todo lo que viste, lo que hiciste, lo escuchaste, lo que sentiste! Sólo olvídalo y pierdete en la dulzura de su voz. Acaricia su cabello con delicadeza. Mira sus ojos fijamente.
» Comprende que te necesita tanto como tú a ella. Ambos se complementan, porque la amas y ella te ama. Deja de pensar en esos errores. Si estás aquí con ella es por algo, porque ella vio en ti algo que nadie más pudo ver.
» Ella no es un error, es el mayor acierto de tu vida. Ella es la razón por la cual te equivocaste tantas veces en el pasado; así no cometerás los mismo errores con ella. No podías llegar a este momento para lastimarla, no. ¿Qué no lo entiendes? Sólo amala. Sólo amala y no la dejes ir, porque entonces sí estarías cometiendo el error más grande de tu vida. Escucha bien, Ian: ahora ella es tu vida.
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