33 años no los cumple cualquiera y menos yo que soy como una arpillera, gruesa y áspera como una fiera…
La vida me ha llenado de dilemas, pero miro al costado y me doy cuenta que los míos no son problemas, es el sistema que nos vuelve locos de novela.
¿Por qué queremos tanto? Si la vida es sólo un canto, termina la música y se cierra el telón. Y cuando a nosotros nos toque se cerrará nuestro cajón, que será llevado a exportación a un sitio llamado salvación. En donde no miran sin tenés pantalón, si fuiste a Japón o si te mataste en el gimnasio para no ser panzón.
Ahí sólo se busca el perdón por todas las cagadas que hicimos antes de estar en nuestro panteón.
¡Salud!
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