Microrrelato 1

Estás equivocada conmigo…

No deseo cazarte como si fueras una presa, ni devorarte como si fueras una víctima. No deseo coleccionarte, vencerte o conquistarte. No eres algo ajeno a mí, ni externo a mí. Deseo tu cariño. Deseo tu tiempo. Deseo estar contigo, conducir juntos con las ventanas abiertas mientras sentimos el paso del tiempo en nuestra piel, escuchando en la radio la música de tu voz.

Y a la charanga txarango, que vuelen las palabras de intenciones ilícitas por otros campos, que esta noche las mías son puras, pues no deseo el durante (ni tan siquiera el antes), tan solo deseo el después. El flotar contando estrellas, con tu mano anclándome a este mundo. El sentir un calor en el estomago que ningún alimento pueda llenar, sintiéndote arriba, y no abajo, con nuestras palabras como caricias y el corazón como nave espacial con la que recorrer un universo de emociones. Con risas, con miradas paralelas y no cruzadas, y mientras miramos al cielo juntos, aunque pasen volando mil estrellas fugaces prometiéndome deseos por cumplir, no moverme de aquí, quedarme acurrucado contigo bautizando las sábanas con el nombre de hogar, pues no hay «durante» en ningún sitio que supere el «después» a tu lado.